40. La pasión según un ángel caído (Antonio Bolant)
Fue su ángel de la guarda, pero se había convertido en mucho más que una dulce compañía. Intangible e inmortal, moría por tocarla, por llenar de sangre la neutral transparencia y deshacer las costuras de lo etéreo en la antesala de su vientre.
Ella hacía mucho tiempo que dejó de preguntarse por qué mordía los labios al aire, qué bendita sacudida le hacía arañar la espalda a la oscuridad; esa sensación de húmeda plenitud cubría cualquier desconcierto.
Los versos libres no caben en las bienaventuradas leyes celestiales, y el ángel acabó condenado a un ostracismo sin derecho a vuelo. Ella, en sus lánguidas noches secas, aún sigue rezando a las cuatro esquinitas de su cama para que aquellas sensuales sensaciones regresen al amparo de sus caderas.
En un universo hueco y olvidado, entre el barro de la materia oscura, sin tener donde caerse vivo, el ángel se limita a sobrevivir de los despojos de la esperanza. Cada juramento, cada embestida a los soportes del cielo, ha ido conformando un rosario de siniestras alianzas. Hoy, finalmente, todo está dispuesto para una resurrección desde los infiernos a cambio de un alma eternamente rota sin ella.
Las faltas producidas como consecuencia del amor y la pasión resultan comprensibles y hasta perdonables. Si este ser celestial cambia su condición de divino a caído no le va a ir mejor, aunque tras ello se le permita resucitar. Arrastrarse como un alma en pena por algo que no puede alcanzar es el peor de los infiernos.
Un relato escrito con mimo, oficio y sensibilidad, para dar forma a una historia de amor imposible.
Siempre es un placer leerte, Antonio.
Un abrazo grande
Un relato original con un léxico muy bien elegido. Ese amor imposible está contado con la intensidad que merecen las grandes pasiones. Un saludo y suerte.
Original manera de contar como un ángel vende su alma al diablo a cambio de recuperar un amor terrenal. Un relato muy pensado y elaborado con maestría.
Guau, una idea muy original contada de una manera bella y poética, y a la vez muy potente. Me ha gustado un montón, muchas felicidades y suerte!
Ay! si yo hubiera leído este relato cuando todas las noches rezaba las cuatro esquinitas, llenándolas de ángeles custodios. A veces me enredaba con los nombres y metía a más de los debidos. Aunque con mi mente infantil estaba a salvo de interpretaciones pecaminosas.
Desde luego has derribado el mito de mi infancia con esta trama erótica entre el ángel y su elegida.
Una composición y una idea genial, me encanta!
Me sumo a los comentarios del resto: un micro poético, erótico a la par que elegante, y escrito de manera magistral. Enhorabuena y suerte.
Un relato muy visual, en la faceta celestial y en la profana. Lo más logrado, a mi entender, es la descripción de esa relación etéreo-carnal entre el ángel y su custodiada. Ojalá que él resucite, escape de esos infiernos y pueda tener, junto a ella, su final feliz.
Muy bueno, Antonio, me gustó.
Un beso,
Mariángeles
Una verdadera maravilla, Antonio. Intuyo mucho trabajo detrás de este texto tan literario y lleno de belleza, tan rebosante de poesía y sensualidad…, y con el que cuentas una historia rica en aciertos creativos, original en su argumento y perfecta en su construcción.
Ya desde la perspectiva del personaje, diría que nunca mereció tanto la pena (ni estuvo tan justificado) vender la propia alma al diablo. Le deseo toda la suerte en ese resurgir de entre los lodos del más oscuro y severo ostracismo; la misma que a tu relato en el certamen, aunque no la vaya a necesitar.
Un abrazo y enhorabuena, amigo.
Mis aplausos, Antonio. Un buen argumento arropado por una trama de escogidas palabras enlazadas bellamente. Como ejemplo, me encanta la frase: «En un universo hueco y olvidado, entre el barro de la materia oscura, sin tener donde caerse vivo, el ángel se limita a sobrevivir de los despojos de la esperanza.»
Muchas gracias por regalarnos este relatazo. (Me apetecía volver a leerte!)
Un beso,
Carme.