39. La relatividad del tiempo (Luisa Hurtado)
Me decidí una mañana de mayo, ese día crucé la calle y me puse a esperar en su portal. Cuando salió, antes de que la voz me temblase, le dije lo importante:
-Quiero que seas mi novia.
Ella mirándome desde arriba, era unas dos cabezas más alta, me preguntó:
-¿Cuántos años tienes?
-Nueve.
-Yo diecisiete. Vuelve dentro de diez.
Crecí, viví mi primer beso, alguna que otra borrachera, hasta creí enamorarme; pero pasado el tiempo acordado volví a su portal.
Cuando nos encontramos mis ojos estaban a la altura de los suyos.
-Tengo diecinueve.
-Yo veintisiete y, aunque hayas crecido, necesito un hombre a mi lado.
-Lo seré.
-¿Esperamos diez años más?
Con veintinueve y un cigarro en la mano, me aposté enfrente de su casa. Al poco ella salió, cruzó la calle. No nos dijimos mucho, pero fue lo bastante:
-Soy tu hombre.
-Justo el que yo estaba esperando.
Es cierto qie todo es cuestión de tiempo, pero no es menos verdad que todo tiene su nomento. Una relación adulto-niño parece del todo inapropiada; el sueño de una persona madura puede ser tener a un hombre diez más joven, fiel y rendido a sus pies.
La teoría de la relatividad de Einstein no debe ser fácil de comprender para los poco expertos en el tema entre los que me cuento, sin embargo, no puede haber nadie que no entienda y sienta este relato.
Un placer leerte, Luisa
Ub abrazo y suerte
Qué buena tu revisión de la relatividad, que además acaba relativamente bien, hay una canción por ahí que dice que veinte años no es nada, y tú protagonista así parece confirmarlo.
Un abrazo y mucha suerte
Hermosa historia, en la que la edad, normalmente importante en estas lides del amor, se acaba convirtiendo en algo insignificante. Precioso relato, Luisa. Un abrazo eterno
Bonita historia Luisa. A ciertas edades la diferencia se nota más que en otras, y en esto del amor, a veces se hace insignificante.
Un saludo
No solamente el tiempo es relativo, como decía Einstein, también el amor, y más si se trata de uno que, como los buenos vinos, fue madurando… Me encanta la manera en que el tiempo y la edad van equiparando las miradas de niño y de la chica hasta dejarlas equidistantes, a la misma altura, a la altura de ese amor tan deseado y esperado…
No es fácil escribir micros recurriendo al diálogo- al menos para mí no lo es- así que diez de diez, Luisa, te super felicito…
Cariños,
Mariángeles😇😇
Parece que ambos lo tenían muy claro, era cuestión de tiempo. Suerte Luisa
Una buena historia necesitada de tiempo para tener un final feliz.
Muy bien contada, Luisa.
Un abrazo grande.
Hola Luisa,
Qué bonito, corto y feliz diálogo final. Sin nada más que decir…como tus enamorados, te felicito.
Nos leemos