LA VOZ DEL NARRADOR
El discurso narrativo tiene mucho de oralidad, tanto que se puede decir que la voz crea la identidad del escritor: será lo que le defina, sus huellas dactilares, su forma de escribir sobre el papel. El escritor ha de entrenarse para que su voz suene directa, natural, creíble.
Conforme vamos creciendo, nuestra voz infantil, limpia y sincera, va quedando asfixiada, tanto por lo que contamos por cómo lo hacemos. Influidos por voces externas (la sociedad, el estatus social, la familia, nuestros miedos) se queda oculta por otras voces impostoras que no son la nuestra: la académica, la psicológica, la literaria, la educada, la demasiado lógica… Pero estas voces son grises, anémicas, y no trasmiten el tono del autor. Su alcance es, por tanto, limitado, ya que no cubre las demandas de la imaginación creativa, que necesita un cielo más abierto, menos previsible.
Esas voces impuestas no están conectadas al corazón. Eluden los órganos y el estómago, aunque tengan un canal de comunicación directo del cerebro a la boca. Nuestro entrenamiento como escritores consistirá en ir deshaciendo la telaraña de esta impostura. La voz no es algo que se aprenda, sino el resultado de la experiencia propia, y cada uno de nosotros tiene que encontrar la suya, distinta a la de los demás. Este bagaje vital (cómo vive cada uno, cómo siente, cómo procesa) es lo que nos hace mirar el mundo (y contarlo) de una manera única.
Lo esencial al escribir no es recrearse en las palabras y alardear de vocabulario, sino contar historias sugerentes. Es importante que el escritor que está empezando aprenda a contar del modo más sencillo, olvidándose de embellecer los textos con frases grandilocuentes y palabras hermosas que lo único que hacen es alejarnos de la voz conectada a nuestro corazón y sentimientos. Todo acto de creación implica la búsqueda de una mirada particular.
Sin embargo, que cada uno tenga una voz peculiar no implica que esta sea rígida, única, invariable o estática. Las personas somos capaces de comunicarnos de muchas maneras (con amigos, pareja, un policía, la vecina), dependiendo también de nuestro estado de ánimo.
La voz del narrador es el camuflaje del que se sirve el escritor para contar su ficción. Unas veces se disfraza más que otras, pero es importante no confundirlas nunca.
¡¡¡BRAVO!!!
Lo has dejado clarísimo. Ahora solo falta lograr hacerlo.
Evelyn, describe a tus personajes con tus propias palabras y expresiones, de tu país, localidad, barrio… Queda genial sobre todo en los diálogos, extiéndete ahí. No hay nada más cercano que lo que se conoce. Y como aconseja el texto, practica y dale al teclado o al bolígrafo SIEMPRE.
Felicitarte por todo, pero además especialmente por tu trabajo con la «Dina». Una artista, tú y ella .
Grande este post. «Lo esencial al escribir no es recrearse en las palabras y alardear de vocabulario, sino contar historias sugerentes». Me ha encantado este enunciado.
Tu seccion gana altura cada mes, Susana. Lo importante de ella es lo que nos invita a reflexionar; aunque luego decidamos aplicar más o menos lo que nos plantea, siempre logras que nos cuestionemos lo que hacemos y eso siempre sirve para avanzar, para ser consciente de dónde estamos. Gracias.
Susana, leyéndote cada semana aumento mis conocimientos y recursos literarios. Gracias por tu tiempo y sección. Abrazos.
Muy interesante post, Susana, y acertaste con el Dino Armstrong, ese sí que tenía la voz (la real) conectada al corazón. «What a wonderful world».
Besín.
Ne animan y mucho vuestros comentarios para seguir con ilusión con este blog. Disfruto haciéndolo y me sirve también para repasar. Hoy voy a hacer un dino tenista pijo, dedicado a «solo fabiolo gran slam», un show cómico que he visto el otro día y os recomiendo.
Esta reflexión la pongo aquí, que si no no sé dónde.
NUEVO DICCIONARIO DRAE (sorprendida hoy, en el periódico).
Os presento parte de las novedades del DRAE que se publicará en otoño. A mí no me gustan NADA y pienso que estas palabrejas empobrecen, soy de otra época. Pero no queda más remedio que actualizarse…
Me TUITEAS con tus párpados SERENDIPIADOS, pero ¡cabrona! eres una HACKER de mis pensamientos. Entramos muy juntos en el SPA, qué guay, lleno de gente MULTICULTURAL. Burbujas por todos lados. . ¡Eh! La rubia de tu derecha no lleva BOTOX, ¿será MILEURISTA?
Que no, que no me va.
Estoy de acuerdo con Antonia, todo lo que suma enriquece; además estos vocablos están en la boca de todos, yo los utilizo y me gustan, aunque algunos sean anglicismos no me molestan…como tampoco me molestan los galicismos, jejeje. De las palabras que has citado, la que me da grima es «serendipiados», la encuentro muy fea y de difícil pronunciación y la que eliminaría es «mileurista» por lo que conlleva, en su lugar pondría por ejemplo «dosmileurista», para empezar no está mal comparado con sueldazos que se otorgan algunos.
Un beso, Susana.
Todo lo que suma enriquece. Es cuestión de utilizarle en su justa medida y en la ocasión necesaria. No lo pondría yo en Cyrano de Bergerac, pero en un mundo imaginario , futurista y galáctico y con personajes apropiados,sí. Cada momento tiene su tiempo, o al revés.
Son inevitables los términos informáticos. Pero si os fijáis en los otros (botox, spa, mileurista), y las nuevas adaptaciones de vocablos, es indiscutible, que nuestra sociedad se va empobreciendo moralmente.