46. «LA VOZ SORIANA»: NUEVOS TESTIMONIOS REABREN EL CASO DE LA ATRACADORA DISFRAZADA DE SUPERGIRL. (Petra Acero)
Llevábamos la frutería mi Manoli y yo. Ahora la atiende mi chico, el mayor, el que estudió en Escolapios (que para lo que le ha servido). El chaval del Cacho, ¡ese sí que ha llegao lejos!…
Le cuento: cada mañana, la “matajari vegetariana”, como la bautizó mi Manoli (mi Manoli era mucha Manoli), entraba en la frutería, sacaba su libreta, echaba una ojeada fuera y, sonriendo, apuntaba algo. Luego, con desgana, iba de barquilla en barquilla agarrando paraguayas, melocotones, nísperos o un puñao de cerezas. ¡Vamos!, que se notaba que la muchacha distinguía la fruta de temporada (mucho pantaloncico ajustao y mucha hostia, pero esa pájara era de campo como yo)…
Cuando atracaron la Caja Rural, el Fermín corría en Barcelona. Lo vimos en la pantalla gigante que la federación había plantao en la plaza mayor (y que, pasadas las olimpiadas, recolectó a escape). Al ganar la medalla de oro, el pueblo se desbarató en vocerío y jarana. Pero, la Manoli, como siempre, abrió la frutería. Solo entró la “matajari”: se atusó, miró su reloj, echó un vistazo fuera y salió sin comprar. De su mochila, a reventar, asomaba un trapo colorao…
Como dijo mi Manoli: ¡aquello sería la capa!
Petra, ya que nos hablas de Barcelona 92, has conseguido que mi mente evoque, con tu microrrelato, la excelsa literatura costumbrista y humorística de escritores catalanes de la época, como Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Terenci Moix…, y lo veo como algo positivo. Enhorabuena y suerte. Saludos.
Una evocación excelsa, ya lo creo. Muchas gracias por tu comentario, Jesús. Voy a releerme mi micro a ver 🙂
Un abrazooo
Amparo, simpatica y campechana tu historia de autenticos personajes. Suerte y saludos
Hola, Calamanda. Justamente acabo de leer tu original relato. Parece que los deportes van a dar muchas y diferentes historias.
Un abrazooo!!!
Jajaja, que buen relato, Petra. Además tan divertido, se anota campeona.
Abrazos veraniegos.
Me alegro de que te haya gustado, María. Quería provocar una sonrisa, un buen sabor de boca en un hecho desagradable, dejando hablar a un paisano. Que la historia nos llegará de sus labios.
Gracias por pasarte.
Un abrazoooo
Como siempre tu impronta reluce, si bien me cuesta adaptarme a vuestros modismos disfruto a raudales esa manera de contar que tienes.
Eres una maestra sin dudas.
Un abrazo y suerte.
Jajaja. Muchas gracias, Molí.
Como bien dices, hay en este relato, modismos, dichos, expresiones que se están extinguido con el tiempo, junto a sus usuarios rurales… Y el uso de los mismos dibujan un tiempo, una sociedad, casi una forma de vida cada vez más lejana, pero (al menos para mí, muy entrañable).
Un fuerte abrazo, Luis.
El Fermín corriendo por la medalla, todo el mundo en su pueblo viéndolo en la plaza y únicamente abiertas la frutería de la Manoli y la Caja Rural. Un golpe bien planeado y una historia bien inspirada, bien contada y bien divertida.
Suerte con besos, Amparo.
Muy bien resumido, Rafa!!!!
Me alegra que lo hayas entendido así porque así es como lo he escrito.
Imaginaba a los paisanos de Fermín Cacho (en Ágreda, Soria) viendo como un chaval del pueblo ganaba la medalla de oro en unas olimpiadas. Tuvo que montarse una fiesta por todo lo alto!!!
Y cómo esa algarabía podría ser aprovechada por algún/a «listado/a».
Bueno, pues eso, que lo has explicado perfectamente!!!
Y que, además, me alegro de que te haya gustado, Rafa.
Un abrazoooo grande.
Algún listillo/a!!!!
Que este corrector actúa por cuenta propia 🙁
Hola, Ana!!!
Muchas gracias por tus palabras, como siempre, dichas con cariño.
Me alegro de la asociación de ideas que comentas con los 60, pues, en efecto, así ha sido la ejecución del relato.
Un abrazoooo grande.
Hola, Amparo.
Una vis cómica que no te conocía, pero que te queda a la medida.
Tu historia es la caña, enhorabuena por el lenguaje, la idea y el desarrollo.
Suertísima, guapa.
Muy buena la voz, la historia y cómo consigues un relato único. Hay que saber escribir para sacar algo así, Amparo. Así que semejante idea no pudo caer en mejores manos. Mucha suerte !!
El principio me ha despistado y divertido a la vez.
Y he empezado de nuevo y me he acordado de Eduardo Mendoza y el ambiente de sus novelas. Y veo que no soy la única.
Felicidades. Y Mucha Suerte.
Un relato raro. No he sido capaz de entenderlo a la primera. ¿Trapo colorao? Chica, está claro que aprovechó el espectáculo para atracar el banco. No sé qué decir. Insistiendo, y a través de los comentarios veo a Fermín Cacho, y ¡por fin!, el traje de superwoman. Cada vez estoy más lento en la compresión, voy a tener que dejar de comentar. En fin.
Relato con aire costumbrista, de pueblo.
Suerte
Vaya con la «matajari», y vaya con la Manoli!
Anda que reabrir el caso con estos nuevos testimonios… pos están apañaos!!
Una lectura muy entretenida, Amparo.
Saludos!
Carme.