2. LABIOPLASTIA – EPI
Un cartel en mi sala de espera pone que todas las vulvas son bellas.
Pero es cierto, que por los años o por los partos, la firmeza decae.
Una paciente me contó, que la estaban a punto de echar del trabajo.
En un club, terminaba su actuación con la introducción en su vagina de varias pelotas de ping pong que luego expulsaba con maestría.
Últimamente notaba falta de fuerza y parecía más una gallina poniendo un huevo.
La coloqué en posición ginecológica y me di de bruces con los belfos del camello de Melchor.
Me puse el guante de látex e introduje dos dedos preguntándole si le hacía daño, me sonrió y me dijo que hasta hacía poco, era capaz de quitarme el guante con su musculatura vaginal.
Hubo que operar. Reforcé las paredes y recorté con bisturí eléctrico las excrecencias de los labios.
Meses después, acudí una noche al club donde actuaba y me situé en la última fila, amparado en la oscuridad.
Estuvo gloria bendita y al final se quitó la braguita de lentejuelas, se introdujo las pelotas y disparó.
La que cogí al vuelo, la observé a la luz de la vela, ponía “I LOVE, DOC “
Eres un maestro en tratar con cómica sagacidad tu salacidad.
Feliz 2020. Salud y muchos avances en la investigación médica. A por ello.
Un fuerte abrazo.
Buena rima Jesús Alfonso. Que tengas un buen año.
Empieza fuerte el 2020. Entre aves del paraíso, labios y ombligos, la literatura se abre paso en ENTC, sí por qué no decirlo, con toda su belleza. Jugamos para bingo…
Un fuerte abrazo!!!
Juancho, hemos empezado muy bien, a ver como terminamos.
Feliz año
jajajaja, qué bueno! Solo esos «belfos del camello de Melchor» ya merecen premio.
Suerte, Epi. Y un abrazo.
Rafa, gracias y un buen año para ti. Cuando lo escribí me acordé del chiste » a mi no, a mi no «.
Abrazos.
Lo conozco. Jajaja!
Dice el dicho que «año nuevo, vida nueva», pero la verdadera renovación no debe ser incompatible con ser fiel a sí mismo, que en tu caso supone tratar ciertos aspectos de la convivencia humana sin tapujos y, sobre todo, provocar una sonrisa. En este caso, también, la confianza en que la medicina y/o la ciencia es capaz de prolongar la vida útil de esos ingenios biológicos en los que estamos metidos, eso que llamamos cuerpo, cuyo funcionamiento condiciona toda nuestra existencia.
Un abrazo, Epi, que este año sea lo más feliz posible y que en él no falten tus historias intensas.
EdH2020
Epi muy buen y tierno relato.
Todo es cuestión de mover bien las pelotas en su oficio,y en otros.
Saludos
Ya sabes Ángel, en el nuevo año el candor me inunda.
Un abrazo.
Ángel, a mis años no voy a cambiar. La verdad es que desde siempre, no se si es un defecto o una virtud, he sido capaz de decir y hablar de todo, sin molestar a casi nadie, pues aplico el humor y la proximidad.
En cuanto a la medicina que decirte. Desde que empecé en 1969 a hoy, un universo.
Cardioversión, han sido capaces de pararme el corazón y dar a reinicio.
Reset y un año más.
Un abrazo
Jajajajajajajajajajja Me acordaré de este micro mañana, durante la cabalgata, cuando vea al rey Melchor. Y, seguramente, durante el resto de cabalgatas que presencie en mi vida. Un saludo y ¡suerteee!
Que razón tienes Nuria, ayer en la Cabalgata, un camello se volvió y me tiró un beso, bueno hizo BBRRRFFFFFFFFFFFF y me salpicó.
Tardé en coger el sueño.
Un beso
Brindo por los que se mantienen siempre fieles a su estilo. Damos fe que lo haces.
Desvergonzado y divertido como siempre.
Féliz año.
Gracias y brindo contigo, Feliz año.
El humor aporta belleza a este jodido mundo.
Y tú nos lo regalas en cada relato.
Gracias por ello, Epi.
8’5 (Notable muy alto).
Hacía tiempo que no pasaba a leer por aquí y veo, complacida, que todo sigue igual. Me has arrancado una sonrisa 😉
Felicidades y suerte, Epi.