27. Las tribulaciones de un corazón amarillo (Juana Mª Igarreta)
Ella todavía está creciendo, pero ya se siente observada. Tiene que ser discreta para no correr la misma suerte que otras de su clase. Por eso, cada vez que alguien se acerca, se dobla sobre sí misma tratando de camuflarse en la frondosa hierba que la rodea; sabe que si tiene la desdicha de caer prisionera en sus manos, puede padecer un verdadero suplicio. Muchas de sus vecinas han acabado sometidas a un cruel interrogatorio; despojadas a tirones de su vestimenta, y ejerciendo el papel de eventuales pitonisas, son forzadas por sus raptores en aras de hallar la respuesta a una extraña pregunta, que al parecer surge a menudo en quienes transitan por los intrincados terrenos del querer.
Ella, que ha nacido en el campo, lo más parecido al amor que conoce son los abrazos de sol y los besos de lluvia. Su único deseo es llegar tranquila al final del verano conservando intacto su aterciopelado corazón amarillo. ¿Es mucho pedir para una humilde margarita?
Un homenaje, precioso y merecido, a la margarita.
Mucha suerte con este tierno relato, Juana Mª.
Un abrazo.
Muchísimas gracias, Rosy. Celebro que te haya gustado. Otro abrazo para ti.
Las tribulaciones amarillas de tu margarita provocan una ternura inenarrable, JUANA. Un micro sencillo, sentido, y que va directo al corazón de margaritas y humanos por igual.
Felicidades y un beso grande,
Mariángeles
Muy agradecida con tus generosas palabras, Mariángeles. Otro beso enorme para ti.
Durante todo el relato me has hecho pensar en una joven acosada, con una hermosura que ha de ocultar a las manos de unos indeseables sin escrúpulos, que en nada la respetarían. El hecho de que se trate, en realidad, de la típica flor que la tradición se ha empeñado en que pronostique las aceptaciones o rechazos amorosos, es un desenlace muy bueno y simpático, cuya sorpresa habla bien de unas descripciones que en ningún momento hacen sospechar la verdad.
Un abrazo y buena suerte, Juana
Mes encanta la sencillez y la ternura que desprende este relato. Al principio de la lectura me pasó como a Ángel, pensé que se trataba de una historia de acoso estudiantil o algo así. Al final de la historia es todo más sencillo, más «humano». Una lucha por la supervivencia de una margarita entrañable. Repito, me ha encantado. Te deseo mucha suerte, Juana María. Un beso desde Santander.
Qué alegría haber logrado sorprenderte y que te haya gustado tanto, María José. Nos encantó conoceros en Comillas. Mil gracias por tus buenos deseos y otro beso desde Pamplona.
Qué bien, Ángel, esa era mi intención, engañar, en el mejor de los sentidos, para conseguir la sorpresa final. Mil gracias por tus siempre fieles y generosos comentarios. Otro abrazo para ti.
¡Qué bien nos has llevado, sin engaños, por un camino que no era el acertado. Al leer la última palabra nos obligas a una segunda lectura en la que confirmamos que no hay fisura ninguna en la narración, que son nuestros prejuicios -como el de atribuir voz y sentimientos solo a las personas- los que nos han llevado por otro camino.
Excelente. Enhorabuena y suerte.
Abrazo.
Qué ilusión me hace lo que me comentas, Rafa. Como le he dicho a Ángel, haber logrado que vuestra mente imaginara otro relato, es para mí ya un premio. Muchísimas gracias por leer y comentar de forma tan generosa.
De los relatos amarillos, de esta convocatoria, este es uno de los que más me han gustado, muy bueno, suerte.
Saludos.
Pues qué te voy a decir, ¡muchísimas gracias!, Beto. Saludos agradecidos.
Sorpresa final y encantadora, por cierto. Ojala se salve. Ojalá
Ójalá se salve, Luisa. Muchísimas gracias por tus buenos deseos y amables palabras. Me encanta que te haya gustado. Un abrazo.
Maravilloso relato Juana. Espero que tu margarita no solo se salve, sino que, además, la pongan en un mausoleo, por bonita. 🙂
Muchísima suerte.
Saludos.
Ante tus generosas palabras y deseos, solo puedo decirte ¡muchísimas gracias, Nuria! Un abrazo.
Me gusta. Es sencillo y hermoso.
Abrazos de verano.
Estupendo que te guste, María. Muchísimas gracias por leer y comentar. Un cálido abrazo también para ti.
Que relato tan «Margarita». Bello, sencillo, puro, discreto y tierno, sensible, cercano.
Un buen relato!!
Felicidades, Juana.
Un abrazo para ti.
Después de tanto calificativo positivo, no sé qué decirte Amparo. La margarita y yo estamos encantadas y muy agradecidas por tus amables palabras. Doble abrazo para ti.
Las margaritas son mis flores preferidas, me ha dejado encantada tu relato, principalmente por la sorpresa final. Qué dos historias tan preciosas. El relato es tan hermoso, sencillo y sensible como una margarita. Un millón de margaritas.
Perdona, Maite, que no te haya agradecido antes tu generosísimo comentario. Celebro que te haya gustado tanto. Un millón de gracias, una por cada margarita.
Qué egoístas somos los humanos cuando nos enamoramos, que por satisfacer nuestra curiosidad maltratamos a la humilde margarita.
Muy buen relato, Juana. Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Mil gracias, Pilar, por leerme y comentar tan amablemente. Besos apretados de vuelta para ti.