Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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MAR88. DE MALVAS Y ORTIGAS, de Christine-kistila Cleret de Langavant

Año 2084. Siguiendo la tradición familiar de reunirse cada quince días en la casa de los abuelos, vi llegar a mis seis nietucas…
Paula, la mayor, tan responsable y atenta a todas sus primitas… Sara, Eva y Clara, con solamente un año de diferencia entre cada una… y las mas pequeñas, mellizas ocho años mas jóvenes que Paula…
Era un día primaveral así que después de la comida campestre la costumbre era de hacer la tertulia en el jardín debajo del sauce en un paraíso de flores campestres y aromáticas…
Muchos niños pequeños correteaban alrededor nuestro cuando una pequeña nos llamo:
“¡Abuelas hay muchas ortigas adonde las malvas!”
Paula inclino sus setenta y nueve años exclamando:
“Ah que bien hoy haré sopa de ortigas, mirar a ver si no habrá por ahí churrecamas para la ensalada, y recordadme recoger unas cuantas malvas para la infusión de la noche”…
Que contenta estaba de constatar que no se habían perdido las costumbres: tanto para las comidas como para lo medicinal apañarse con lo natural…
¡¡Y no era en previsión del cataclismo anunciado pero por mis convicciones!!…
…Por eso mismo quise servir de abono y desde hace muchos años estoy aquí criando malvas…

10 Responses

  1. Ginette Gilart

    Cierto lo que dice Ana. Has contado una historia preciosa con ternura y delicadeza.
    Esa visión de futuro, sí que me gusta. No me acuerdo quién dijo:»El futuro será lo que tu sueñes» y me parece acertado.
    Un beso y hasta muy, muy pronto…nos vemos en Cabrojo.

  2. kistila

    gracias Ana U y Ginette por haber captado toda la ternura que sentí al escribir este relato…

    es mas que «pizca de retrato familiar»… en efecto mis nietas se llaman así y, en efecto, hay 8 años de diferencia entre paula que tiene 8 años y las mellizas…
    ¡mellizas que no han nacido todavía!: están previstas para final de abril, por eso no tienen nombres… así que me las imagino las seis nietas en 2084, dentro 71 años…

    también es retrato familiar porque en efecto: seguimos «la tradición familiar de reunirse cada quince días en la casa de los abuelos»… mi marido y yo somos los abuelos, el sábado próximo serán ya 50 años de casados y viviendo en este pueblo…

    solamente los de mi hijo, padre de Sara y Eva, no pueden acudir a la cita quincenal, porque viven en la sierra madrileña en donde están los dos profesores… pero nunca faltan en época de vacaciones o cuando hay puentes…

    sé perfectamente que habrá catástrofes mundiales, como en todas épocas… la sola cosa que puedo esperar es que no afectara al contorno de mis hijos y nietos… pero si así seria, sé que, pase lo que pase, seguiremos, seguirán, todos unidos…

    por necesidad primero, y luego por convicciones, somos todos muy «apañados»…
    no somos ciegos y sordos a los problemas ambientales, todo lo contrario… pero para nosotros no es «de boquita» es realmente una manera de vivir…

  3. Ángeles Sánchez Gandarillas

    Hola kistila, que sean conjuntos mis buenos deseos con el de ANa U. Me ha gustado el micro. Me gustaste tú. Estoy contenta con haber disfrutado del soleado micro-día de ayer, estuvo lleno de vida.
    Abrazos a ti y a todos.
    lines

  4. Kistila, muy bien tramado este cuento, me gusta mucho que lo desarrolles en ese huerto con las futuras generaciones de la familia. Te ha quedado un ambiente flotante entre realidad y ficción que me encanta.
    Un abrazo.

  5. kistila

    gracias Susana… ya sé que mi cuento esta mas bien «flotante» y mismo si imaginado demasiado «agarrado» a lo real…

    lo sé pero es que creo de verdad que nada cambia realmente… por mas catástrofes, guerras y hasta genocidios, la vida sigue y sigue desde millones de años…

    quizás tengamos de ponernos escafandras en la vida diaria, quizás los aprendices de brujo harán clones y se les escapara de la mano… quizás… quizás…

    pero sea lo que sea la institución de la familia seguirá existiendo… ¡por lo menos así lo espero!… 71 años no es nada de nada, es a la vuelta de la esquina…

    no estaremos en esta vuelta de esquina… lo siento… pero lo tengo muy bien asumido…
    y todos nosotros cuentistas nos podemos alegrar: estamos dejando algo nuestro sobre las ondas de internet… antiguamente solamente los «artistas importantes» dejaban rastro…

  6. jeje, Al final sorprendes con el amor de abuela. Pensé que en ese año era normal que las abuelas vivieran con nietas de 79 años. En fin, un relato de esperanza de que todo puede seguir más o menos igual, que no es mala cosa. Un placer haber conversado contigo durante la comida. Un abrazo.

  7. kistila

    quisiera creer que seguirán nuestras consciencias vagando por ahí entre nuestros seres queridos…
    digo bien: «quisiera…»

    pero a defecto de ser así nuestras enseñanzas, nuestros ejemplos, nuestros escritos, perduraran en el alma de los que nos importaron… por eso creo en la importancia del compartir vivencias, compartir momentos, compartir amores…

    personalmente siempre tengo «presentes» personas ya difuntas que me han enseñado mucho y me han ayudado a construirme… y muy a menudo les traigo a colaciones porque a mi juicio un muerto de quien no se habla esta mas «muerto» si cabe…

  8. Anonymous

    Kistila… qué bonito relato!

    Me ha impactado el final, totalmente inesperado y muy al hilo de las malvas, ortigas y demás flora (que no fauna, ja, ja…) que protagoniza tu historia.

    Me ha encantado!!!

    Enhorabuena y te deseo mucha suerte!!!

    Encantada de haberte puesto «cara» a través de las fotos del encuentro…
    Te mando un fuerte abrazo
    Marta

  9. kistila

    No creo que sea un final inesperado porque es ley de vida… cierto que por ser de una familia muy longeva supongo, y espero, viviré veinte años mas y quizás hasta treinta pero… ¡pero es seguro que dentro 70 años «criaré malvas»!…
    es una pena que no dejen enterrar a la gente adonde quieran y como quieran (me gustaría serlo a la manera cisterciense: en la tierra y en una simple sabana) quisiera alimentar toda la fauna posible: por lo menos así se perdura algo mas y sigue uno siendo «útil»……

    Paloma ha sido muy «buena» conmigo diciendo que tenia cara de «hada buena»…
    la verdad es que suelo ser mucho mas sonriente pero estaba para el arrastre:
    no hacia dos días que había llegado de Francia después de haber pasado 24h en el aeropuerto de Paris-Beauvais por culpa de la nieve…

    (por cierto totalmente como un éxodo o después de un cataclismo con toda la gente echada en el suelo o recostada contra las maletas… muy para un episodio de 2084…
    como el pequeño aeropuerto para lineas low cost cierra por las noches nos habían abierto una terminal desafectada adonde hacia un frío imponente… cierto que el aeropuerto pasado media noche, y el Samu sobre las 3 de la mañana, nos entregaron algunas mantas… pero no había para todos…)

  10. Paloma C

    Es encantador tu relato lleno de abuelitas generosas y naturalistas. Claro que sí, sería mucho mejor criar malvas u otras plantas cuando volvamos de nuevo a la tierra. Es otra manera de volver a nacer. Bueno, no nos pongamos melancólicas. Deberías hacer un relato de humor sobre tus aventuras aeroportuarias que tienen mucho jugo.
    Un beso.

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