07. MÁS VALE APRENDER DE VIEJO QUE MORIR NECIO (Juan Manuel Pérez Torres)
Félix era un hombre solitario. Vivía en un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Trabajaba “on line” para una empresa de seguros. No tenía amigos ni familiares. Su única compañía era su gato Bogart. Un día, recibió una carta inesperada. La invitación a una reunión de antiguos alumnos. Se pedía confirmación de asistencia lo antes posible. Quizá fuese una buena ocasión para recordar viejos tiempos, pensó.
Félix no sabía qué hacer. Le daba pereza ver a gente que no le interesaba, siempre huía de multitudes y de conversaciones banales. Prefería quedarse en casa con su gato, viendo televisión. Pero sería curioso saber qué había sido de sus antiguos compañeros… Quizás alguien tenga un trato interesante… Quizás alguien le hiciera sentirse menos solo… Quizás alguien le trajera el amor.
Decidió ir a la reunión. Pensó que acaso fuera una forma de cambiar sus rutinas, que podría ser su última oportunidad para ser feliz, porque “más vale tarde que nunca”. Llegó al lugar de la cita y se encontró con un cartel que decía: «Reunión cancelada por falta de asistentes». Félix se sintió decepcionado y triste. Volvió a casa y abrazó a Bogart. Mañana será otro día.
Para una vez que se decide el hombre, los demás no.
Puede que aún no sea tarde para él, pero desde luego no era su momento, quién sabe cuándo llega el de cada uno, pero de tofo se aprende. Algo si está claro y es positivo: ha mostrado una actitud abierta, la posibilidad de salir de su cascarón, eso le abrirá camino. A todas las edades se puede y se debe aprender.
Un abrazo y suerte, Juan Manuel
Gracias, Ángel.
Llevar una vida anodina y acomodarse a un tempo piano piano, no nos libra de tener que tomar decisiones importantes, que, independientemente del resultado, nos seguirán dando fuerzas para seguir. Lo de «mañana será otro día» casa muy bien con «nunca será tarde» y con el título de mi relato.
Como dijo el otro Bogart, siempre nos quedará París.
Un abrazo.
Para una vez que el hombre se atrevió a romper la rutina… Si es que hay cosas que llegan ya muy tarde se diga lo que se diga.
Buen relato, Juan Manuel. Un abrazo.
Gracias, Manoli.
Porque nunca es tarde (aunque la dicha no sea buena). Por eso se decidió mi protagonista a cambiar sus rutinas. Ya, el solo hecho de decidirse, fue un avance para él. Y el comprobar que no había servido para sus fines, alimentó su esperanza con el «mañana será otro día».
Fuerte abrazo.
Juan Manuel, es una pena que su intento por rehacer su vida, por reencontrarse con gente con la que un día coincidió, haya acabado de esa manera tan triste.
Pero está claro que algo se ha trastocado en su cabeza y que quizás esté dispuesto a salir de ese círculo tan cerrado en el que está metido y a partir de ahora se dedique a socializar. Un fuerte abrazo
Gracias, Gloria por tu atento comentario. En efecto, decide cambiar sus rutinas y asistir y, aunque luego la vida, de momento, le sigue negando sus «quizás», abraza la esperanza con el «mañana será otro día».
Otro abrazo para tí. Mucha suerte.