24. MASCOTAS DE ÚLTIMA GENERACIÓN (Rosalía Guerrero Jordán)
Estas mascotas de última generación son adorables. Tan suaves y blanditas que da gusto achucharlas. El problema es que se ensucian a menudo y hay que darles un mantenimiento diario adecuado. Además, se estropean demasiado rápido: en unos pocos años quedan obsoletas, y hay que sustituirlas por una nueva.
Al principio parecen un poco tontas, pero a fuerza de mostrarles algoritmos se les puede enseñar a obedecer órdenes sencillas y a comportarse de una manera adecuada.
Con mi última adquisición creo que he conseguido que me coja algo parecido al cariño. Aunque a veces me lanza miradas turbias, como si no aceptara que al final las máquinas hayamos conseguido someter a la especie humana.
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Buena vuelta de tuerca, Rosalia. Al ritmo que avanza la tecnología quién sabe si tu cuento, en un futuro deje de ser ficción.
Mucha suerte.
Un abrazo.
Una máquina bien engrasada y sofisticada, con una inteligencia artificial desarrollada hasta extremos que hoy nos parecen increíbles, podría superar a un ser humano en eficiencia a todos los niveles. Si se juntan todos esos ingenios, en un mundo basado en la tecnología, podrían llegar a dominarlo y convertir a sus creadores iniciales, a los que ya no necesitarían, en mascotas imperfectas a sus ojos, si es que los tienen, pero entretenidas.
Un relato con radical desenlace, que advierte que los utensilios que han hecho evolucionar a la Humanidad pueden también destruirla, o casi.
Un abrazo y suerte, Rosalía
¡Qué buen micro! Aquí se ve claramente lo qué serían nuestras vidas si en vez de ser los dueños fuéramos las mascotas… «Mascotas de última generación» literalmente, en el sentido de ser las últimas de nuestra especie, con todos los pros y los contras (más contras que pros, creo yo) que nos acarrearía el «cariño» de nuestros amos robots…
Gran forma de leer y de ver lo que sería tomar de nuestra propia medicina…
Me encantó, Rosalía.
Besos😘😘😇😇
Yolanda, espero que ese futuro no llegue, aunque los primeros pasos ya están dados. Hoy día nos resulta casi imposible vivir sin las máquinas inteligentes.
Un abrazo de vuelta!
Hola Ángel:
Está claro que los seres humanos somos imperfectos por naturaleza, y que cada vez resultamos innecesarios en más tareas. Así es que igual tenemos que plantearnos dejar alguna tara en los programas de las máquinas y en las IA, no sea que nos acaben convirtiendo en mascotas!
Un abrazo y gracias!
Hola Mariángeles:
Qué buena tu interpretación de «última generación», no lo había pensado pero tienes razón. Y me encanta que te haya encantado.
Un abrazo y gracias por tus amables palabras.
Películas y películas de humanos y robots a tortas solo porque nosotros nos aferramos a ceder el poder, la supremacia o… como lo queráis llamar; he aquí, en unas pocas líneas todo el asunto resulto, somos achuchables y capaces de aprender órdenes sencillas, simple, sencillo y limpio. Genial.
Buen giro final, Rosalía. El mundo da muchas vueltas… Enhorabuena y mucha suerte!