MAY155. EL REGALO, de Luis C. Castilla Ortiz
¿Qué le pasa a mi Princesa? ¿Ha dormido mal, su alteza? ¿Cuántas erais anoche? ¿Te juntaste con la plebe? y ¿seguro que sólo bebiste cerveza sin alcohol?
No, no me digas nada, prefiero no saberlo. Déjame adivinar, estaban María, Carmen, Raquel, Esther, Maite, Elsa y tú. ¿Me falta alguna? Salisteis de clase, espantasteis a los chicos y fuisteis al bar a cortar trajes a diestro y siniestro. Por supuesto, dejasteis las escobas aparcadas en la puerta y cerveza tras cerveza, fuisteis repasando a vuestras parejas. A saber que les habrás contado de mí. No, no me mires así, no me gusta nada esa sonrisa, no les habrás contado lo que te regalé por el último aniversario, ¿verdad? Ni lo que hiciste con él. No, no puedes haber sido capaz.
Esa mirada de ingenua me desarma. Mira princesa mía, ahora mismo te ayudo a desvestirte, te preparo una manzanilla y nos vamos a la cama, que esta noche ha llegado tu príncipe.
Pero abre los ojos. Despierta. Ahora entiendo cuando me dices que no soportas cuando me hablas y no te respondo.
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Cambian los cuentos y la vida, antes eran los hombres los que se iban solos de parranda y las mujeres en casa con la pata quebrá, en cambio ahora vosotros os excusáis de la juerga con que: «tengo que hacer la cena, preparar la comida para mañana, recoger la lavadora…» En fin, espabilaros que si no…Me ha gustado, Luis. Mucha suerte. Besos
En el fondo, pero en el fondo de mi corazón oculto lo que siento por las mujeres, que no es otra cosa que admiración. Si te fijas en mis historias, al final, siempre es una mujer la heroína. Aunque eso no es óbice, cortapisa o valladar para que como transporte os guste más la escoba. Es ese halo de misterio que nos hace beber por vuestros ojos
Un besazo y suerte
Me ha gustado tu historia de salida nocturna con amigas y de principe amable, que ayuda a su princesa a superar la resaca. Me ha divertido y sorprendido.
gracias. Besos
Muchas gracias, Esther, a mi no se me ocurre mejor manera de consolar a mi princesa.
Muchas gracias y un beso
Hola, Príncipe de Castilla.
Me ha encantado tu cuentecillo que denota que los tiempos están cambiando, afortunadamente. Sólo le encuentro un «pero» y es lo de las escobas… ¡Ya te vale!, jajajaja.
Mucha suerte a fin de mes.
Unos besos.
Efectivamente, Duquesa de Towanda, times are changing, y nosotros con ellos. Reconozco que las escobas están un poco desfasadas de diseño para viajes largos, pero quién las necesita teniendo la compañía y la conversación adecuada.
Espero que con el tiempo se escancien muchas más cervezas, aunque sean con alcohol.
Un besazo, Sra duquesa y suerte.
Suerte
Este príncipe es un memo y un conformista. Y si la va a desvestir que sea pa otra cosa que no sean infusiones. Desde luego, Luis, me has convencido con la voz del narrador.
Un abrazo.
Perdona, Susana, pero no estoy de acuerdo. Este príncipe puede ser un iluso, pero nunca memo, ni conformista. Este príncipe, porque es mi personaje y así lo he creado, piensa que lo más importante en una pareja es la igualdad, y que si su princesa no está en condiciones de gozar como él, no merece la pena. Si cuando le mire a sus ojos, color de miel, no ve el mismo reflejo de su gozo, no merece la pena. Por el contrario, si su princesa prefiere abrazarse a él para sentir su calor y los latidos de su corazón porque eso le hace sentirse mejor y, si su princesa prefiere que la despierte en la madrugada, a la hora de las brujas, para, sintiéndose mejor, ser desnudada y devorada, creo que eso sí merece la pena.
Pero claro, es difícil transmitir esto en menos de 200 palabras.
Espero que te haya convencido la explicación.
Un abrazo y muchas gracias por haberlo leído y comentado. Espero que nos sigamos comentando en el futuro.
LuisCar