Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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05. MEMORABLE (Ángel Saiz Mora)

Había anhelado protagonizar esta escena desde niño, pero el pie izquierdo pesa demasiado, en él se concentra la carga de un dilema.
Si no marco, me sentiré responsable de la pérdida del campeonato.
El penalti transformado en gol humillaría al portero que, caprichos del destino, es también hermano de mi novia. El maldito sonríe, convencido de que no malograré la relación. Mi fracaso acarrearía padecer su arrogancia insoportable de por vida. En caso de acierto, la incomprensión de la familia de Laura, ella incluida, está garantizada. Nunca han perdonado que pertenezca a un equipo rival.
Yo no entiendo de colores, solo quiero jugar al fútbol.
Impulso mi pierna, la otra sirve de equilibrio. Articulaciones y músculos coordinados para un fin.
El balón convertido en misil impacta sin piedad sobre el guardameta, que con los genitales desechos se estrella al fondo de la red, arrastrado por el cuero. Entusiasmados, mis compañeros me abrazan. Esto debe ser la felicidad.
Una parte de mí recuerda que el éxtasis no puede durar siempre y tendrá consecuencias personales, pero también que hay momentos que justifican una vida y nada puede turbarlos, tampoco los camilleros que entran en el campo a recoger a mi excuñado.

44 Responses

  1. Qué bueno, jajaja, el dilema en el que has metido a tu protagonista. Yo creo que hizo bien… su cuñado se repondrá pronto y lo suyo será un recuerdo inolvidable. Ameno, divertido y original, me has encantado, Ángel, además creo ser la primera en comentarte y eso también, y para mí, es un triunfo.
    Un abrazo grande y mucha suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Para mí es un triunfo que te haya provocado una sonrisa. Tu lectura y tus palabras también son un regalo que te agradezco.
      Un abrazo, Rosy

  2. María José Escudero

    Un momento de alegría como ese no se puede desperdiciar. Creo que ha hecho lo correcto y nunca olvidará ese momento tan especial. Después de todo, lo único que quiere el protagonista es jugar al fútbol. Memorable es el título perfecto. Me encantó, Ángel. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Aunque acarree consecuencias negativas, incluso de calado, hubiese lamentado toda la vida no haber intentado encajar ese gol.
      A veces hay que tomar decisiones difíciles, con pros y contras, el tiempo es el que confirma o desmiente el grado de procedencia de nuestras acciones. Las que se conservan en la memoria son siempre las que han merecido la pena.
      Muchas gracias, María José.
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      El deporte es un compendio de virtudes, pero no hay que engañarse, también conlleva una carga de competición y, por tanto, de rivalidad innegable.
      Muchas gracias, Ana.
      Saludos

  3. Rafa Heredero

    Lo siento por Laura y por lo que pierde (bueno, también lo siento un poco por los genitales desechos de su hermano), pero como bien dice tu memorable protagonista, «hay momentos que justifican una vida y nada puede turbarlos», ¡pues claro que sí!
    Mucha suerte y un abrazo, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      De ser posible que nos llevemos algo de este valle de lágrimas, habrá de ser los momentos de felicidad, escasos y preciosos, siempre bienvenidos.
      Muchas gracias, Rafa.
      Un abrazo

  4. Aurora

    Ángel,
    Ganó algo pero también perdió como indica ese «ex» que cierra el texto,o quizás solo ganó por partida doble y no lo sabe…
    Me ha gustado mucho
    Abrazos

    1. Ángel Saiz Mora

      Nunca llegará a saber a ciencia cierta qué hubiera ocurrido de decantarse por otra posibilidad, pero una vez tomada una opción, adelante con ella.
      Me alegra que te guste, Aurora
      Muchas gracias y un abrazo

  5. Jorge Zas

    La felicidad no siempre es completa, muchas veces conlleva una parte negativa.la que debemos pasar por alto si queremos gozar plenamente del momento.

    Un placer leerte, Ángel.

    Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Nada es blanco ni negro en sentido puro, siempre hay un precio a pagar, elementos que nos dejamos por el camino, una especie de tributo insoslayable. Algo nos dice, tal vez, que lo que el protagonista pierde con su elección compensa los logros.
      Muchas gracias, Jorge.
      Un abrazo

  6. Barceló Martínez

    Hola, Ángel.
    ¿Quién se atrevería a afirmar que existe la felicidad sin sentido del humor? Creo que una cosa es indispensable para la otra y quizá lo uno sea consecuencia de lo otro o viceversa. Lo que es indiscutible es que tu has sabido interpretar eso y nos regalas un relato inspirado en la felicidad rebosante de buen humor. Mis felicitaciones, estimado tocayo.
    Un cálido abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Cada vez que reímos activamos un montón de músculos, nuestro cerebro genera sustancias calmantes y placenteras y somos, si no felices, algo cercano a ello. Este futbolista insiste en que está sufriendo un delirio, un drama, pero todo lo compensa con ese instante pleno. Desde fuera, sus peripecias pueden suscitar sonrisas.
      Muchas gracias, tocayo.
      Otro abrazo grande para ti

    1. Ángel Saiz Mora

      Y si la relación no continúa es porque era un error. Es cierto que acertó con ese patadón.
      Muchas gracias, Rafa.
      Un abrazo

  7. Blanca Oteiza

    Estupendo relato Ángel, menudo dilema el de tu protagonista, aunque hay que disfrutar el momento y después que venga lo que tenga que llegar.
    Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Toda acción tiene consecuencias, pero también la inacción. El momento de disfrute máximo ya no se lo quita nadie.
      Muchas gracias, Blanca.
      Un abrazo

  8. Jajajaj, qué bueno Ángel. Qué divertido tu relato. El cuñado tendrá que aceptar sus dolores y a su cuñado, la vida es así, una de cal uy otra de arena, pero gozándola al mismo tiempo.
    Me ha gustado mucho claro que eso no es de extrañar. Tú eres un crack!!
    Suerte.
    Besicos muchos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Al cuñado le toca aceptar, mal que le pese: dolores, cuñado (si la relación sigue) y derrota, que seguro que le duele más que el balonazo, además de, como bien dices, el aprendizaje de que unas veces se gana y otras se pierde.
      Mil gracias, Nani.
      Besos

  9. Enrique Mochón Romera

    Ojalá siempre pudiéramos actuar en todo con justicia y no influenciados por presiones internas o externas. El momento del partido que cuentas (aunque bajo mil diferentes circunstancias) seguramente lo hayamos presenciado muchas veces sin ser conscientes de lo que pasaba por la mente del jugador que lanza una falta o, cómo no, del arbitro que toma una decisión trascendental. Muy buen relato, Ángel. La suma de todos esos vectores contrapuestos que condicionan la conducta del protagonista parece dar como resultado un disparo centrado aunque imparable. Pobre cuñado, la verdad, aunque uno se alegra de que la decisión tomada por el personaje sea la correcta. Mucha suerte con la propuesta, amigo. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Tras algo tan nimio (aunque en este caso tenga especial trascendencia) como propinar una patada a un balón, puede haber todo un cúmulo de circunstancias que, como bien dices, condicionan la acción. Lo que nos parece sorprendente, o hasta cercano a lo milagroso, no es sino la consecuencia lógica de una construcción previa gestada desde tiempo atrás y desde varios frentes.
      Por otra parte, la perfección no existe, lo que resulta positivo para un individuo puede ser nefasto para otro, peo a veces no queda más remedio que tomar decisiones, que pueden no gustar a todos, pero que son las más acertadas.
      Mil gracias por tu lectura y tus palabras, Enrique.
      Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Quizá el sentido principal es la imposibilidad de contentar a todo el mundo. Aunque suene un poco a egoísmo y como dice el refrán: «La generosidad empieza por uno mismo».
      Muchas gracias, Nuria.
      Besos

  10. Bueno, si uno es íntegro y fiel a sus principios puede perder algo en el camino, pero entonces ¿aquello que perdió era verdaderamente importante?
    Ese balón ha entrado y es lo que importa. Juegues al fútbol o seas funambulista, lo que debe prevalecer es lo que tu corazón dictamina y por lo que se mueve. Los cuñados, ya se sabe, jajaja.
    Un relato muy original y con goleada, ¿Qué mayor felicidad que esa?
    Un abrazo de sábado lluvioso, amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Siempre perdemos algo por el camino, es inevitable. Son lógicas las dudas iniciales, pero el tiempo acaba por decir si lo desechado era un lastre o, por el contrario, se confirma como una oportunidad perdida.
      Con errores o con aciertos, lo que dicta el corazón suele ser lo correcto.
      Muchas gracias, Mercedes.
      Un abrazo

  11. Resolver su dilema así, de forma tan memorable, es lo mejor que este chico pudo hacer… ¡Eso sí que es tener huevos! (Lástima que su ex-cuñado no pueda decir lo mismo, jaja).

    Me encantó tu micro futbolero, Ángel querido.

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Ángel Saiz Mora

      Tomó la mejor decisión, sin duda, aunque nunca llueve a gusto de todos, ya se sabe. A veces, incluso, llueven balones con la fuerza de un cañón.
      Mil gracias, Mariángeles.
      Un abrazo

  12. María Jesús Briones

    Un conflicto provocado por la «Bola del Mundo», que rige nuestros destinos.
    De un modo desenfadado has descrito una posible realidad que rompe todo tipo de vinculo. El Gol es el Gol, y mañana sólo se hablará del tema, solucionando así todos los problemas, menos el del cuñado, claro, que representa a la mitad del campo.
    Interesante propuesta que me parece va más allá del argumento.
    Mucha suerte y un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Al margen de que a unos les guste más y a otros menos, el fútbol tiene un componente de épica y de gloria, aunque a costa del equipo derrotado. A nadie se le pueda reprochar que intente hacer bien su trabajo y reciba reconocimiento por ello. Que luego sobrevengan otras consecuencias ya es algo secundario.
      Gracias, María Jesús.
      Un abrazo

  13. Qué divertido, Ángel. Entiendo perfectamente al protagonista, era en verdad una situación comprometida (de la que podía salir sin prometida, je,je). Más vale que se centra en pensar que él lo que quiere es jugar al fútbol, lo que le da mucha fuerza para encajar ese golazo, y si no que se lo pregunten al excuñado. Compartimos la alegría y felicidad que siente el chaval, momentos así no se viven todos los días.
    Me da que este relato redondo podría encajar sin ningún problema en la portería de ENTC. Me quedo expectante. Felicidades y suerte. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Solo había dos opciones, cada una con sus pros y contras. Sin duda, este jugador eligió la más coherente. Solo el tiempo, que quita y da razones, tiene la potestad de confirmar si acertó o no, pero quizá algo nos dice que hizo lo que debía.
      Si esta pequeña historia te ha gustado ya me doy por satisfecho.
      Mil gracias y un abrazo, Juana

  14. Francisco Javier Igarreta

    Qué bueno tu relato, Ángel. Como muy bien dices, muchas veces la vida nos coloca ante situaciones en que nuestros oponentes juegan con la ventaja de nuestra «bonhomía» y es preciso tener un gran equilibrio moral y una buena puntería para acertar. Tú has hecho pleno. Mucha suerte y un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Los que tratan de deambular por la existencia con respeto, incluso hasta el perjuicio propio, juegan en desventaja frente a quienes no lo hacen. De vez en cuando un desahogo y un pensar en uno mismo resultan terapéuticos.
      Muchas gracias, Javier.
      Un abrazo

  15. Memorable tu relato. Cierto es que nosotros somos lo que somos, ahora, por todo aquello que nos ha llevado hasta este momento, incluyendo aciertos y fallos. Las decisiones se toman, unas nos producen felicidad, otras dolores, incluso bajo el vientre. El excuñado también podía haberse apartado, puesto de espaldas por amor a su futuro cuñado o no jugar, pero… Y, para colmo, la felicidad de unos puede ser el dolor de otros. Ley de vida. Genial, Ángel. Abrazos.

    1. Ángel Saiz Mora

      Somos la suma de las decisiones que tomamos, en todas y cada una de ellas existen pros y contras. Las consecuencias de ello nos acompañan y condicionan, como bien dices, «somos lo que somos».
      Es triste que vivamos en una suerte de competición permanente en muchos ámbitos, parece como si existiese una balanza invisible en la que unos son felices en detrimento de otros, que son desdichados. Como también dices, «ley de vida».
      Gracias, Rafael.
      Abrazos

  16. Ángel Saiz Mora

    Todos buscamos la felicidad. No alcanzarla depende bastante de circunstancias externas, pero también de convencionalismos propios. A veces, lo ideal sería cerrar los ojos y hacer lo que en verdad deseamos, vaya gustazo, lo que tenga que venir después, ya vendrá.
    Muchas gracias por leer y comentar, Juan.
    Un abrazo

  17. La felicidad es efímera, pero ser fiel a los principios le ha valido la pena al protagonista. No importa que haya malogrado la relación con su novia y con la familia.
    Un relato divertido y brillante, Ángel.
    Enhorabuena y suerte. Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      A veces la vida nos coloca ante decisiones difíciles, en las que siempre se pierde algo. Ser fiel a uno mismo, sin embargo, parece ser el camino más correcto, habida cuenta de que es imposible agradar a todo el mundo.
      Mil gracias, Carmen.
      Un abrazo

  18. Domingo Jiménez Lacaci

    Ay ese portero que a tu delantero seguro que le parece un gigante que tapa toda la portería. Es un efecto visual ya muy escrito.
    Lo que tiene su mérito, quizás más que meterla por una escuadra o en la cepa del poste, es atinar con el escroto del pobre muchacho, que seguro ya es excuñado y dependiendo de la intensidad del punterazo quizás sea también ex de alguna otra cosa. Pobre hijo, da algo de pena porque al final su sacrificio genital es estéril.
    Bien llevado, deteniendo el tiempo y lleno de humor, Angel. Te felicito.
    Abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Sí que da un poco de pena el pobre cancerbero o, para ser más precisos, algo así como dolor ajeno. Sin embargo, la disyuntiva del lanzador del penalti no era sencilla, se vio obligado a elegir; eso sí, ya puestos, lo hizo a conciencia. Esperemos que la esterilidad solo afecte a la relación personal. Es triste, pero da la impresión de que, a veces, para que alguien triunfe o disfrute, tenga que ser a costa de otros, en aras a un cruel equilibrio no escrito.
      Agradezco mucho tu lectura y comentario, no menos que tu relato, que estoy deseando comentar cuando se habilite el espacio destinado para ello.
      Gracias otra vez y un abrazo, Doningo

  19. Gloria Arcos Lado

    ¡Que bueno, Ángel! Lo peor esa relación tan efímera, aunque tampoco debía ser tan profunda si se rompe por una «tontería» como esta. Un abrazo

    1. Ángel Saiz Mora

      Efectivamente, hay que tener respeto por las personas. A la futura familia política de este jugador no le importaban demasiado sus intereses legítimos y aspiraciones, eso no se le puede negar a nadie.
      Muchas gracias, Gloria.
      Un abrazo

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