Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Microscopio nº 43 : GRAMÁTICA PARDA

Un martes más el Microscopio nos presenta el resultado de un análisis de texto, con la sra Gramática nos hemos ido a topar…

Gina ha elegido para la ocasión una pieza de «Los chicos de coro», concretamente «Vois sur ton chemin» 

GRAMÁTICA PARDA

Pero nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar hacia arriba.  Nunca sin saber por qué. No es lo mismo, y todo por una coma. Ellos miran, tú miras, nosotros miramos. Saben por qué, vaya que sí. Los accidentes del verbo son tres, y uno solo verdadero. No sabemos cuál y por eso miramos hacia arriba. Tú te asomas y nos lanzas las llaves de tu reino, y ascendemos sufriendo la sevicia de los accidentados escalones. Luego, sublime ninfa, nos ayudas con los deberes de gramática. O eso les decimos a nuestras madres, que miran hacia arriba con la inocencia de los santos de retablo.

A los pinceles Jean Durand

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Letra_X

Estimado autor o autora, he intentado en sucesivas relecturas encontrar esa puerta secreta que tienen casi todos los micros, para adentrarme en tu mundo secreto. Pero he sido incapaz. Tal circunstancia me lleva a merodear entre tus palabras con la impresión de que me son extrañas. ¿Las musas? ¿La ciencia infusa? ¿La casualidad? Puede que incluso ninguna de ellas sea la protagonista. Convendrás conmigo en que, sin haber comprendido el contenido, es difícil opinar sobre el continente. Por tanto, perdona mis comentarios, que en ningún caso pretenden otra cosa que ser de ayuda.

(-) Tu relato me parece críptico, como el uso del lenguaje, por ejemplo, en el juego de la coma, que cambia el significado de la primera frase en la segunda, calco de la primera a excepción de ese signo de puntuación. Me planteas a continuación un reto con la conjugación del verbo mirar, ya te he dicho que yo miro, pero no veo, para volver a incidir en la idea inicial, ese saber o no saber, ¿ser o no ser capaz de hacer los deberes de gramática? Tanto si es un niño el protagonista, como si es un adolescente, el tono, el registro que eliges le resta verosimilitud. Los pequeños, por serlo, nunca dominan el lenguaje a ese nivel(sevicia mediante), y los mayores, precisamente por transitar por ese periodo, tampoco suelen estar dispuestos a descubrirse como lectores, consumidores de cultura, sobre todo si como parece, tiene (el protagonista) ciertos problemas para realizar sus tareas. Es un ir y venir entre lo posible y lo probable, lo real y lo ficticio, que no me deja anclarme en la trama del texto.(+) Pero hay cosas que me gustan.  La mirada de santo de retablo de las madres, me saca una sonrisa, es una buena imagen para cerrar un relato.  Y, sobre todo, la musicalidad. El fraseo, la cadencia, el ritmo.

Gracias, en todo caso, por ponerte a merced de las olas.

 

Letra_Y

(=) El título, como tal, me gusta, aunque no sé si es aplicable al relato.

Gramática parda es una expresión o paremia que describe la inteligencia natural o aprendida que poseen algunas personas que carecen de estudios. Por extensión, es la habilidad de las personas que salen airosas de las situaciones comprometidas.

La primera frase viene de ReC. ¿Qué no es lo mismo? ¿Qué relación tiene con la coma?

Conjugación perfecta. Una relación con el verbo, doble sentido, tanto del verbo gramatical como con el verbo celestial. Los tres accidentes como las tres personas en una sola. Pero me pierdo. No lo acabo de entender.

No sabemos cuál y por eso miramos hacia arriba. Miran hacia arriba y esperan, ¿a qué? ¿Qué ninfa es la que le tiene que lanzar las llaves de qué reino?

Accidentados escalones. Supongo que se refiere de nuevo a los accidentes verbales y gramaticales. Y es esa ninfa ¿? La que ayuda con los deberes.

Y las madres miran hacia arriba también. No sé muy bien qué pintan, será como cuando nos decían que las respuestas no nos iban a caer desde el cielo.

Hay, para mi gusto, una mezcla de cosas que interrumpe la lectura sin llegar a concretarse en nada. De hecho, lo lamento mucho pero no he entendido la intención del autor. Es un micro que se escapa a mis entendederas.

 

Letra_Z

Os juro que lo he leído entre veinte y ciento sesenta y dos veces. En momentos distintos de ánimo y hasta con algunos grados etílicos en la sangre. Despacio y rápido; al sol y a la sombra; por el día y por la noche; en silencio, a media voz y a grito limpio; acompañando cada palabra con mi dedo índice… y al final, me declaro torpe, inútil y corto. No consigo entenderlo. Sin duda, necesito la “llave de su reino” para descifrarlo, una pista que no localizo. Lo siento.

Intentaré explicarme: comenzamos con una disquisición sobre los distintos significados que puede dar una coma de más o de menos y continuamos con una declinación de relleno. Decimos (no sé si parodiando algún dogma religioso o buscando una coincidencia inoportuna entre verbo y Verbo) que los accidentes son tres, cuando todos sabemos que son cinco.

Mel : He pedido a Z que nos aclare esto.

Según la gramática tradicional, y puestos a complicarnos la vida, son cinco: los tres conocidos de tiempo (pasado, presente o futuro), número (singular o plural) y persona (1ª, 2ª y 3ª). Nos añaden además otros dos para complicarnos la vida: modo (indicativo, subjuntivo, imperativo…), y para rematar, el aspecto (si la acción está acabada…). He tenido que estudiarlo (repasarlo), no creas.

 

Solo esto, ya lo convierte en un texto farragoso y complicado sin necesidad.

Hay una segunda parte referida a ese personaje sublime, ninfa o diosa, que no se sabe si se refiere a la profesora (improbable porque ella no “ayuda con los deberes”, sino que los manda), a la propia Gramática Parda, confiriéndole cualidades de ente samaritano (que nos ayuda casualmente con la otra gramática), o a las madres (improbable también por aparecer simplemente como receptoras de lo que nosotros pudiéramos decir). En fin, un caos en cuanto a su exposición. Me inclinaría por la segunda de las opciones (la del “ente samaritano”), a tenor del título escogido, pero no sé qué tienen que ver los retablos, las referencias alpinistas, las comas, las declinaciones verbales…

Ya el título es una paremia conocida y ambigua y, precisamente por su ambigüedad, deberíamos concretar mucho más el texto: ninfas y reinos, madres y retablos, nos dejan con la problemática de intentar entenderlo. Siempre he sido partidario de buscar la implicación del lector haciendo trabajar su imaginación, pero nunca sus entendederas. La “gramática parda” es esa ciencia obtenida de la vida sin necesidad de estudios concretos y no tiene nada que ver con los “deberes de gramática”. En fin, un conjunto de ideas que se superponen añadiendo confusión según van apareciendo. Un verdadero caos.

Por apuntar otras cuestiones, me ha llamado la atención el uso de la palabra “servicia”, que si bien etimológicamente evoca el concepto que se quiere dar en el texto, su significado es otro muy distinto, y remataríamos el caos si hacemos intervenir también a los mercaderes de ganado. Otro término que también me crea cierto conflicto es ese “asomas” (de “Tú te asomas y nos lanzas…”), o la “O” (conjunción coordinante) después de un punto y seguido que, si bien no es del todo incorrecto, pide abiertamente una coma.

En fin, después de lo antedicho en los párrafos anteriores, estos pequeños detalles, o cualquier otro análisis, carece de importancia, por lo que quiero terminar pidiendo dos cosas: la clave para entenderlo, y el perdón por ser tan rotundo. Lo que no cabe duda es en que estamos ante un despojo del REC muy poco afortunado.

 

 

 

 

19 Responses

  1. Paloma Casado

    Yo tampoco lo entiendo pero me gusta. ¿Es posible? pues creo que sí, por su ritmo o sus palabras o vaya a saber Vd. por qué. Entiendo que esas miradas hacia arriba son las que lanzamos cuando algo nos supera, a los niños la gramática, a las madres las malas notas (gramaticales) de los hijos. Y lo he reconocido de Rec, je,je. todos reciclamos.

  2. Me permito comentar, a mi el relato me gusto. Creo entender que hace referencia a la inspiración que llega enviada por la musa en la que uno (el escritor) transcribe el texto «recibido», que luego es mostrado a amigos, maestros, madres, los que miran para arriba, quejándose o criticando muchas veces algo que se desconoce (de ahí la mención de los tres accidentes gramaticales), y la excusa del escritor de que la gramática la inspiro-corrigió la musa.
    En resumen, muestra el texto más perfectamente escrito a alguien, y el encontrara algo malo en él (y mirara para arriba).
    Saludos y gracias a Mel por incluir mi dibujo.

  3. Ana Fúster

    A ver, me lanzo a destripar. Después de un par lecturas me sale esta película. Hablamos de unos adolescentes. Salen de clase de gramática y al pasar por determinada calle miran hacia arriba, porque en el balcón de un edificio les espera una prostituta. Les lanza las llaves de su casa y suben con ansia los escalones. Luego ella les enseña “gramática parda”, aunque los chicos dicen a sus madres que les ayuda con los deberes, supongo que para justificar el dinero que le pagan. Y las madres miran hacia el balcón de “la profesora” sin olerse el pastel. Hasta ahí la historia.
    Luego, releyendo con más atención al detalle, los paralelismos entre religión y gramática no los veo muy afinados, en especial la frase en que los cinco accidentes del verbo se convierten en tres para forzar la comparación con la Trinidad (por cierto, me imagino que el accidente desconocido es el número del portal, y por eso miran hacia arriba). Lo de las “llaves del reino” es gracioso, las llaves de “la gloria”. Y lo de las madres cuyas caras de inocencia cuando miran al balcón son similares a las de los santos de un retablo también. La sevicia la entiendo en el contexto –en su ansia por encontrarse con la mujer los jóvenes encuentran crueles los escalones que se interponen-, pero hubiese preferido una palabra más corriente que no me sacara del texto. Y la frase del principio no tiene nada que ver con el resto. Es como si la historia hubiese estado escrita previamente y se hubiese encajado con calzador a ese comienzo.
    En fin, igual no he dado ni una. Esperaremos a que el autor nos ilumine con su gracia. Amén

  4. En lineas generales, estoy bastante de acuerdo con los «supertacañones», y especialmente con «Z», siento decirlo, porque tampoco lo entiendo, la verdad. quiero darle las gracias a Ana Fuster por ese relato suyo tan original que nos aporta.
    Una ilustración preciosa con «cara de retablo y una música sensacional.

    Besos para todos y especialmente para la autora del relato.

  5. Querida Ana: si digo «desatino», quería referirme a que considero tu interpretación del texto algo muy alejado a lo que yo puedo ver, exactamente igual que hice con Ana Fúster, que le «agradecí su relato/interpretación abslutamente nuevo y personal». Por favor, perdóname por no haber escogido la palabra precisa. Me gustaría mandarte un abrazo enorme, y que mis besos puedan aliviar en algo los malos momentos que puedas estar pasando
    Un beso enorme.
    Por cierto, si bien tu interpretación se aleja enormemente de lo que yo puedo ver, no deja de ser un relato, nuevo sí, pero con un argumento extraordinario.
    Más besos, Ana.

  6. Hola a todos. Me destapo como autor del desaguisado que mi inocente -e imperfecto, no lo dudo- cuentecillo ha provocado. Os agradezco a X, Y, Z vuestros concienzudos comentarios, llenos de razonada crítica, pero también con su sentido del humor. Que conste, ante todo, que mi cuento no pretendía ser una tomadura de pelo. Otra cosa es que esté o no conseguido el equilibrio siempre difícil entre significante y significado. A veces, vosotros y vosotras lo sabéis, se juega tanto en el filo de las palabras, que lo que el autor está pensando puede no ser transmitido adecuadamente. Gracias también a Paloma Casado y Jean, por confesar que les gusta mi relato aún sin entenderlo. Es para mí un piropo que agradezco profundamente, pues es lo que se suele decir de la poesía (sin pretensión alguna de que esto lo sea). Agradezco a Ana U y Luis San José sus aportaciones (haya paz, no quiero yo ser inductor de pendencias). Todas las interpretaciones que habéis hecho son meritorias y totalmente válidas, pues el lector qué es sino otro creador. Me queda por mencionar la de Ana Fúster, y no es por olvido. Resulta que su lectura, cosas de esos raros azares que nos rigen, coincide punto por punto con lo que yo pretendía comunicar. Ella lo cuenta tan bien que yo apenas puedo aportar nada más. Es tal cual, y conste que no tenía información privilegiada. La clave (o eso pretendía yo) está en esa “gramática parda” que, amén de hacer alusión a conocimientos ajenos a lo escolar, tiene también un sesgo de malicia y picardía. Luego intentaba jugar con el doble sentido de las clases particulares de lengua y de la actividad non sancta. Las alusiones religiosas van también al hilo de esa ambigüedad bien/mal, estudio/placer. Lo de la coma del principio se refiere a que la primera frase significa que “no saben por qué” y la segunda que sí que lo saben. No sé si estas explicaciones van a convencer al respetable. Ahí quedan expuestas a la arisca intemperie. Gracias de nuevo por vuestro interés y vuestro tiempo.

    1. Ana Fúster

      Pues como Antonio sabe muy bien, no recibí ninguna «información privilegiada», vamos, que no tenía ni idea de quién era el autor del texto, aunque sí tuve clara la autoría masculina. En la primera lectura me pareció intuir por dónde iban los tiros y en la segunda se confirmó la intuición, aunque obviamente no podía estar segura de que lo que a mí me cuadraba también fuese lo que el autor quería transmitir (no sería la primera vez ni la última).
      Me parece un texto con muchas posibilidades y bien escrito. Creo que una pequeña manita de pulidora quedaría estupendo. Besos, Antonio, y muchas gracias por dejarte destripar.

  7. Pues me destapo como Z, de ahí, Ana, ese comentario dicho de tal forma que pretendía encerrar un pista velada de mi identidad, nunca como justiciero espadachín y sabelotodo. Una vez más, Ana, te mando el abrazo más fuerte que he dado en mucho tiempo.
    ¡Antonio! que yo te admiro, pero insisto, y perdona mi rotundidad, no entiendo el relato. Escribes bien, pero quiero pensar que, a veces (y nos pasa a todos), lo repasamos tantas veces que pensamos que decimos lo que solamente pensamos. En fin, ya con las pistas que nos das, te prometo que volveré a estudiarlo.

  8. Pues me destapo como Z, de ahí, Ana, ese comentario dicho de tal forma que pretendía encerrar un pista velada de mi identidad, nunca como justiciero espadachín y sabelotodo. Una vez más, Ana, te mando el abrazo más fuerte que he dado en mucho tiempo.
    ¡Antonio! que yo te admiro, pero insisto, y perdona mi rotundidad, no entiendo el relato. Escribes bien, pero quiero pensar que, a veces (y nos pasa a todos), lo repasamos tantas veces que pensamos que decimos lo que solamente pensamos. En fin, ya con las pistas que nos das, te prometo que volveré a estudiarlo. ¡Seré cazurro!
    Por cierto, Ana Fúster, queda nombrada «juez microscopista» para los restos.
    Por algo me senté a su lado en la cena de la «microquedada»: para ver si se me pegaba algo. Ni por esas.

    1. Gracias amigo Luis Z por la admirable exégesis de mi texto. No deja de asombrarme la cantidad de gente que aquí se toma en serio el arte de la crítica, más allá de dar palmaditas en la espalda que no llevan a nada. Lo que le hace falta a un escritor es que le fustiguen, y eso es lo difícil de hacer. Que Ana Fúster me «entienda» no quiere decir nada, más allá de que nos una una rara intuición de las cosas, de hecho sus pegas me pone. Reconozco que elegí este texto porque me parecía que podía dar juego. En lo arriesgado es donde se apuesta uno los cuartos. Pegas todas, parabienes los mínimos, para eso ya está ese primo lector o ese cuñado doméstico que todos tenemos. Así que nada, Luis, a tirar con todo. Para eso estamos. Un abrazo.

  9. Gracias, Ana, por tu atención. La idea de trascendencia es algo que está en todos nosotros, aún cuando no queramos. Yo suelo utilizar referencias piadosas porque están en mis referencias vitales. En este caso sirven de contraste con el mundo carnal. Todo está construido siempre de dos fuerzas contrapuestas. Que conste que tu interpretación tenía en sí misma un gran interés narrativo. Un cariñoso saludo.

  10. Hola a todos, en especial a Gina, por la música, y a Jean por la ilustración. Soy Paloma Hidalgo, o X, y poco más tengo que añadir a lo escrito ya: Antonio, me quedé a dos velas, perdona que no haya sido capaz de interpretarlo, y créeme cuando te digo que lo intenté. Qué imaginación la tuya!!! Y la de las Anas, la que acertó, y la que no: chicas, qué envidia!

    Saludos, abrazos y demás parabienes.

    1. Ay, Paloma, yo sí que debo pedirte perdón por marearte, por aprovecharme de tu tiempo y de tu enorme generosidad.Ten por seguro que la culpa de mía, por no haber sido capaz de dar unas claves lo suficientemente adecuadas. En el afán de huir de los demasiado evidente, uno se pasa a veces al otro extremo. Tampoco se trata de jugar a los acertijos… Pero bueno, nos hemos divertido, ¿no?

  11. Bien, pues llega la que faltaba. Soy Y.
    Muy buena la ilustración y la música que la acompaña. Todo un acierto.
    Antonio, vaya que sí, que nos has mareado durante unos cuantos días. Leí el micro no sé cuántas veces. Lo leía, lo dejaba, lo pensaba, lo retomaba y volvía a buscarle el sentido. Y, sinceramente, me cabreaba. Pero no por considerarlo una tomadura de pelo, que no era eso, sino por lo arcano. Pensaba en lo que nos dicen siempre: no hay que adivinar un micro. Una cosa es la sugerencia y otra la adivinación. Y en este caso, se trataba más de lo segundo que de lo primero.
    Después de leer el estudio que ha hecho Ana Fúster se ve claro. El problema, que nos pasa muchas veces, es que el texto está más claro en nuestras cabezas que en las palabras escritas.
    Desvelado el sentido, creo que se le puede sacar mucho partido al texto. Porque me gusta.
    Coincido contigo, Antonio, en que para que nos den palmadas en la espalda ya tenemos los palmeros de turno, los cuñados cariñosos (búscame uno, porfavor) o los compañeros amables. Esto es un juego de corrección muy bueno. De lo contrario, no me hubiera apuntado. Nos prestamos a ello para aprender, porque desmenuzando, destripando y corrigiendo se aprende un montón. Y, sobre todo, aceptando lo que los correctores nos dicen. Espero que mis comentarios no te hayan molestado, no los hice con esa intención.
    Gracias a mis compañeros microscopistas. Y a las dos Anas. Ha sido un placer, de verdad.
    Abrazos a repartir entre todos.

    1. Estimada Elena. Coincido plenamente contigo en lo de valorar este espacio como un lugar serio donde se viene a aprender. No deja de admirarme la dedicación de Mel al mantenimiento del mismo. Y también estoy de acuerdo en lo de que lo que se tiene en la cabeza no siempre está plasmado en las palabras. Podría haber elegido un relato más convencional, e incluso del que encontrara más satisfecho, pero elegí este porque me parecía que podía dar juego. Y así ha sido. Espero que a nadie le haya parecido una tomadura de pelo. Desde luego no era mi intención. Desde luego tus apreciaciones no me han molestado en absoluto. Todo lo contrario, gracias por el tiempo y la energía dedicados.

  12. Cierro este Microscopio aclarando, por si alguien tiene dudas, que este espacio nos lo tomamos muy en serio. Tanto los autores que prestan sus relatos con ánimo de aprender y mejorar, como los opinadores quienes dedican su tiempo a hacer un examen muy exhaustivo del texto. Y por supuesto los ilustradores y Gina que hacen un regalo exquisito al autor.Y sí, yo también le dedico mucho tiempo personal a este espacio para coordinarlo todo y tenerlo en fechas.

    Aclarado esto, y centrándonos en este cuento en particular, coincido 100% con Elena. Una cosa es la sugerencia y otra muy distinta la adivinación. En este cuento, aunque la gran Ana Fuster haya dado en el clavo, creo que casi todos estaremos de acuerdo en que no se consigue ni contar ni sugerir la historia que Antonio pretendía. A partir de ahí, cualquier otra interpretación es igualmente válida o disparatada, eso sí, no es ámbito del Microscopio.
    Mañana más.

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