Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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Mnstrscp2018 – R2 – Encuentro17

Los participantes con el alias : WAGNER – LOUISE BOURGEOIS – DEGÁS

deberán escribir un relato que cumpla las siguientes bases:

PLAZO : antes de las 12 de la noche (hora peninsular española) del domingo 23 de septiembre.

CONFLICTO: Te despiertas y te han convertido en : EL TIBURÖN EN TEJADO (está en Oxford) 

EXTENSIÓN : 150 palabras máximo sin incluir ni el título, ni la escultura ni el objeto

aparecer obligatoriamente este objeto : UN BOTIJO

GÉNERO : Humorístico, simpático, gamberril … y todo que se te ocurra añadir

 

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6 Responses

  1. Melísima

    ¡Maldita estrella! de WAGNER

    Los padres de mi novia son empresarios, saborean el vino en copas de Baccarat. Mis padres beben en botijo, y odian a quien invierte en bolsa, pues piensan que el plástico va a acabar con los océanos Una diferencia social que mis futuros suegros me recuerdan a la menor oportunidad.
    Vi aquella estrella fugaz y lancé mi deseo.
    Deseé ser un tiburón de las finanzas e introducirme en su mundo. ¡Nada que ver con ser escualo y atravesar su tejado! Mi novia me reconoció, porque sonreía. Los esnobs de mis suegros huyeron asustados.

    Nuestra vida se ha vuelto complicada, ella humedece mi cuerpo y me alimenta. En ocasiones, invita algún familiar o amigo, ese día disfruto de una comida especial. El tema sexual es peliagudo. Mi pene está en la azotea, y el depredador más mortífero de los mares resulta que no tiene lengua.
    Temo que mi novia me abandone.

  2. Melísima

    Se vende de LOUISE BOURGEOIS

    La culpa fue de esos programas de la tele en los que todo parece fácil. Compras una casa en ruinas, inviertes cuatro duros y un poco de trabajo y a ganar dinerito con la venta.

    Tengo experiencia. Mi abuelo, mi padre y mis tíos arreglaron la casa del pueblo ellos solitos. Yo, con apenas cinco o seis años, les ayudaba y les llevaba el botijo. Así que las obras no tienen secretos para mi.

    Busqué por Internet mi primera inversión y encontré una ganga. Pero claro, no decían nada de esa chimenea por la que no entró Santa Claus sino Willy.

    Sí, le he puesto nombre a ese tiburón gigante que atraviesa la primera planta y asoma al salón. Me ahorré arreglar las habitaciones de arriba y coloqué una mampara de cristal en el salón para llenarlo de agua.

    Se vende casa singular con encanto marino.

    1. Diablote

      y con lo tacaño que es el tío estará esperando a que llueva a lo bruto, como siempre en el Reino Unido, para no pagar el agua, la maldición del botijo, vamos.

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