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Los participantes con los alias: MARY POPPINS y RICITOS DE ORO
Rinden homenaje al Alicia en el país de las maravillas y La Lechera
Tendrán de plazo hasta las 23:59 horas de España peninsular del sábado 2 de Octubre del 2021 para escribir un microrrelato que cumpla con las siguientes bases:
- *Debes elegir 4 palabras, 2 de cada bloque (en vertical) de cuentos clásicos. Te proponemos 3 palabras relacionadas con 2 cuentos, tu seleccionas 2 de cada cuento. Se admiten variantes de género, singular/plural, diminutivos… Si escoges un verbo puedes conjugarlo.
- *Relato : 123 palabras MÁXIMO (título no incluido) y debe aparecer 3 de las 4 palabras antes escogidas.
- *Título : de la extensión que quieras, pero debe contener la 4º palabra.
Alicia en el país… | La lechera |
Laberinto | Cántaro |
Carta | Tropezar |
Gato | Pollito |
Envía tu relato AQUI Recuerda que una vez enviado ya no se podrá editar el relato. Por favor, escribe las 4 palabras en mayúsculas.
Votación del encuentro (se activará cuando se hayan presentado los 3 relatos). Recordamos que solo se permite el voto a participantes del concurso y del blog. Uno no se puede votar a sí mismo.
LABERINTO de pasiones de MARY POPPINS
Me sorprendió encontrar en el buzón una CARTA dirigida a Rubén Méndez, el detective protagonista de mis novelas. Comencé a leerla tan ensimismada que TROPECÉ con el CÁNTARO que adorna el pasillo. La rotura de un dedo del pie no fue el único trastorno que me produjo esa confesión de amor. Cómo podía alguien confundir un personaje con una persona real. Sin embargo, decidí seguir la corriente a mi “enamorada” hasta que un día recibí la visita de su marido. Venía dispuesto a matar a su oponente. Tuve que jurarle que yo misma acabaría con él.
De todas formas, ya estaba harta de ese detective sabelotodo y pensé que no estaría mal comenzar la nueva etapa con una asesina en serie.
Ya no TROPIEZO de RICITOS DE ORO
Las calles de la ciudad parecen un LABERINTO, llueve a CÁNTAROS y no encuentro la dirección que pone en la CARTA. Tengo la sensación de estar dando vueltas como en un tiovivo. Decido guarecerme en un garito que hallo en una lúgubre callejuela, no hay mucha gente, me siento en un taburete en la barra y pido un café solo muy cargado. Pregunto a la camarera si puede ayudarme. Una carcajada retumba acallando al resto de voces. Salgo bajo la lluvia e intento guiarme por el buen camino. Esta vez será el definitivo, no más sombras que me aten a una botella de vino. La vista se me nubla con el agua, sólo quiero llegar al piso donde traten mi adicción.
Votados. Suerte.