Mnstrscp2022-R1-Encuentro10
Los participantes con los alias: GILDA – TESEO – EL REY ARTURO
tendrán de plazo hasta el miércoles día 5 de octubre hasta las 23:59 horas de España peninsular para escribir un relato que:
- * nos cuente algo especial de su personaje
- * no exceda de 150 palabras (título no incluido)
- * use, de cualquier forma, sentido (admitimos singular y plurales) la palabra : LUZ (si la pones en mayúsculas al enviar el relato nos ayudas mucho)
Enlace para que los autores envíen el relato AQUI
Para votar (cuando el encuentro esté ya completo) AQUI
Jubilado de TESEO
Cruzaban de acera al verlo acercarse por la calle y apuraban de un trago el vino para huir despavoridos cuando entraba en la cantina. Porque en aquella isla griega los vecinos sabían que, como saludaras a Teseo, rey expulsado de Atenas, se te hacía de noche escuchando sus batallitas: que si tengo dos padres, Poseidón, el dios del mar, y Egeo; que si me he cargado a no sé cuántos gigantes; que si he derrotado al Minotauro a puñetazos; que si ni el veneno pudo conmigo. Y que si patatín y patatán.
Y a Teseo, curtido en mil contiendas, al principio le dolía el rechazo y por lo bajinis les llamaba provincianos, gente con pocas miras, deslomados sobre sus viñedos hasta la última LUZ del día, recolectando, prensando y desollando uvas. Pero observando a esos campesinos que nunca saldrían de sus tierras terminó renegando, apesadumbrado, de ser una leyenda mítica.
Conmigo llegó el escándalo de GILDA
Nunca un guante causó tanto escándalo, ¿verdad? Pero es que, quizás, yo lo llevaba desde siempre conmigo.
No sé cuál era el motivo que me impulsaba a actuar así.
Tal vez por la LUZ que desprendía el rojo intenso de mi pelo, quizás por la lujuria que ocasionaba la lenta cadencia de mis movimientos, impulsados por mi trabajo anterior como bailarina, o acaso por la naturaleza pecaminosa que me acompañaba desde niña.
Probablemente me merecía la bofetada que me propinó Johnny. Pero es que el odio y el rencor a veces se encuentran tan solo a un paso de la pasión desenfrenada que me empujaba a ser tan temperamental.
Ahora sé que los hombres que conozco siempre se acuestan con Gilda, pero se despiertan conmigo, a pesar de que mi personaje me convirtió para la historia en la «»diosa del amor»».
la leyenda de Arturito del REY ARTURO
Han pasado muchos años pero el recuerdo de Arturito sigue intacto en mi memoria.
Por aquel entonces, yo regentaba el pub Camelot, el antro más famoso de los suburbios ingleses.
Arturito, era un niño callejero, andrajoso y más listo que el hambre, que a cambio de comida, me hacía algunos recados. Con los años, aquel niño enclenque pasó a ser un hombre tramposo y embaucador que, a pesar de su éxito con las mujeres, nunca se comprometió. Decía que su amor era la ginebra, porque atontaba igual sin pedir explicaciones.
Sus timbas clandestinas a mesa redonda se hicieron famosas. Empezaban con la última LUZ del día acabando al amanecer.
Caballeros de toda índole apostaban hasta su último centavo, quedando en la ruina. Eso, entre otras cosas, le llevó a la muerte. Dicen que le atravesaron el corazón con una espada, y allí donde murió el hombre, nació la leyenda.