08. MOBILIS IN MOBILI (Mariángeles Abelli Bonardi)
Acqua: con ese color fluye, por las volutas de asfalto, a la velocidad de la vida. Se desdibujan las señales, las siluetas, los contornos; el vértigo lo intoxica. Nemo nunca se ha sentido tan poderoso. Chirrían los frenos… Su flamante Nautilus se incrusta en el colmillo largo y retorcido de un enorme Narval.
Un coche es algo más que un medio de transporte. Proporciona la sensación de tener el destino en las manos. Pero una acción en apariencia mecánica, como es conducir, puede convertirse en un camino hacia la muerte cierta, cuando el conductor, distraído, embebido, embriagado o desesperado, utiliza ese ingenio humano para saltarse todas las reglas, también la mas elemental de preservar su propia vida.
Una historia breve e intensa, la de un suicida de quien desconocemos sus motivos, pero sabemos su final, con un lenguaje marino que aporta gran originalidad.
Un abrazo y suerte, Mariángeles
Hola, ÁNGEL. Me alegro que la historia te parezca breve e intensa, porque ciertamente lo es. Pero más que a un suicida, yo tenía en mente a un conductor embriagado por la velocidad de su auto nuevo; de ahí lo de «flamante», porque imaginé que recién lo estaba estrenando.
En cuanto al «lenguaje marino», se lo debo al color del descapotable de la foto, con su color acqua/agua, que primero me evocó la peli «La forma del agua» (que me encanta, pero no supe cómo integrarla a la foto), y luego la forma del auto me hizo pensar en un submarino, más precisamente el del capitán Nemo, y se me ocurrió que Nautilus y Narval bien podían ser la marca de dos vehículos, el descapotable y el camión con el que choca, de ahí el título del micro, Mobilis in mobili, «Móvil en lo móvil», que es el lema escrito alrededor de la gran «N» de la bandera que identifica a capitán y navío (Mobilis in mobili es una locución latina original de Verne, que al parecer era gran amante de los clásicos).
Como siempre, agradezco y valoro tu atento y sesudo comentario.
Un beso grande,
Mariángeles
Dejarse llevar por la embriaguez de la velocidad o dejarse llevar por tus imágenes acuáticas son dos formas opuestas de placer. La primera conduce al suicidio, si no se ha cobrado más vidas en su alocada carrera. La segunda nos lleva a disfrutar de este breve pero intenso micro.
Felicidades, Mariángeles. Suerte y besos,
¡Muchas gracias, CARMEN! Las imágenes acuáticas me llevaron por los caminos vernianos, más placenteros y la mar de más seguros. Me alegra que hayas disfrutado el micro.
Suerte y besos para vos,
Mariángeles
Guau, Mariángeles, ¡cuánto has intentando mostrar con tan poco! La máxima «menos es más» aquí se cumple. No es necesario que lleguemos a entenderlo todo, aunque cuando explicas todo el simbolismo ya me ganas del todo. No malinterpretes esta otra máxima particular «me gustan muy breves» (los microrrelatos, claro) Ja,ja,ja.
No sé si en Argentina se utiliza este refrán: «Lo bueno si breve dos veces bueno». Pues eso opino de tu relato.
Un abrazo.
Sí, BARCELÓ; ese refrán se utiliza, y muy a menudo, aquí en Argentina. Y sí, quise mostrar mucho con muy poco, y espero no haberme quedado en el intento (no te voy a negar que lo que me decís de «intentar mostrar» me ha preocupado un pelín, jaja). A mí también me gustan muy breves… los microrrelatos, jaja 😉
Otro abrazo para vos,
Mariángeles
Mariángeles, breve propuesta pero con todo lo necesario para ser un buen micro. Mezclas lo marino con la carretera y el resultado es el final de ese flamante coche. Es lo que pasa cuando se hace caso omiso de las reglas de circulación y se corre demasiado.
Un beso
El flamante coche de un conductor irresponsable, lamentablemente. Si en algo ha valido su carrera, espero que de ejemplo de lo que no hay que hacer.
Me alegra que te haya gustado la mezcla, BLANCA.
Un beso grande,
Mariángeles
Mariángeles, un relato hermoso en su lenguaje, pero duro en su contenido. Me han encantado las metáforas que has utilizado para contar la historia de este adicto a la velocidad que acaba muy mal, así como el lenguaje acuático que le da mayor fuerza.
¡Enhorabuena! Te deseo mucha suerte.
Besos apretados.
Hola, PILAR. Vengo de leerte y comentarte y compruebo, con agrado, que si bien diferimos en el modo y la extensión en el contar, coincidimos en la dureza del tipo de historia que se cuenta.
Me alegra que te haya gustado mi hiperbreve «Semi-Verniano».
Yo también te deseo mucha suerte y retribuyo los besos apretados.
Que empieces muy bien el 2019.
Mariángeles
Relato veloz como el propio Nautilus.Quizás sin querer o aposta, has intentado reflejar en la brevedad del texto la rapidez de los acontecimientos de la historia.
Sí, EDITA. Mirando el micro en retrospectiva (ya hizo más de un mes que lo subí al concurso) creo que fue aposta, como decís, para reflejar lo vertiginoso de la vida del personaje, y de la carrera y de su abrupto final.
Un beso y que empieces muy bien el 2019,
Mariángeles