MÓJATE, ENTECIANO … CON EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Hace unos minutos que acabamos de cerrar una segunda propuesta con pleno: las 23 parejas han cumplido con reunirse alrededor de ese «verano de libro». Gracias por venir.
Y pasado ya el ecuador de esta “locura de verano” ha llegado el momento de … ¿soñar?
El verano es el tiempo del optimismo y también de lo inesperado, de la aventura y de todo lo que podamos meter en la maletita de lo placentero.
El verano es… un sueño o, por lo menos, tiene muchos de los ingredientes para serlo. Y así nos lo mostró Shakespeare en todo ese icono estético, fantástico y literario que es El sueño de una noche de verano.
Y como homenaje a todo esto coooomienza la
TERCERA PROPUESTA
de nuestro concurso de verano.
Aunque será sencillo, en esta ocasión vamos a complicar un poquito las cosas (o no…) porque creemos que la combinación de estas condiciones son un campo fértil y cómodo para la imaginación.
Eso sí, lo primero… Os recordamos que esta convocatoria es EXCLUSIVA para las “PAREJAS ANÓNIMAS” que se han inscrito previamente en el concurso durante el mes de junio.
Y antes de empezar recordarte también que no olvides medir… contar las palabritas. Todos los relatos de nuestras convocatorias tendrán que presentar un máximo de 101 palabras… 101 es nuestro límite. Sin contar el título.
Y ESTAS SON NUESTRAS 2 CONDICIONES
para esta primera quincena de agosto que podríamos titular como
SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO
Como homenaje a este clásico shakespeariano de finales del siglo XVI os invitamos a que combinéis en vuestros relatos dos elementos fundamentales en esta obra:
- CONDICIÓN 1. En el relato debe tener claro protagonismo el tema del SUEÑO; puede ser tanto el acto de dormir como la actividad de la mente durante ese periodo de descanso, cualquiera de los dos nos servirán.
- CONDICIÓN 2. En el relato debe aparecer, al menos, un ANIMAL.
PUBLICACIÓN DE LOS RELATOS
Los relatos se enviarán al concurso mediante el formulario que os enlazamos al final de estas instrucciones. Sólo los relatos recibidos a través del formulario podrán participar. El encargado de recibirlos comprobará que cumple las condiciones y será el responsable de su publicación en la sección de comentarios de esta entrada del blog. Podría tardar en hacerlo hasta 24 horas. El relato será publicado bajo el seudónimo adjudicado oficialmente a esa pareja.
LOS JUECES
El jurado de la segunda convocatoria estará compuesto por 4 miembros: Rosana Alonso, Rosa Gil, Rafa Loscertales y JAMS. Salvo este último (que ha adjudicado y guardado los seudónimos e identidades de las parejas) los integrantes del jurado leerán los relatos desconociendo el nombre de sus autores o autoras.
La misión del jurado será presentar una lista de 5 relatos de todos los presentados para que el Jurado Popular elija a los ganadores definitivos en sus votaciones del próximo mes de septiembre.
FORMULARIO DE PARTICIPACIÓN
El único modo de participar en este concurso es a través del siguiente FORMULARIO o haciendo click sobre nuestro botón dorado…
En el formulario solo se solicita el seudónimo oficial de la pareja participante y el texto del relato.
El plazo para presentar el relato es la primera mitad del mes de agosto, lo que supone que el formulario estará abierto hasta las 23:59 horas de la noche del martes, día 15 de agosto de 2023.
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01. DESIGUAL BATALLA, de EL TRACTOR AMARILLO
Luchaba montado en un albo rocín de poderoso relinchar, pertrechado de armadura y escudo y blandiendo mi espada contra el gigantesco insecto alado de las seis patas y poderosas antenas con las que rodeaba con nefastas intenciones mi garganta, cuando me despertó el desaforado ladrido de Pompa, mi blanco pastor suizo que, junto a mi oído, intentaba alejar de mi boca a la cucaracha que aprovechaba mi sueño y surcaba confiada mi pescuezo camino de la boca. Con un violento manotazo acabó su aventura al alba.
02. DE TIGRESA A GATA, de BAILANDO
Julia y Julia invaden mi duermevela.
Julia me abraza desnuda; Julia me da la espalda con pijama de felpa.
Julia nunca usa ropa interior; Julia no sale sin su conjunto color carne.
Julia me ama en todas las posturas, donde le apetece; Julia, prefiere el misionero, en la alcoba, con la luz apagada.
Julia lame, mordisquea, pellizca, retuerce; las manos de Julia acarician con miedo a romper algo.
Julia quiere siempre, para Julia nunca es momento.
Amanece, y Julia me besa suavemente los párpados, pero Julia me zarandea porque llego tarde a la oficina.
03. LA HIBERNACIÓN, de WAKA WAKA
Los latidos del oso indicaban una debilidad incompatible con la vida. El reposo duraba ya años. Sin embargo, los sensores que le habíamos colocado en el cerebro mostraban imágenes de su curioso sueño, que se multiplicaba sin fin. Los vértices de las gráficas coincidían con la aparición de un oso idéntico, acurrucado en una cueva, que soñaba a su vez con otro oso letárgico que, por supuesto, también soñaba lo mismo. Con las mediciones descendentes, una interferencia dejaba la pantalla en negro. Para nuestra desgracia no podíamos saber en qué soñaba. Era algo tan triste que adivinamos un suicidio lento, infinito.
04. CEGUERA, de YO QUIERO BAILAR
No vi venir aquella maldita pesadilla. Jamás me faltaron cariños ni caricias. Tardes de manta y sofá y noches acurrucados bajo las sábanas. Nada cambió entre nosotros. Los mismos paseos, comidas y horarios. Siempre fui un animal de costumbres. Parecía que conmigo eras feliz. Pero cuando desperté de aquel sueño idílico, la realidad estalló ante mis ojos con toda su crudeza. La casa permanecía en penumbra. Había tanto silencio que, vértebra a vértebra, se erizó todo mi cuerpo. Aun así, seguí confiando en ti.
Ovillé mi soledad en el suelo y esperé tu regreso junto a la puerta de mi gatera.
05. CUMBRES NEVADAS, de UN RAYO DE SOL
Rodeadas de matojos secos y desperdicios se ven unas cuantas caravanas junto a esta carretera de Arizona. No se diferencian entre ellas: todas están sucias y desvencijadas, algunas tienen las ruedas pinchadas, otras los cristales rotos. Cualquiera que circule por aquí pensaría que están abandonadas, pero si se apease y se asomara a la más apartada podría ver a Ted roncando entre colillas y botellas vacías. Y, encadenada con un grillete, a MaryLou tarareando nanas, soñando con las nieves de Wisconsin, despegando de la tira que cuelga del techo las moscas que agitan desesperadas sus patas, arrancándoles con suavidad las alas.
06. SÁBADO NOCHE, de SARANDONGA
Las calles no están en su sitio y las aceras serpentean por el aire.
Los semáforos se han encaramado a los árboles y los coches charlan animados, sentados en los bancos del parque.
Una paloma atada a una farola ladra mi presencia entre vuelos diminutos.
Otra noche sin taxi para volver a casa, otra vez me toca ir cabalgando encima de la papelera por la pradera de asfalto.
Menos mal que el sueño está en su sitio y tu cabeza en la almohada junto a la mía.
07. DESPERTAR, de LA VIDA LOCA
Llevo noches soñando con un caracol. Aparece feliz bajo su concha, recorriendo caminos y verdes prados. Me pregunto si tiene algún significado mientras siguen pasando las noches y el caracol sigue mostrándome su sonrisa en los sueños. Continúo en mi rutina de casa al trabajo y de nuevo a casa. La vida se me escapa sin darme cuenta. Despierto del letargo en el que estoy sumido, ahora lo veo con claridad. Compro una autocaravana y salgo a esos caminos verdes, que me muestra la babosa con su hogar a cuestas.
Tarareando una canción conduzco imaginando una vida de libertad y naturaleza.
08. NO LLORAN LOS LOBOS A LA LUNA LLENA, de LA FLACA
En el profundo sueño de un lobo solitario se esconde el recuerdo olvidado de su manada y la añoranza del pelaje gris y suave de su hembra. No llora… Los lobos adultos secaron sus lágrimas hace mucho, aullando a la luna cuando se les desgarra el alma de soledad.
Las noches de luna llena el aullido es más agudo, más intenso…capaz de despertar por un momento a cada lobo adulto y solitario del sueño más profundo.
09. LOS RAPTOS, de ASEREJÉ
Anoche soñé que perseguía a un lobo de ojos amarillos. Mientras le disparaba flechas, sin lograr alcanzarlo, me guio hasta la cueva donde se refugiaba su manada. Al fondo, algo que atrapó mi mirada: una hembra gruñendo y jugando con sus lobeznos. Me despertó entonces el aullido de la loba que tenía presa, que pretendía dominar; aunque ahora ya sabía lo feliz que habría sido aquella criatura de no habérmela llevado. Junto a mí, el vacío que había dejado mi mujer aún no estaba helado, recordándome quizás que también ella hubiera podido ser más feliz de no haberme empeñado en domesticarla.
10. Y LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON , de EL CHIRINGUITO
A principio de semana, durante la noche, me convierto en una maravillosa pantera negra capaz de abrir el baúl de los recuerdos arrinconados. Eso me da fuerza mental.
Cuando el jueves se hace oscuro, mi subconsciente trabaja para que yo pueda alcanzar mis retos transformándome en un atractivo, seductor y todopoderoso tigre de bengala.
Mas sin faltar ni una sola vez, llegan las malditas tinieblas del domingo: “Sunday night”…Uff! Con los sentidos suspendidos por el sueño, mi almohada, cabello, cuello, ingles…todos reciben la visita de maléficas y obstinadas cucarachas negras rebosantes de sabias antenas, ágiles patas, problemas, angustias, miedos…¡AAAHHH!
11. AMOR HÍBRIDO, de ALL MY LOVING
Nos conocimos en un safari por la Sabana. Desde entonces, nos añoramos y, cada noche, nos pensamos. Es lo único que podemos hacer, cada cual tiene su pareja. Soñamos que en otra vida somos elefantes. O jirafas. O quién sabe, igual nos cruzamos y surge una nueva especie.
12. UN ACCIDENTE, de FOREVER YOUNG
Me despierto bañado en sudor. He vuelto a soñar con Django. Mi difunto gato regresa cada noche, bañado en sangre, con esa espantosa herida en el cráneo por la que se deslizan trozos de su cerebro y me contempla con odio. Quiero pedirle perdón, gritarle que lo siento, pero soy incapaz de pronunciar palabra hasta que el latir desbocado de mi corazón me hace despertar lleno de angustia. Lo lamento en lo más profundo. Lo juro. Fue un accidente. El pobre minino se metió por medio cuando descargué el hacha sobre Laura.
13. GLAMOUR, de DESPACITO
Siempre pensó que un hermoso unicornio irisado anunciaría el final de sus días, que elegantes mariposas negras rodearían el dosel de su cama o que la ascensión de su alma al cielo estaría escoltada por palomas blancas. Algo acorde a su rango.
Por eso no reconoció como una premonición soñar que un gato le bufaba entre llamas infernales: el mismo gato inmundo y sarnoso que su hija había recogido de la calle y ella se había encargado de envenenar.
Por eso también continuaba asistiendo a todos los cócteles, negándose a admitir que había muerto atropellada por el camión de la basura.
14. DESDE TU CIELO, de EL TIBURÓN
Los prados son verdes y el aire tan puro que reconforta mis maltrechos pulmones. Cientos de pájaros cantan una melodía alegre mientras vuelan por el cielo de un azul imposible.
Entonces la veo a ella, me sonríe, no ha envejecido nada desde que se fue hace ya, demasiados años.
Un pitido me saca del letargo, el gotero de morfina se ha acabado. Susana, la enfermera del turno de tarde, lo cambia sin mirarme, no tiene tiempo.
Un sueño pesado vuelve a apoderarse de mi. Esta vez espero no volver a despertar y quedarme allí, donde sé que ella siempre me espera.
15. DE JINETES Y MONTAJES, de DESPECHÁ
Los sueños son un teatro donde los mismos personajes se cambian de ropa y maquillaje según la obra. Me di cuenta cuando noté que mi cuñado y mi marido eran interpretados siempre por el mismo actor.
Nunca aparecían juntos y solo se diferenciaban porque uno montaba un brioso corcel y el otro un escuálido burro.
Subí al escenario y los puse en evidencia. Mi cuñado se apeó del caballo excusándose en que siempre me había deseado, pero solo se atrevía en sueños. Mi marido, en cambio, dijo que él estaba allí por derecho, y no hubo quien lo bajara del burro.
16. EL SUSTITUTO, de TORERO
Cuando me trasladaron a la nueva oficina me sentí agobiada. He estado teniendo pesadillas recurrentes: una horda de bichos amorfos y repugnantes que invaden mi cuarto por la noche y corretean por mi cama, todos ellos sin excepción luciendo la avinagrada cara de mi antiguo jefe bajo las antenas.
Pero desde que tú has llegado para sustituirle, el ambiente del despacho se ha tornado más respirable, más distendido, festivo incluso. Ahora, mis noches las habitan tus andares elásticos de gran felino, tus gatunos ojos verdes, y esa sonrisa de lobo con la que fantaseo al quitarme la ropa.
17. PARASOMNIA, de VENENO EN LA PIEL
Una noche soñó que volaba como un pájaro, y fue tan feliz mientras lo hacía que al amanecer se sintió desolado.
La noche siguiente, además de eso, soñó que despertaba y aún podía volar. Sólo había demorado un paso el reencuentro con la realidad, pero lo más interesante era que lo había decidido él.
Siguió añadiendo así cada día un falso despertar, colocando un nuevo peldaño en su retorno a la vigilia…, hasta que una madrugada se desveló y creyó que todavía soñaba. Su cama estaba junto al balcón; apenas tuvo que dar cuatro saltitos hasta la baranda, como un gorrión.
18. DEPREDADOR, de LA BOMBA
Se despierta empapado en sudor. Esa pesadilla recurrente y absurda le agota, ¿devorado por un león en Madrid? Maldito calor y los documentales con los que se duerme. Se anima, es lunes y verá a su joven y guapa becaria. Se hace la estrecha, pero al final todas caen si quieren ascender. La semana pasada solo fueron roces e insinuaciones. Esta será suya o a la puta calle.
A punto de entrar en su edificio la ve llegar en coche, ¿por qué acelera tanto? El logo del león de Peugeot enfila hacia él, ahora sabe lo que es ser la presa.
19 ATRACO A LAS 3, de LA BARBACOA
El ladrón de sueños prefiere actuar durante la siesta en verano. Se acomoda en el sopor que provoca el sonido del Tour de Francia y se cuela en los momentos más emocionantes para sustraerlos. Hace unos días me bajó de un golpe al suelo cuando volaba feliz entre campos de algodón, y ayer me robó el beso que por fin iba a darme Arturo, el buenorro de contabilidad.
Hoy he puesto alarma y dos perros guardianes a mi subconsciente. Sé que los sábados suelo soñar contigo.
20. PESADILLAS, de ESCUELA DE CALOR
El hombre tiene la misma pesadilla de todas las noches: es un antílope pastando en la sabana, se aparta del grupo buscando la hierba más tierna, el leve crujir de una rama seca y la leona clavándole las garras en el lomo, el mordisco en la garganta, su corazón desbocado al despertar.
La mujer que duerme a su lado sueña con acechar a la presa vulnerable, abatirla de un zarpazo, devorar sus vísceras. Se despierta con el sabor metálico de la sangre, como siempre, deseosa de que llegue la noche para, al menos en sueños, tener el consuelo de la venganza.
21. AUSENCIA, de LA LAMBADA
En cuanto cerraba los ojos aparecía el elefante en medio del pasillo de la casa. Al principio me despertaba y me aliviaba comprobar que era un sueño, pero con el tiempo no pude distinguir si el paquidermo vivía realmente en el pasillo. De hecho, tenía su sitio en la mesa cuando comía y en el salón cuando veía la tele.
Un día desapareció. Le pregunté a Google, pero no supo aclararme nada. Hoy escuché un pesado y lento avance por el pasillo, fue justo después de que Mario se marchara tras empaquetar sus cosas. Esta noche volveré a soñar con elefantes.
22. «ORIGINS», de AQUÍ NO HAY PLAYA
Era un día cualquiera de la era mesozoica. Hacía un calorcito del bueno y por toda Pangea las angiospermas florecían exuberantes. Una bandada de pterosaurios sobrevolaba la ribera del río donde nuestro protagonista descansaba tras merendarse una cría de triceratops. Como solía ocurrirle mientras hacía la digestión, le invadió un dulce sueño y se tendió, cuan largo era, bajo la benigna sombra de una cicadácea. En el justo instante en el que la consciencia le abandonaba, le pareció ver un ser bípedo que le observaba desde un bosquecillo de helechos.
Cuando despertó, el humano todavía estaba allí.
23. EL PICOTAZO, de OJALÁ QUE LLUEVA CAFÉ
La primera noche las alas del cuervo se apreciaban desde lejos. Poco más recordaba del sueño. La noche siguiente noté la cercanía del vuelo, sus formas y cierto brillo en sus ojos. En la tercera, a escasos centímetros, su aleteo al posarse me llegó amenazante y después del primer picotazo mi dedo índice prendido de su pico de ébano.
El despertador me sacó del macabro sueño. La ducha me relajó. Sonreí al ver el desayuno preparado.
Abrí con deleite la tapadera y comprobé horrorizado mi dedo ensangrentado entre los dos huevos fritos- Y el cuervo asomado a la ventana reía insaciable