Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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10. MOTIVACIÓN (Ángel Saiz Mora EdH 2020)

Intento sobrevivir en el infierno. Los amaneceres son a la vez regalo y nuevo desafío. Mis compañeros escriben cartas a sus novias, un consuelo al que no puedo acogerme. Es insufrible tener cerca el aliento de la muerte, pero no menos que acallar lo que quisiera decir a los cuatro vientos. Aún no es tiempo de sinceridades. Mantenerse vivo es la prioridad.
El silbido de un obús presagia desolación. Tras el ruido sordo, con la boca oscurecida de trazas de tierra, llega el cálculo de bajas. Al constatar que el azar ha hecho otras elecciones respiro aliviado, consciente de que cada momento puede ser el último.
La belleza es la única verdad dentro de estas trincheras, resplandece para quienes sabemos leer entre tanta miseria, bajo un mismo código de miradas y gestos secretos.
Alaban mi valor en el combate, dicen que soy un ejemplo. Solo ansío que esta carnicería termine pronto. Lucho por contribuir a la victoria de nuestra nación, necesito creer que algún día tomará forma esa sociedad perfecta que nuestros líderes nos han prometido. Todo va a tener sentido cuando en ella, como héroe de guerra, se respeten los sentimientos que comparto con mi teniente.

36 Responses

  1. Puri Rodríguez

    Gracias por tu relato, Ángel. Tremenda y nítida descripción de la cercanía de la muerte y del terror ante su inminencia. Ole tú. Un abrazo, amigo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Convivir con la muerte y ser generador de ella para poder seguir vivo es la peor práctica del ser humano, una amenaza que siempre late sobre todas nuestras cabezas. Muchas gracias y un abrazo, Puri

  2. Josep Maria Arnau

    La esperanza de cambiar la realidad y conseguir una sociedad mejor, puede generar la energía y motivación suficientes para sobrevivir en el infierno que nos muestras en tu relato, Ángel. Infierno terrible el de la guerra. Más aún, si no se pueden mostrar abiertamente los sentimientos propios más preciados. Tu texto está lleno de significados y posibles interpretaciones. Has dosificado muy bien la información hasta la revelación final. La frase “Aún no es tiempo de sinceridades” es reveladora. Los líderes han hecho grandes promesas, pero habrá que esperar a que termine la carnicería. La historia se repite una y otra vez. El duro final deja un impacto que perdura más allá de la lectura.
    Enhorabuena por este primer relato como Enteciano de Honor 2020.
    Un abrazo y mucha suerte.

    1. Ángel Saiz Mora

      Aspirar a un mundo mejor es algo legítimo y necesario, la manera con la que se trata de conseguir no carece de importancia, pues el cese de las palabras, enmudecidas por un conflicto brutal, supone siempre un fracaso.
      Por mucha capacidad de elección que creamos tener a veces da la impresión de que solo somos peones dentro del tablero en el que nos han colocado, cada cual con su papel. Al menos, aún en las circunstancias más extremas, los sentimientos siempre son posibles.
      Agradezco mucho tus palabras, Josep Maria.
      Otro abrazo para ti

  3. Milagros Sánchez

    Dramática exposición de un hecho terrible, como lo son todas las guerras, donde la presencia de la muerte forma parte del caprichoso azar. Algo que hiela la sangre hasta al más motivado en la refriega.
    Sin duda nos regalas un texto intimista que pone de relieve la simbología del nacionalismo, a través de su protagonista.
    Dudo de los líderes que abanderan este tipo de causas, mas bien partidistas y carentes de sentido común, ya que esas «naciones» no dejan de ser «reinos de taifas», dentro del conjunto que las integra.

    En cuanto a su forma, lo encuentro muy bien elaborado, dosificando la información y tratando de que el lector pueda sacar sus propias conclusiones.
    ¡Felicidades! amigo Ángel.
    Un gran abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Nada es más terrible que una guerra, cuando toda la necesaria capacidad de acuerdo ha fracasado. La lucidez y el buen sentido no pueden quedar suplantadas ante la mayor de las locuras, que solo genera sinrazón. Cuando el don más valioso, la vida, pende de un hilo, nada bueno puede suceder.
      Los líderes de los bandos enfrentados siempre sostienen que sus motivos son los válidos, que todo está justificado para lograr un fin que, seguro, nunca podrá ser perfecto.
      Mil gracias por tu lectura y comentario, Milagros.
      Otro abrazo grande

  4. Barceló Martínez

    Hola, tocayo.
    Andaba yo imaginando, al tiempo que leía, una historia como la de la canción del Último de la fila «Querida Milagros». Por ahí quería yo encontrar la belleza reflejada en este relato y resulta que no, que tras ese paisaje apocalíptico del campo de batalla, en el que no lograba atisbar el canon propuesto por ningún sitio, llega el final y todo da la vuelta como una hermosa y jugosa tortilla narrativa y aparece la belleza de un amor, prohibido en ese contexto, que lucha por ver la luz.
    Mi más sinceras felicitaciones por todo: por el año nuevo, por tu merecidísimo nombramiento EDH2020, por este relato, por ser como eres… Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Confieso mi ignorancia por no conocer esa bonita canción, ahora sí, qué haríamos sin el señor Google. No sabemos qué habrá más allá de la existencia que conocemos, pero el infierno no debe ser muy distinto a una guerra. Las condiciones a las que puede estar sometida una persona pueden ser de lo más adverso, pero ninguna lo es más que la mayor de las locuras. Hemos de valorar lo afortunados que somos al no haber tenido que vivir ninguna contienda en nuestra propia carne.
      Agradezco mucho tu lectura y tus palabras. Estoy deseando leer tu relato y que este nuevo año, para el que te deseo lo mejor, esté lleno de ellos.
      Un abrazo, tocayo

  5. En medio del infierno de la guerra tu protagonista silencia sus verdaderos sentimientos, esos que sus compañeros pueden expresar en las cartas a sus novias. Para él la verdad y la belleza forman un binomio indisoluble y están cifradas en la complicidad que mantiene con el teniente.
    Ojalá termine pronto esa guerra y los líderes cumplan sus promesas. Todas las personas merecen amar en libertad.
    Tu relato va desgranando multitud de significaciones: la sinrazón de la guerra, la manipulación de los líderes, la libertad amorosa y -cómo no- la belleza, que aquí va unida a la verdad.
    Un gran abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Después de un análisis tan certero y valioso como el tuyo solo queda rendirse, como yo lo estoy siempre, ante tus letras. «Verdad y belleza forman un binomio indisoluble» y «todas las personas merecen amar en libertad» son frases para enmarcar. Conocer buenas personas, de intelecto demostrado a lo largo de su vida, que se molestan en leer y comentar lo que uno buenamente escribe, es un lujo que valoro mucho, como también tenerte entre mis amistades.
      Mil gracias, Carmen.
      Otro abrazo grande para ti

    1. Ángel Saiz Mora

      Ya que tengo la suerte de conocer a buenas personas, entre las que te cuento, que además escriben de maravilla, intento que se me pegue algo.
      Muchas gracias, Salva.
      Un abrazo

  6. Creo que ese muchacho teme más la vuelta a casa, si se lo permite el destino, que estar inmerso en la propia guerra. Entiendo que su belleza en ese campo hostil, es el amor que siente por esa persona de su mismo sexo y le asusta no ser comprendido. Es un gran batallador en el campo, pero quizá le falten los aliados en su propio entorno.
    Un abrazo señor entenciano de honor. Me gustaría muchisimo que leyeras mi libro y me dieras tu opinión, que para mi es muy respetable, sobre él. Si así lo estimas, escríbeme al correo electrónico tu dirección y te lo enviaré para que me hagas una crítica, ya sé que será constructiva.
    Feliz noche.

    1. Ángel Saiz Mora

      Al desasosiego ante la posibilidad de que el teniente, o él mismo, no sobrevivan, se une la esperanza y también el temor a que después no sean aceptados, ni siquiera tras haber sido un héroe de guerra.
      Quiero darte también por aquí la enhorabuena por tu novela, que no quiero perderme. Acabo de enviarte un email.
      Muchas gracias y un abrazo

  7. Un amor que nace en guerra, sobrevive en la guerra y es correspondido pese a la guerra, a esa sordidez de la guerra en la que nunca pensaríamos que puede nacer y aún menos ser correspondido un amor…
    Una llega a la palabra «teniente» y esa sola palabrita, ese solo sustantivo revela y resignifica los sutiles indicios que fuiste sembrando en el micro: el amanecer como regalo y desafío, las cartas ajenas a las novias, el mantenerse vivo, el tiempo de sinceridades que aún no llega, en fin… ÁNGEL querido, Enteciano de Honor 2020 recién estrenado, no puedo más que rendirme ante la sencillez y la belleza de este micro que sacude, conmueve y se disfruta…

    Cariños,
    Mariángeles

    1. Ángel Saiz Mora

      Aunque suene a tópico es una realidad: nunca se sabe donde puede surgir el amor, con la belleza que lleva siempre adherida.
      Detrás de cualquier actuación hay siempre un motivo. Ese ardor guerrero del protagonista viene motivado (como se avanza en el título) por el anhelo de que la guerra termine, de poder vivir en paz con quien desea compartir el resto de su vida.
      Muchas gracias, una vez más, por tu generosa lectura y tu interesante comentario, que valoro mucho.
      Un abrazo

  8. María Jesús Briones Arreba

    Diario de un soldado en el campo de batalla que eriza el vello y al tiempo es un soplo de esperanza, que has sabido transmitir en toda su crudeza sacando algo bello de donde no lo hay a través del amor abierto y sincero por su teniente.
    Esperemos que al final de la contienda lo pueda hacer realidad y consiga algo más que una condecoración integrándose en el difícil mundo civil que se les presenta a los héroes de guerra.
    Enhorabuena, por tu nueva propuesta, Ángel
    Saludos afectuosos

    1. Ángel Saiz Mora

      Hasta en las tinieblas más oscuras puede haber un rayo de luz si se sabe buscar. Nunca hay que desesperar y, como dijo, Cela: «Quien resiste, gana».
      También es cierto que hay muchos tipos de contienda, de todas, la guerra es el peor, pero la vida diaria y la incomprensión también pueden ser un gran obstáculo en el camino hacia eso que todos buscamos: la felicidad.
      Muchas gracias y un abrazo, María Jesús

  9. Contrastas con igual intensidad la desolación de la guerra con la esperanza de que de ella surja un mundo mejor, donde «la boca oscurecida de trazas de tierra» pueda convertirse en una boca iluminada por la calidez húmeda del amado.
    Como siempre, en tu relato das luz a lo que nos reconcilia con la naturaleza humana y lo haces desde su lado más oscuro, con elegancia, hurgando en ella como quien no quiere la cosa.
    Felicidades, maestro, por el relato, por tus relatos y, sobre todo, por ese merecidísimo reconocimiento como enteciano de honor.
    Un fuerte abrazo y, hasta dentro de un rato.

    1. Ángel Saiz Mora

      Con los años aprendemos que los malos no son tan malvados, ni los buenos tan virtuosos. Por suerte, también, hasta en el peor de los lugares y en la más oscura de las situaciones existe un hilo al que aferrarse para seguir adelante.
      El honor es que alguien como tú escriba un comentario como éste. Qué más puede pedir uno.
      Muchas gracias, Antonio. Un abrazo fuerte y si, nos vemos en breve

    1. Ángel Saiz Mora

      No sé si la perfección existe, en mi caso no, con seguridad, pero te lo agradezco mucho.
      Mil gracias y un abrazo, Edita

    1. Ángel Saiz Mora

      Agradezco mucho que lo hayas leído. También es una alegría para mí que te haya gustado.
      Muchas gracias, Maite.
      Un abrazo

  10. Gloria Arcos Lado

    En este micro relatas y entrelazas muchas historias, llenas de belleza a pesar de la sordidez del peor de los escenarios, la guerra.
    Y como siempre, lo haces con maestría, dejando para el final una sorprendente revelación, el amor prohibido, querido Entenciano de Honor 2020. Un abrazo enorme. Gloria Arcos Lado

    1. Ángel Saiz Mora

      La belleza, en cualquiera de sus manifestaciones, puede ser el salvavidas al que aferrarse en un mar espeso y oscuro que amenaza con tragar toda ilusión. No es fácil saber qué mueve a las personas a actuar como lo hacen en toda circunstancia, pero para todo hay un incentivo.
      Muchas gracias y un abrazo, Gloria

  11. Enrique Mochón Romera

    El testimonio de tu personaje se desarrolla entre la muerte acechante y el amor reprimido, siendo la esperanza de lograr un mundo mejor para todos (con una repercusión importante en sus particulares circunstancias) su principal motivación. Que uno de los dos protagonistas acabe muriendo, que ganen o pierdan esa guerra, o que en caso de lo primero no se defrauden sus expectativas es algo que queda en el aire, como ese puro e intenso sentimiento que tan bien cuentas y con el que te posicionas ante una loable causa además de dar forma a un entrañable y grande personaje. Inmejorable forma en mi opinión de empezar tu año como Enteciano de Honor. Enhorabuena y mucha suerte con él. Un abrazo, Ángel.

    1. Ángel Saiz Mora

      La motivación es lo que hace que actuemos aun en las circunstancias más adversas o, en su defecto y por el contrario, nos demos por vencidos de antemano.
      No se puede resumir mejor una historia: «Entre la muerte acechante y el amor reprimido», con «la esperanza de lograr un mundo mejor» como motivación.
      Ser Enteciano de Honor es uno de los honores más grandes que puede uno recibir. . No sé si lo conseguiré, pero solo puedo decir que trataré de ser digno de ello, como ENTC merece.
      Muchísimas gracias, Enrique.
      Un abrazo grande.

  12. Qué final tan tierno, Ángel, para un tema tan duro, tan de «hombres» como es el de las malditas guerras.
    Un gran relato el tuyo, con el que demuestras, no esperaba menos de ti 😉 estar a la altura de ese EdH 2020.
    Un abrazo.

    1. Ángel Saiz Mora

      Nada hay más implacable y duro que una guerra. Si todavía queda un mínimo de sensibilidad en los hombres que son arrastrados a ella es lógico que se aferren a esas emociones que aún les hacen humanos.
      Ser EdH2020 es una responsabilidad muy grande, porque aquí la gente es de lo merjorcito, como tú. Uno trata de llevarlo lo mejor posible.
      Mucha gracias, Rosy.
      Otro abrazo para ti

  13. Nacho Rubio

    Tremendo relato sobre aquella incruenta carnicería que supuso la Gran Guerra. Parece que todo está ya escrito sobre aquel conflicto y, sin embargo, sorprendes al lector con ese giro final que abre las puertas a otro conflicto muy significativo, donde las trincheras no son físicas sino morales… Se lo leeré a mis alumnos en clase en cuanto empecemos con el tema de la 1ªGM, muy ilustrativo!
    Un abrazo de Hormiga que grita!

    1. Ángel Saiz Mora

      No sabes cuánto me enorgullece que lo que a uno se le ocurre y transmite con su mejor voluntad pueda, quizá, ayudar a que las nuevas generaciones abran su mente a la comprensión y, con ello, a un mundo mejor. Acabas de alegrarme la tarde.
      Muchas gracias y un abrazo, Nacho

  14. Juancho

    Gran micro Ángel, escrito con una preciosidad que engancha. Destaca la ingenuidad del protagonista, ninguna guerra ha mejorado nunca nada, que le sirve de motor para seguir adelante en un entorno tan difícil.
    Felicidades y un fuerte abrazo EdH!!!!!

    1. Ángel Saiz Mora

      Cierto que las guerras no solo no sirven para nada, además, destruyen lo construido, es el retroceso absoluto, el mayor de los desastres, y mira que los puede haber grandes, es una de las realidades que más tememos y con razón. Al menos, parece que al protagonista le sirve para soportar el infierno en el que está metido, aunque tenga delante muchas incógnitas: si podrá salir de allí, él y su ilusión; o si, una vez fuera, logrará que todo transcurra como sueña. Muchos condicionantes son.
      Muchas gracias por leer y comentar, Juancho.
      Otro abrazo grande para ti

    1. Ángel Saiz Mora

      Siempre hay algo a lo que agarrarse, incluso en las peores situaciones. El amor y la belleza en cualquiera de sus formas encuentra caminos para abrirse paso. Por la libertad, muchas veces, no queda más remedio que luchar.
      Muchas gracias, Anna
      Un abrazo

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