63. Movidas en una noche sin luna (María Rojas)
Dicen los amigos que salieron con ella, el pasado lunes, a eso de las nueve de la noche, de una reunión de amantes de la ornitología; que Turpialita Bala se quedó rezagada y con el móvil pegado a la oreja. Como ella era así, misteriosa, reservada, íntima, los demás siguieron calle abajo esa noche oscura.
Versiones de los testigos indican que la mujer fue morida por un sujeto alado que voló desde una azotea, del barrio Arenales. Cuentan, también, que Turpialita Bala lo había instado a bajar mediante silbos. En cuanto el alado tocó suelo, picó con arrebato a Turpialita Bala y le propinó la herida asesina, dándose luego a la fuga con un ave canora de colorido plumaje.
Turpialita Bala murió en el lugar de los hechos, con el corazón sangrante entre las alas. Un vecino, que afirmó ser de oficio corazonero, trató de encajar el órgano en su sitio, pero este, desengañado, se resistió con tenacidad.
El levantamiento del cadáver fue realizado a las 22.00 p.m. Pese al plan candado que realizó la policía, no ha sido posible dar con el asesino.
En su lapida se lee:
“No hay pájaro en esta vida
que cumpla lo que promete”
MARÍA, Que cuento tan triste, y bien contado, como tantas historias de muertes jóvenes e innecesarias. Suerte y saludos
Verdad, es un relato tan triste y tan real. La pobre Turpalita por más que quiso no pudo salir triunfante en el amor.
Abrazos de otoño.
Un lenguaje peculiar y muy cuidado describe la mala fortuna de una muchacha que recibe el impacto en su corazón de un indeseable sin escrúpulos, que cumplida su pérfida acción se aleja volando y sin ningún sentimiento de culpa. Qué curioso el oficio de «corazonero», aunque en este caso toda la habilidad profesional que se le supone haya resultado infructuosa.
Suerte y un saludo, María
Ángel, duro oficio el de un «corazonero» cuando no hay nada que pueda hacer.
Abrazos
Qué original!!! Qué relato tan surrealista, María. Me gusta.
Y el desenlace, qué bien llevado lo de las aves de la trama al «pájaro» metafórico y simbólico de persona avispada, astuta o de intenciones dudosas.
Suerte!!
Un abrazo
Querida Petra Acero. Por desgracia muchas veces esos pajarracos astutos y de mala índole nos ganan la vida.
Besos fuertes
Eres especial desde luego. Tus relatos están cargados de imaginación de punta a cabo. Me ha gustado mucho la historia de Turpialita, la he visto en cada momento, incluso cuando reposaba con el corazón roto.
Mucha suerte y un saludo en otoño.
Tus comentarios animan a seguir en la batalla.
Un abrazo fuerte.
Muy curiosa e imaginativa la manera de narrar esta historia de amor no correspondido. Sin duda el pájaro era de altos vuelos, pero al fin y al cabo fue Turpialita quien cometió el error de llamarlo… En fin, que a quien le guste la ornitología no apueste el corazón, que es una víscera demasiado vulnerable, hay otras más adecuadas para estas ocasiones. Me ha encantado lo de «morida» y lo de «corazonero». Besos y suerte.
Querida Ana, hay errores que se pagan con la vida.
Un abrazo fuerte.
Preciosas las frases y palabras que nos regalas para contarnos la mala suerte en el amor de la protagonista y además reflejar esos carroñeros de las emociones, pájaros de mal agüero. Muy bueno, María. Abrazos.
Gracias, Salvador. Hay pájaros tan renegridos sentimeintos que da miedo su cantar por florido que sea.
Un relato hecho crónica realmente bonito y cuidado en las formas y el lenguaje. Me has transportado a no sé donde, pero me has llevado lejos. Por la historia, por la voz que has utilizado.. me has metido de lleno en una realidad que no es la mía. Enhorabuena y suerte 🙂
María, me encanta la fantasía que pones en tus cuentos. Nos trasladas a mundos tan mágicos como reales, dando un sentido exacto a cada imagen y a cada palabra inventada como la de «corazonero».
Leerte es un deleite, y perdón, por el ripio.
Suerte y saludos.
Ay, María, yo quiero creer que sí hay buenos pájaros, al fin y al cabo… aunque ahora que lo pienso, si son pájaros, no pueden ser buenos… Jaja! Me encantó tu historia. Buenísima tú, como siempre. Beso!
Yo he interpretado el micro en dos líneas paralelas. Por un lado el sentido figurado; ese pájaro que le ha destrozado el corazón, y por otro el real, en el que físicamente un pájaro real que la ha atacado y la ha matado… En cualquier caso, un relato muy interesante bien narrado y lleno de fantasía.
Un abrazo.
Es un relato con un agradable tono humorístico y un argot ornitólogo que resulta divertido, incluso por el final. Vamos, que me ha gustado. No obstante, cosas relacionadas con la concienciación contra la violencia de género, cada vez me cuesta más aplaudir este tipo de relato de humor negro.
Gracias compañeras y compañeros por comentar mis letras.
Javier Ximens, solo muere el corazón de desamor por un pájaro desamorado o al revés y esto es inevitable muchas veces.
Abrazos.