Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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15. Nana de una huida

Mirando tu carita, ahora que ya te tengo en mis brazos, me siento dueña de mí misma por primera vez

Ea, ea…mi nena

Sin miedo del que manipulaba nuestras mentes, del monstruo solitario y carismático de mirada fría. Falso guía, auténtico bestia.

Ea, ea…no llores nena.

Él era el camino, la luz y la única verdad. Sin túnica blanca ni larga barba nos llevaba de la mano a las más jóvenes. Nosotras, obedientes y temerosas, le seguíamos. Negarse a participar en la orgía era EL CASTIGO.

Ea, ea…que ciega era.

La segunda falta me dio fuerzas para la huida, desperté a la realidad, seguí a la verdadera luz, la que me indicaba el camino de regreso a casa.

Mirando tu naricita, una copia exacta, me surgen nuevos temores.

Ea, ea… no tengas miedo, duerme mi nena.

10 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Las sectas no son cosa de broma. Hay embaucadores que prometen lo que algunos jóvenes (y no tanto) quieren oír, a cambio, les exprimen con engaños y sin límites. Aunque esta criatura tenga la genética de un indeseable, seguro que tendrá gambién una oportunidad de salir adelante con dignidad de la mano de su madre. A veces una retirada, o huida a tiempo, es lo contrario a la cobardía.
    Um saludo y suerte, Pilar.

    1. Pilar C.

      Gracias Ángel por dedicar tu tiempo a la lectura de relatos. El tema de las sectas siempre me ha impresionado. Ese ser que, aprovechándose de la vulnerabilidad de los demás, roba la capacidad de pensar de los demás, su individualismo, su libertad al fin y al cabo.
      Pero he querido ser positiva en el final del micro y darle un toque dulce a ritmo de una nana.
      Gracias Ángel

  2. Isabel Cristina Fernández Sánchez

    En la primera lectura de tu relato me quedé con los ojos muy abiertos sin entender muy bien lo que acababa de leer. Volví a releer, pero esta vez intenté no acompañarlo de una música dulce de nana que había surgido en mi mente sola, a raiz del título. Al hacerlo, ya más consciente a la lectura y evitando los sonidos dulces de las cancioncillas para tranquilizar a los bebés, caí de lleno en la dureza de lo que me estabas contando. Con unas pocas frases y tres Eas, has dicho tanto y lo has hecho de la mejor manera posible dada la situación: una nana. Me ha encantado.
    Nos leemos

    1. Pilar C.

      Gracias Isabel Cristina. Es verdad que el tema es duro pero ese contraste en forma de «cancioncilla» mientras arrulla al bebé lo suaviza. Y sobre todo nos abre una puerta a la esperanza.
      Saludos y gracias por tu tiempo

    1. Pilar C.

      Manuel, desgraciadamente hay mucho gurú por ahí suelto engañando a la gente. Y no tiene por qué llevar túnica blanca ni baba larga.
      Gracias por acercarte por aquí.
      Saludos

  3. Gloria Arcos Lado

    Pilar, tu protagonista ha conseguido despertar de ese mundo en el que estaba metida, de ese » salvador» que la mantenía prisionera y alejada del mundo, arrastrada por falsas promesas. Bravo por ella y por el amor que destila hacia su pequeña, que tan bien describes con ese » ea,ea». Enhorabuena

  4. Pilar C.

    Gloria, es un relato positivo y lleno de esperanza. Se puede salir de una secta o de cualquiera que quiera apoderarse, por medio de su capacidad de persuasión, de la mente de los demás.
    Gracias por tu tiempo
    Saludos

  5. ¿Puede una nana ser dulce y desgarradora al mismo tiempo? Leo esta nana de una huida y confirmo que sí, Pilar… Y para colmo de males (o de bienes, según el cristal con que se mire a esa bebé) la niña es una copia exacta del padre, ese autoroclamado «mesías» que obligaba a esta chica a esas orgías colectivas bajo pena de castigo… Leo y releo, y se me vienen a la cabeza tantos casos como éste, vistos en la tele, de tantos «mesías» norteamericanos y de tantas victimas de ellos… Gracias a Dios, esta chica y el fruto de su vientre pudieron escapar, y ojalá que, ahora sí, encuentren la verdadera luz…

    Cariños,
    Mariángeles

  6. Pilar C

    Mariángeles, gracias por tus palabras. Es precisamente ese contraste, entre el horror y la esperanza, lo que he querido plasmar.
    Un saludo
    Pilar

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