97. LA CUARTETA
Las sombras de la noche se han acomodado en cada rincón de la habitación. Sobre la mesa una pluma ágil y una vela consumiéndose lentamente. Ante la mesa un anciano de pelo cano que se acaricia la cabeza. En su rostro cansado hay una mirada desesperada. Hace frío y de la nariz ha caído sobre el papel una gota que ha ayudado a emborronar más aún el cúmulo de garabatos.
-Maestro, debe descansar.
-Déjame, tengo que dar sentido a esto. Tengo que escribirlo antes de que lo olvide.
Las imágenes se amontonan en su cabeza. Cientos de visiones se ofrecen voluptuosamente y convierten en humo cuartetas imposibles. Sólo hacía una hora que había despertado del sueño profético. El todopoderoso le mostró, una vez más, un futuro incomprensible. En un mundo sin color había una conversación obsesiva que se repetía durante veinte años.
-Esa conversación. Esa conversación…
-Maestro ¿qué decían esas personas?
-Una preguntaba: ¿Joy, dónde está Furia? Y la otra respondía: Pastoreando en el prado.
Manuel, qué final tan gracioso para un relato mas bien serio. Nos sorprendes con él. Suerte y saludos
Precioso relato.
El Maestro y sus visicitudes están muy bien dibujadas. Esa conversación obsesiva… veinte años dan para cambiar por completo a la persona. Suerte y un abrazo 🙂
Sorprendente relato. No identifico la película. Posiblemente no la haya visto. Suerte
Antes de nada agradecer los comentarios. Seguro que os pasa lo mismo, los valoro enormemente. Luego comentar que me he tomado un par de licencias que tal vez tenga que explicar. La primera es que al pobre Nostrodamus le he metido en la cabeza no una película sino una serie de televisión de producción norteamericana. Y la segunda es que se emitió originariamente a finales de los cincuenta y que vimos en España calculo que a finales de los sesenta y principios de los setenta (por eso lo de los veinte años repitiendo la conversación). Gracias a todos.