NOV06. AMOR, AROM, AMRO, de Paloma Casado Marco
Cuando se encontraban en la calle, él tocaba el ala de su sombrero, y ella dejaba revolotear sus pestañas antes de posarlas en un gesto de estudiada turbación. Le gustaba. Era alto, apuesto y además, pertenecía a una buena familia.
Oyó también comentarios, entre chocolate y pastas con las amigas de su madre, acerca de un problema, una incorrección en la comunicación, que sufría tras un accidente acaecido cuando era solo un pequeñín. “Se le cayeron encima los libros de una estantería en la biblioteca paterna, y el pobre sufrió un empacho de letras que le dejó confundido para siempre”. “Inventa palabras”, decían.
A ella, esa excentricidad de su carácter se le antojó una nimiedad, y más cuando recibió una carta, de exquisita caligrafía, rubricada con su firma y el olor a su loción:
“Mi arbularia señorita. Me haría muy filimintario si permitiera la invitase el precidible sábado a merendar en mi compañía…”
A la que ella contestó sin demora: “Mi arbotante señor, estaría muy enigmática de merendar con Vd., aunque deberé estar acogotada por mis sicalípticas hermanas…”
A la boda, celebrada seis meses después, acudieron todos los cronopios de la ciudad y algún que otro fama.
Está muy gracioso hermana, bonito homenaje a Cortazar ja,ja. Nuria
Si, cuando lo escribí acababa de leerle y supongo que algo queda…
Arbularia Paloma. Permítame que le diga que su texto me ha extrardonariado profusamente.
Gracias Nieves, me has hecho muy filimentaria
Por un momento he pensado que era disléxico. Muy original. Suerte.
Más que disléxico es mi caballero, no tu.
Gracias Salva
Brillante relato, Paloma.
Mucha suerte este mes.
Muchas gracias Rakel, me alegro de que te gustara.
¡GENIAL!
Qué maravilla de relato Paloma.
Un saludo.
Me siento alagada, alborozada y abrumada.
Muchas gracias Blanca.
Me encanta, me gusta mucho la introducción. Las palabras de las misivas, una joya. Saludos.
Gracias Ana. No sé porqué me imaginé esa escena del sombrero y las pestañas como si viera una película. Las palabras salieron sin pensarlas mucho, salvo «arbularia» que es prestada por una amiga.
Cuando se inventan palabras el amor es más amor. Tanta ternura en tu relato y luego esa gente que critica está ahí para papear.
Saludos. Virtudes.
Bueno, esas meriendas burguesas debían ser como el «Sálvame» de la época ¿no? pero el amor existe aunque se llame con otras palabras.
Qué atmósfera, decimonónica, tan bien ilustrada.
Muy bueno y devertido, Paloma.
Lo que me estraña es el título ya que empiezas como en pasapalabra por AMOR y acabas en un banco financiero AMRO.
Besos.
Este mes tu relato y el mío tienen eso en común: el amor.
Gracias Ana.
Es lo que pretendía, Jesus, retrotraerme a esa época. El título me salió como una inspiración y me pareció buena idea inventar palabras sobre el amor ya en el título del micro. Lo del banco financiero, no se me vino a la cabeza, conscientemente, claro.
Un micro ingenioso y divertido, pa no perderse de él, ni una coma.
Me lo he pasado muy bien leyéndote, de verdad que sí.
Paloma, has creado la atmosfera propicia para el lenguaje que has utilizado. Original y ceñido al tema del mes. Suerte y saludos
Querida arbularia! Pasas de un género a otro con una facilidad pasmosa. Has escrito un precioso relato costumbrista con guiño a tu admirado Cortázar.
Un beso, Paloma.
Me he imaginado en la introducción, como canta Maria Dolores Pradera, a un señor de «aquellos que vieron mis abuelos» por aquello de «tu saludas tocando el ala
de tu sombrero mejor, y yo agito con donaire mi pañuelo.
Y una historia de amor con palabras únicas.
Suerte y recibe mis saludos.
Será el otoño, Ópalonegro, pero la mayoría nos decantamos por el amor con diversidad de palabras y de palabros. Tu, con un léxico de otra época muy romántico y bonito.
Un beso
Buen homenaje. Me quedé con una pena enorme de no haber podido asistir a esa boda con las con las «armas secretas» de un cronopio.
Abrazos.
Un relato salpicado de muy precisas imágenes, tanto en las expresiones de los personajes como en el la merienda, con las amigas de la madre. Detalles bien escogidos que ofrecen una escena impecable.
Un abrazo.
Me gustó, Paloma! Cortázar estaría orgulloso de tu relato!
Un saludo! 😉
Al mas puro estilo Cortázar, muy bonito relato. Esa boda tuvo que ser preciosa.
Besos
Qué genialidad de texto, tierno y divertido, con muchos matices, siempre es una delicia leerte. Lo del empacho de letras me encanta, yo de pequeña jugaba a escribir -insultos a mi hermano basicamente- con las letras de las sopas, y le decíamos a mi madre que ya estábamos llenos de letras… El título sin embargo no me convence mucho (mira que olvidarte de Roma), pero el final es de matrícula de honor, no tendrás una foto de la boda no?? siempre he tenido curiosidad por saber cómo eran los cronopios. Suerte!!!
Gran homenaje a los Cronopios y las Famas del amigo Julio. Divertido y muy creativo Paloma. Las lecturas de este mes están siendo muy divertidas. Un abrazo fuerte solo para ti y que la boda se celebre en la «susodicha del señor».
Besos.