NOV104. EL ARDOR DE LAS PALABRAS, de Javier Ximens
Después de unos años creando el poema destinado a declarar su amor a la joven viuda —ahora ya madura—, por fin lo tenía acabado, quedándole tan solo decidir si en el verso mil seiscientos treinta era mejor poner una u otra palabra, cuestión esta a la que se consagraba durante las tres últimas semanas.
Se sentía muy gozoso de haber hallado las locuciones precisas para sus cabellos sedosos, las cejas escarzanas, la recoleta mirada, el fulgor de su sonrisa, la constelación de lunares del cuello, su exuberante castidad, los gestos de gala y así hasta las uñas de los pies: de nácar irisado. Dudó mucho con los pechos, pero se dijo que debía ser decidido y los adjetivó como melíferos. Sin embargo, estaba dubitativo hasta la extenuación para escoger la palabra adecuada al sentir de su propio corazón.
Una mañana que paseaba por el parque reflexionando sobre las pasiones que se abrirían o cerrarían por la decisión, le avisaron de que su casa estaba ardiendo. Al llegar a la devastada vivienda y ver los manuscritos calcinados, continuó preguntándose —ahora ya sin sentido alguno— si era más preciso decir que había sido el fuego o la llama.
Ximens, el perfeccionismo tiene ventajas e inconvenientes. Suerte. Un saludo.
¡Ximens, qué bien escrito! Y hasta he tenido que tirar de diccionario. Pobre hombre. Yo creo, que el hecho de que se le haya quemado la casa es una señal, para que vaya a donde la viudad y le declare su amor así de sopetón y sin pensar, que es como mejor salen las cosas. Y que se fundan en un beso y que ardan, tanto escribir, tanto escribir. En el amor, sólo caben los hechos. Un abrazo.
Espero que escribir este bello relato, no te haya llevado tanto tiempo como al protagonista. Buscando la perfección de sus versos el tiempo se consume en sus manos y ese incendio le arrebata todo su trabajo sembrando de nuevo una duda. Es la metáfora de las vidas perfeccionistas que nunca terminan por redondear sus vivencias. Así lo veo yo.
Me gusta todo el lenguaje que has elegido para mostrarnos a un hombre entregado a sus poemas de amor. Y me gusta el ritmo de la narración que considero bien estructurada y muy medida.
Un beso Ximens y mucha suerte.
Tendrá que darse prisa y declararse ya. La vida se consume, como el fuego.
Fabuloso, Ximens.
Un abrazo.
El fuego y la pasión. VAYA FINAL, ANTOLÓGICO. Mira qu eme gusta mucha poesía, quizá no la que es tan afectada como cuentas en tu micro, pero es cojonudo poder reírse de la lírica. Muy bueno.
Creo que el fuego quiso llamarle la atención, pero ni de eso se enteró. En este relato entiendo que hay una moraleja que ni el protagonista la detecta. No pierdas el tiempo, escaso por cierto, en pequeñas cosas cuando la vida pide grandes pasiones, como el amor (fuego). Muy bueno el relato.
Suerte Javier. Un abrazo.
Qué ganas de decirle al prota que se espabile de una buena vez porque la viuda se le va a pasar el cuarto de hora. Ay estos poetas… Me encantó, Ximens! Carpe diem
Saludos van
Ximens, me he puesto en papel del pobre protagonista que no logra culminar el poema perfecto para ese amor platónico y me he quedado con mal cuerpo, se merecía mejor suerte, pero la vida es así.
¡Suerte para el concurso!
Abrazos.
¡Sensacional Ximens! el ritmo, la historia, la moraleja…Todo está bien cosido, con un hilo de alto gramaje que le da consistencia, sin dejar puntadas al azar. Me ha gustado mucho.
Mucha suerte.
Un abrazo
Ximens, reflejas muy bien el miedo del personaje a dar «el paso» mientras se enreda en las palabras y deja correr el tiempo.
Muy bueno, sí señor.
abrazos a miles
Fantástico, me ha gustado mucho, lo que más ese trágico final que no evita la inclinación de protagonista por encontrar la palabra adecuada.
Coincido con los demás en lo bien que desgranas ese miedo del protagonista.
Espero que obtengas un buen resultado con esta historia, porque es muy buena.
Saludos.
Excelente relato, Javier. Yo no veo la tragedia, sino la serenidad de ese tipo, al que tampoco el fuego lo hace bajar a la realidad desde sus altas preocupaciones. Yo lo envidio. Tiene el secreto de la felicidad.
Un abrazo.
Muy bueno, en tu línea. Besos.
Quizá, hasta en una situación así, tiene sentido si es llama o fuego.
Impactante relato. Un abrazo.
Mientras nosotros hacemos nuestros planes, la vida hace los suyos, normalmente distintos. Pero a tu poeta no parece importarle, creo que está más enamorado de su poesía que de su amada. El relato está muy bien hilado y me gusta el puntito de ironía que tiene. Enhorabuena.
La permanente búsqueda de la perfección en sus letras, camuflaba quizás su falta de valor para declararse a la chica soñada. Nunca le sobraban los retoques, siempre le faltaba la decisión.
Quien sabe si el cúmulo de “ardientes palabras” iniciaron el incendio en su casa. Como fuera (el fuego o las llamas) ya tenía la excusa perfecta para comenzar otra vez desde cero su timorato plan de declararse a la viuda.
Me gustó el relato.
¡Saludos!
Ximens, has hilado fino con éste. Te he visto precioso y con el azúcar apropiado. Además me hiciste buscar alguna palabra.
Bien por ti.
Un saludo, amigo
A veces el fuego es simplemente una llama, lo malo es cuando se convierte en llamarada, puede echar a perder el trabajo del alma más noble. Un relato de lujo; sin desperdicio.
Me ha gustado mucho, Ximens. El ritmo es magnífico, así como el vocabulario, con una bajada de telón redonda.
Mucha suerte, creo que la tendrás, no me cabe duda.
Muchos abrazos
Tengo que ir al drae, a buscar melífero, pero gracias porque lo voy a hacer muerta de risa…¡ay, la ardiente inspiración, que cosas tiene!
😀
Abrazo
Estuviste inspirado, Ximens, y hasta diría que algo poeta si no fuera porque sé que a ti la poesía como que no te va.
Magnífico. Lo que más me ha gustado es tu marca de fábrica: esa mirada irónica y tierna al tiempo, que perdona y redime, admite en suma.
Abrazos.
Ximens, me gustó la descripción de la lentitud del buen hombre. Para que declararse si él ya se lo monta solo. Sí me hiciste sonreír.
Saludos
Es muy gracioso Ximens… La poesía como arma amorosa que sucumbe a las obsesiones estilísticas del pobre poeta… Yo recuerdo que los tres primeros versos de la Divina comedia, recitados en italiano, tenía efectos deletéreos. Un saludo y también a las personas de Esta noche te cuento.
Ja ja qué bueno, Ximens.
La vida se nos va en lo menos práctico. Viene el fuego y acaba hasta con la perfección
Besos
Ximens, la llama que todo lo calcina, incluida la pasión.
Es un relato divertido pero sobre todo muy ingenioso.
Una delicia leerlo.
Un abrazo
La indecisión es lo que tiene, Javier, tanto tiempo y los pechos melíferos pasan a melifluos.
Muy bueno.
Un abrazo
No encuentro las palabras adecuadas para describir lo mucho que me ha gustado tu micro, amigo Ximens. Déjame seis o siete años de reflexión, y si eso ya te lo digo…
Desde Córdoba, meditando profundamente.
Un montón de comentarios que te mereces.
Querido Ximens:
Toda la vida buscando una palabra con significado mieloso y resulta que es melífera.
Me gusta mucho tu relato aunque no me da ninguna pena tu poeta. Seguramente como ya te dicen está más enamorado del amor que sueña que de la mujer que pretende. Coincido también en que el final redondea al no darse cuenta el protagonista que es la llama, o el miedo a perderla al enfrentarse a la realidad, lo que mantiene y mantendrá su
ilusa pretensión.
Enhorabuena Javier
Tierno e irónico. Muy en tu estilo. Me gusta la manera como dicurre la vida del poeta buscando palabras para describir a su amada y mientras sin declararse hasta que el fuego decide que tiene que seguir en las mismas, ahora para decidir si es fuego o llama, la cuestión siempre enredado en las palabras.
Divertida la imagen que consigues plasmar.
Besitos
Esto de llegar de comentario número treinta y dos a la obra del maestro y amigo no está bien, no está nada bien. Pero bueno, en mi descargo diré que aquí estoy.
Para ser un caballero que no frecuenta la poesía, esta pieza resalta sus dotes de escritor, Sr. Ximens; porque engaña a todo aquel que no le conozca.
Una elección del lenguaje fantástica en cuanto a la forma, medida en cuanto a la extensión y acertada en lo que respecta al fondo, dado que se ajusta a la sensibilidad a la que apunta.
Desconociendo la mayor parte de los micros participantes, no dudo de que este ha de encontrar un lugar de honor.
Abrazos sentidos.
Me ha encantado de verdad, es un micro bien literario, pura belleza y perfeccionamiento smejante al del protagonista, que a mí me puso muy nerviosa: al amor hay que decirlo fuerte con las primeras palabras y sin vueltas, ¡jajaaa! Supongo que, incendiada sucasa y sus palabras,partió raudamene a casa de la viuda, ¡espero!
Me ha gustado mucho tu relato, Ximens. El ritmo, las palabras, el desenlace, en fin, bastante bien trazado.
Saludos y éxito
Héctor
Bueno días…
Para que la próxima vez se decida antes…
Mucha suerte..
Saludos
Ximens, un relato de alta calidad literaria, un ritmo que se desliza entre la indecisión y el posponer el amor hasta no bien haya cumplido la tarea que se ha impuesto: el de crear el poema perfecto. Al menos el incendio de la casa, precipitará por fin esa declaración de amor por tanto tiempo madurada.
Pues yo saqué buenas notas en «arte», en mi sexto de bachiller, en los años en que los Beatles cantaban «Mr.Moonlight». Creía que lo sabía casi todo en la meteria, hasta que hace 10 años un cicerone, amigo, me habló en Peñaranda de Duero, del arco «carpanel» y ahora me descubres el «escarzano». Aquellos frailes, que hicieron de profesores, no tenían ni puta idea de arte.
Este incendio, me ha recordado a que ahora, sin papeles, se te rompe el disco duro y la has fastidiado sin fuego, sin llama y ni siquiera humo. Volver a empezar; menos mal que las viudas no suelen tener prisa ni nadie que se la meta.
Un abrazo. Es un lujo tenerte en el BLOG.
Jesús, eres malote…
perfecto
Sí, sí que lo leí. Me gustó mucho este poeta dubitativo. Jajaja, pues él que siga, que la vidad es un par de estrofas, o menos; y antes de darte cuenta pone FIN.
Otro aquí.
Qúe bueno, Javier. Y ese final es perfecto, el hombre venga y venga, buscando esa palabra. Yo creo que este se pone a reescribir todo, qué santa paciencia.
Un abrazo.
Suele pasar que cuando tienes las palabras perfectas, se te pierden…Pero a ti no te ocurre Ximens. Un texto perfecto, con todo el sentido jeje.
Besos desde el aire
este texto es muy ameno y presta a sonrisa delante tanta parsimonia frente al desastroso incendio de sus pertenencias.
muy bien visto este afán de perfeccionamiento que hace que pasa de largo frente al amor y la vida misma… la viuda no es mas que un pretexto para un hombre timorato…
esta reseña de Juan Carlos «Quien sabe si el cúmulo de “ardientes palabras” iniciaron el incendio en su casa.» abre la posibilidad de otro relato…
Vaya, vaya, con el escritor…Si nos ha salido poeta. Eso no vale que se queme la casa con los textos dentro. Nunca sabremos si es poeta o antipoeta…
Genial, amigos…..Mucha suerte.
Besicos
Pues dejémoslo en que ese fuego devastador no apagó la llama del amor y tampoco de la búsqueda de la perfección de tu enamorado protagonista, enamorado al cincuenta por ciento del amor y al otro cincuenta por ciento de las palabras que lo definen.
Melífero me suena a miel, mas me toca ir a comprobarlo. Un texto hermoso y muy rico.
Buen relato y mejor final. La sobredosis de adjetivos me ha dejado buen sabor de boca, me parece muy simpática la figura del pobre poeta, más enamorado de sus versos que de la viuda.
¡Suerte!, aunque no la vas a necesitar, poeta.
Después de todo lo que han expuesto no quedan adjetivos, sólo decir que estuvo fabuloso, yo hubiera cambiado la poesía por una simple mirada.
Un abrazo amigo y mucha suerte.
Vas a hacer que todo el mundo necesite el diccionario, ja ja.
Buenísimo. Me encanta que hayas sacado tu latido poético a pasear. Mucha suerte
Yo tengo un amigo así se pasa la vida deshojando la margarita eterna. me ha gustado mucho, Ximens, no sabría si es más preciso calificarlo de magnífico o de espléndido ;o)
Suerte con él.
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El relato me conmueve porque en algún recodo de mi vida he querido expresar mis propios ardores, sin éxito y con menor intensidad que los del protagonista; pero en la senda que nos traza limpiamente la pluma certera del autor.
Felicitaciones Ximens… dichoso quien no tiene problemas con las palabras.
Aburrió hasta al fuego, somos demasiado efímeros como para tardar tanto, un buen relato Ximens, saludo.