NOV17. LA MATANZA DE SAN BARTOLOMÉ, de Javier Palanca
La noche del 23 de Agosto de 1572 el odio hacia los hugonotes se extendió como el fuego lo hace en un pinar sediento.
Catalina de Médicis y su hijo Carlos IX de Francia decidieron exterminar a los cabecillas protestantes, pero la matanza no tuvo límites. Corrió la sangre por las calles como los ríos discurren por su cauce.
Matar resultaba sencillo para los católicos amparados en el dios verdadero y en lo que creían la cruzada perfecta: Limpiar su propia ciudad, París, de cucarachas. Unas 2000.
Catalina no pretendía que las cosas discurrieran así, pero no sentía que todo estuviera en su mano y en la de su hijo. Además, ella había sufrido dolores mayores que los que ahora sufrían los hugonotes.
Ella, Catalina de Médicis, había visto a su marido, Enrique II, sentado sobre el regazo de Diana de Poitiers haciendo sonar la guitarra, e incluso en alguna ocasión tocándole las tetas, esas que ella percibía como más tersas.
Buen recuerdo a aquellos mártires. ¡Qué gran influencia de las tetas en la historia!.
Por cierto, dicen que algunos se escaparon y refugiaron en el norte de Navarra: los «Agotes» que merecerían una historia aparte.
Saludos.
Curioso, Jesus, el tema de los «Agotes», lo buscaré.
Gracias por la visita. Abrazos
Un tema interesante, pero cuando se trabaja con un máximo de 200 palabras hay que cuidar cada una de ellas, y aquí hay algunos descuidos. Por ejemplo, repites el verbo sufrir en dos formas distintas en la misma línea. Y las «tetas» pertenecen al habla coloquial, cuando el resto del relato tiene un estilo formal-histórico…
Puse «tetas» a conciencia por lo que ya le he comentado a Ana. El término «mamas» que es el correcto no me pareció adecuado. De todas formas puedo estar equivocado.
Gracias y un abrazo
Gracias Ana. Si empleé ese término fue en parte por esa frase que está en nuestras cabezas.
Yo encontré la historia en internet, verás que se ajusta.
Besos
Ana, para ser sincero, eso no lo pense.
Besos
Um… a mi me gusta la Historia, y me gusta escribir sobre ella. La matanza de San Bartolome en Paris es rigurosamente cierta asi como la gran participación de Catalina de Medici. Pero tetas a parte, cualquie mujer que pille a su mitad tocandole las domingas/catalinas/cutumelias/etc etc a otra, diría «tetas» sin más miramientos por muy sobrina del Papa que fuese… mi pero no va por ahí, ni siquiera en si Enrique y Diana fueron amantes, hay quienes dicen que sí y otros que no, ya que Diana ejerció de madre y cuidadora con el príncipe, además le llevaba 20 años más… mi pero viene en que aténción, Enrique II de Francia murio en 1559 y Diana de Poitiers en 1566, o sea que si a la Medici le duraba el mosqueo en el 1572, es que eran un poquito mucho celosilla ella… Eso sí a mi me encanta leer cosilas históricas y que haya gente que las escriba. Javier, siento si te he «destetado» la historia, besazo.
Y como no se nada de los Agotes, me lo apunto para mirarlo por ahí. Gracias también a Jesús.
Me encanta tu comentario. Sí creo que diría «tetas».Por otro lado no soy tan versado en historia pero me gusta. Leí algo en internet y me inspiró.
Como quería hacer un contraste entre lo que ella pensaba que sufrían los hugonotes y sus propios sufrimientos, el que fuera un sufrimiento antiguo y nada comparable, creí que le daba claridad a la idea que quería transmitir sobre los poderosos y sus cosillas.
Besetes
Hola de nuevo, me alegra que no te moleste mi comentario. Sabia que Catalina no era muy joven cuando sucediço la matanza de los hugonotes, y que era viuda, asi que al hablar tu de celos he buscado las fechas concretas. Hombre como contraste puede pasar pero con tantos años de por medio me queda un poco demasiado… Los poderosos ademas como que ni se buscaban excusas, hacian a su antojo y listo. Lo de las tetas ha estado divertido,
Dos comentarios uno para Maria y otro para Javier. Primero el relato está muy bien, bien narrado y emocionante, quizá comparto lo que apunta un anonimo del verbo sufrir, no asi los de las tetas, ahi mi comentario para Maria. ¡ Grande tu comentario chica, te sale la chispa y la sabiduria por los cuatros costados,
Por cierto Maria,sobre los Agotes te vas a sorprender por su ubicación, reconoczco que tampoco los conocia
Gracias, Begoña, por introducirte en el tema. Cierto que María ha estado lúcida.
Abrazos
Hola Begoña y Javier, tenía apuntado para el fin de semana mirar esto de los Agotes. Pue síiii me ha sorprendido, arrinconados en Navarra, talladores de madera, acusados de herejes, marginados y zás, lo que más me ha gustado creían en que se podía resucitar aunque el cuerpo se hubiese destruido y por ello quemaban a sus muertos, constumbre totalmente prohibida por los cristianos!!!!. Mira ahora donde la mayoría se incineran…
Lo de las tetas, je je, el viernes actuaba yo (estoy en un grupo de teatro) y en una escena soy una princesa en su carruaje y no pàro de moverme y de colocarme bien las tetas, porque mo director escénico piensa que las princesas, se las tocaba más que las demás, ya que tampoco tenían otro trabajo en que ocuparse, ahi dejo reflexión tan interesante…
Yo también he estado mirando lo de los agotes y ha resultado interesante aunque hay muchas teorías sobre su procedencia.
Divertido lo de tu papel de princesa con el toque mamario que le da tu director escénico.
Muy envidiable lo de estar en un grupo de teatro.
Pues supongo que no te falta razón.Cosas que nos vienen y escribimos.
Ha servido para conocernos.
Besos
Javier, histórico y divertido relato que hace que recordemos cosas de la historia que tenemos aparcadas.
Un abrazo
Amigo Epifisis, la historia da mucho de sí Me gustaría controlarla más.
Un abrazo.
Se agradecen mucho los aportes de este tipo tan bien documentados, tan preciosistas, porque aportan una riqueza de una dimensión distinta al blog. Para empezar informan, que ya está muy bien, y además si como en este caso plantean esa controversia, genial. Y por cierto, no creo que los monarcas en general hayan sido especialmente exquisitos en el uso de la lengua, o que tuvieran como preceptivo el uso de un registro más culto. Más a la contra me creo eso de yo soy la ley, así que para que me voy a molestar en parecer educado.
Gracias, Jesús, por apreciar lo que de historia aporta el relato.
Evidentemente me imagino a la realeza hablando en la intimidad con lo que más les ponga.
Abrazos
Tu relato es una crónica realista con gran ironía en el giro final. Buen trabajo. Venga, suerte.
Gracias, Ximens, por ver ambas cosas, lo real y lo irónico. También por la apreciación.
Abrazos