61. Otra X, para el manual de fracasos – María Rojas
Lupa, hachuela, cincel y martillo.
Afina el cirujano el pulso y los sentidos e, Iluminado de sapiencia, inicia el juego de acertijos.
En la intimidad el cerebro del paciente empieza, con cierta nostalgia, a aprender a morir.
El galeno medita con tristeza resignada, mientras suspirando agrega una X, pálida y ojerosa, a su manual de fracasos.
El vencido, con la boca abierta, ya deambula por caminos fantasmales.
El médico, con las orejas salpicadas de sangre le da la mano animándolo a cruzar la eternidad.
No siempre se consigue lo que buscamos, ni mucho menos. Los profesionales de la medicina que tratan de mejorar, alargar y hasta salvar nuestra vida, saben mejor que nadie que somos perecederos, pero no por ello el profesional de tu relato deja de intentarlo. Mi madre decía que al que hace todo lo que puede no se le puede pedir más. Solo le queda dar la mano al paciente perdido, por si le sirve de algo en su tránsito. Apoyo hasta el final, con independencia del resultado.
Un relato que no necesita de muchas palabras para ser intenso y emotivo.
Un abrazo y suerte, María
Gracias, Ángel por tu valiosos comentario. El apoyo que guarda un buen médico con su paciente sea cual sea su final.
Oh, Juan siempre tan atento a las lecturas. En este caso un relato que lleva a la reflexión fantasmal del morir en compañía de un buen practicante de acertijos.
Un abrazo.