84 Oveja negra (La Marca Amarilla)
Sin derecho a jubilación, a mi edad, estar en una azotea reparando aparatos de climatización no es lo más indicado, y menos en un día lluvioso como este. La torpeza que producen los años hace que golpee sin querer mi “Pepsi Litio” derramando su contenido, ahora todo mi refresco se perderá en el suelo como lágrimas en la lluvia. Al otro lado de la terraza dos personas se pelean, pero finalmente, uno parece decaído y suelta al aire una paloma blanca que tenía sujeta, menos mal que son artificiales y no cagan; antes estropeaban en demasía los aparatos de climatización. Aparece ahora un spinner de la policía y aterriza a mi lado, el oficial -al verme- me da una figurita de origami que representa una oveja negra… ¿Sabrá este individuo que deseo tener una oveja eléctrica? ¿Y cómo sabe que me gustaría negra? Continuo con mi tarea planificada y pasado un momento retiran el cadáver, es entonces cuando los policías se marchan, inexpresivos, fríos, desafectos, sin lugar a duda son humanos en peligro de extinción.
Un mundo futurista, bastante tétrico y frío, en el que el protagonista no es sino un superviviente de otra época, una reminiscencia en un mundo de biología y tecnología supuestamente avanzadas, una excepción contracorriente. Sin embargo, al final, entra la duda sobre si son los humanos de ese mundo los que se han vuelto inhumanos y él es una creación.
Un homenaje Blade Runner, con un ambiente acorde, que a Ridley Scott le hubiese encantado, como a Harrison Ford interpretar a ese técnico de aparatos de climatización.
Un abrazo ¡campeón! Suerte y Feliz Año
Suerte y Feliz Año para ti, Ángel!!! Es un placer leer tus acertados comentarios!!!
Es evidente que la película me marcó. GRACIAS!!
Un saludo!! 😉