Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

JUN23. MORFINA, de Paloma Hidalgo Díez

El Viento del Sahel ya no soporta más ver sus pequeños cuerpos desnutridos, se ha cansado de que en el negro de su piel se confundan la miseria y el hambre. Ha vuelto a recorrer sus casas soplando con fuerza para barrer su desdicha, pero no ha sido capaz de despegarla ni de sus miradas. Lleno de rabia y de impotencia  ve como la desgracia sigue bailando abrazada a la niña de sus ojos, tan negra como ellos, cuando se aleja.
Por eso hoy se ha vestido con sus mejores galas y ha emprendido un viaje hacia el norte; cargado de calima, del polvo triste que pisan sus esqueléticos pies infantiles y de las lágrimas secas de sus madres, va a recorre la piel de la vieja Europa; a dejar por ciudades y campos la huella de su paso acalorado, la imagen de sus rostros hambrientos y de sus manos  vacías. Soplará herido, estéril; va a bufar entre el verde de parques y jardines; y a recorrer las pecas de caritas sucias de caramelo y chocolate mientras levanta sus gorras y sus globos de colores.
 Viene a traer un poco del sur que agoniza  a nuestro lado, carente de morfina.

 http://unlibroesunjardndebolsillo.blogspot.com

JUN 22. NACIDO VIENTO, de Susana Gil

El  día  que la vida perdió su firmeza  yo nacía viento, flotaba por las calles arremolinando palabras secretas que nunca nadie había de decir. Me vestí de irrealidad y nadé sobre los días sin premura, sin temor. El tiempo había perdido su sentido para mí, transcurría ajeno a mi existencia y la vida flotaba a mi alrededor como una brisa suave que no podía unírseme.
Fui aire para los demás o los demás lo fueron para mí y de esa misma solitud nacía mi naturaleza etérea, mi locura, mi vida.

JUN21. SITIADOS, de Joaquín Valls Arnau

 Aunque escasamente habitada, es una región de tierras fértiles, batida durante buena parte del año por los húmedos vientos alisios procedentes del este. No hace todavía un mes que ambos se vinieron hasta aquí, abandonando sus empleos en la ciudad: deseaban iniciar una nueva etapa de sus vidas, dedicándose al cultivo de hortalizas y a la cría de animales.
Cuando se instalaron en ésta su nueva casa, alrededor de la superficie construida se extendía una vasta pradera. A los pocos días, coincidiendo con un cambio en la dirección del viento y la llegada repentina de una ola de calor, observaron con extrañeza que en distintos puntos de la finca se formaban unos orificios del tamaño de balones de fútbol bajo los cuales, en cuestión de horas, el terreno se desplomaba varios metros. Pusieron algunos cepos e incluso echaron veneno para roedores, pero resultó en vano. Hoy, al abrir la puerta para salir afuera, han descubierto que a sus pies se abría un profundo foso. Sin opción de avisar a alguien que pueda acudir en su auxilio, esperarán adentro, resignados a que de un momento a otro comiencen el ataque a la casa.

HABRÁ FLORES AL FINAL DE LA SEMANA

Aprovechando una consulta …
Los resultados de mayo se publicarán en el blog sobre el jueves-viernes de esta semana.
Y me consta que el jurado ha trabajado duro este fin de semana…
Mientras tanto podéis deshojar la margarita

JUN20. A LA DERIVA, de Pablo Vázquez Pérez

Si el viento amaina yo la abrazaré bien fuerte y me la llevaré conmigo. En cuanto alcance con dos brazadas a esa Vírgen Inmaculada con el niño tallado en madera, flotando entre las ropas y los restos de equipajes.
No puedo ver el mástil, ya se hundió del todo.
¡Vaya, alguien agita los brazos entre aquellos toneles! Quizás podamos llegar juntos hasta la costa.

 http://pablosinbulla.blogspot.com.es/

JUN19. LA MIRADA DE SUS MUÑECOS, de Carlos A. Torres Gómez

No podían creer lo que tenían ante sus ojos: el ángel negro había sesgado el alma de aquella niña. En el rincón de lo onírico, los juegos habían perdido su esencia; las canciones se habían tornado mudas. Se preguntaban quién balancearía ahora aquella batuta responsable de convertir sus fantasías en realidad. Poco a poco lo inerte se fue adueñando de la habitación hasta hacer de ella un mundo asolado por la oscuridad; sin embargo, olvidaron lo que la niña tantas veces les había enseñado: «siempre seréis testigos de mis caminos». Suspiros de luz agitaron las cortinas del juego entre vientos de dolor. El cuerpo había desaparecido, pero su alma permanecería para siempre en el centro de aquella habitación.

JUN18. VIENTOS DE VIDA, de Jose Vicente Pérez Bris

Había malgastado la adolescencia en las calles, militando en una banda.
Al llegar la hora del servicio militar, se declaró objetor de conciencia. Cualquier cosa mejor que hacer instrucción. El tribunal médico le dio dos opciones: limpiar desechos industriales o trabajar en un centro para enfermos terminales. Escogió esto último sin mucha convicción. Le pareció simplemente, más limpio.
Cuando conoció a su primer paciente, cambió como el viento.
Era un anciano sin esperanza de salvación, pero con un gran apego por vivir.
El joven no había conocido a sus abuelos, por lo que aquel hombre asumió el papel. Despertó en su alma perdida, el amor por la lectura. Hablaban durante horas, mientras el enfermo tomaba las comidas o realizaba el aseo matinal.
Una mañana lluviosa, el anciano partió, rompiéndole el corazón.
Lloró amargamente, encerrado en los aseos de la planta.
Maldijo al mundo y la mala suerte. Pensó escapar y tirar todo por la borda. De pronto, alguien golpeó la puerta del baño. Era el jefe de planta.
Un nuevo enfermo acababa de ingresar. Le necesitaban.
Aún con los ojos llorosos, acudió a su encuentro. Era una anciana menuda, de pelo blanco como la nieve. Su abuela  había llegado.

JUN17. SE NECESITA JURADO, de Francisco J. Rubio Consuegra

A nadie se le había ocurrido antes. Una noche, la primera que dormía fuera del frenopático, se me «apareció» la idea: convocar a todos los vientos del mundo en un campeonato internacional para determinar cual era el que más influía sobre la mente humana. O, dicho de otro modo, ver quién era capaz de hacer perder las entendederas antes a un sujeto expuesto a su influencia.
Desde las Rocosas llegó el chinook, todo un mito que, desafiante, miraba al legendario föhn, como si la cosa fuese solamente entre ellos dos. Los “desérticos” formaban grupo aparte, sintiéndose élite: siroco, pampero, sonora, simún… y no dejaban acercarse a ellos al devastador mistral. Mirando a todos con altivez, desde la cercana colina de las dos cruces, estaba el xaloc, que competía “en casa”.
El ambiente se tornó extraño, tenso; la atmósfera, eléctrica. Entre el público empezó a verse algún síntoma de vesania cuando, de pronto cesó el aire y una insoportable calma chicha se adueñó del medio. Descorazonadora, a los tres minutos había conseguido ahuyentar todos los vientos e inducir al suicidio a la mayor parte del jurado, declarándose el premio desierto y aplazándose su convocatoria para el próximo mes de julio.

 http://pequenastretas.blogspot.com.es/

JUN16. COMO UNA MOTA MÁS, de Alba Martín Gómez

Fuera sopla el viento de forma agresiva, casi voraz. Son las tres de la madrugada y el ruido del las tejas tintineantes no me deja dormir. Me asomo a la ventana y abro la persiana para ver mejor lo que pasa fuera. Las fuertes ráfagas arrastran hojas, arenilla y algunas bolsas de plástico, los árboles se agitan como movidos por una fuerza infernal, parece un huracán. Yo en cambio siento paz, me siento como una de esas motas de polvo, pequeña e insignificante, y siento envidia, me gustaría ser arrastrada por el viento como una mota más. Nunca conseguí nada de valor en esta vida, soy mediocre en todos los aspectos y lo que más daño me hace es no poder perder la esperanza de encontrar mi lugar. Este sentimiento me lleva a vestirme y calzarme, salgo a la calle. Quiero dejarme arrastrar por el aire y desaparecer. Empiezo a correr sin rumbo notando como el frío se mete en los huesos y llego a un descampado donde el viento sopla casi de forma cruel contra la arena  desnuda. Me tumbo en el suelo, siento que me elevo y, ahora sí, soy una mota de polvo más.

JUN15. EL NACIMIENTO DE VENUS, de Merceedes Daza García

El mar ha crecido en deseo por la acogida entre sus aguas de una sugerente chica llamada Venus, que navega desnuda en una concha color marfil, mecida por el viento del oeste. Las aguas cristalinas reflejan la piel tersa y rosada de la joven, que inocente deja entrever sus pechos. Su educación le advierte que no debe insinuarse, pero rebelde sólo quiere desobedecer prohibiciones.
Céfiro y Cloris son pareja desde hace años. Ante la llegada a la orilla de la fémina, observan atónitos su belleza y se regalan miradas cómplices. Saben que ella avivará el fuego de su relación consumida. Céfiro, Dios del viento, sopla pícaro, con la intención de jugar con la abundante melena de la chica que se desliza entre sus piernas.
La perfección carnal de Venus provoca sentimientos opuestos a la ninfa Primavera, que la mira con tristeza a la par que se marchita. Acostumbrada a embelesar a los hombres, no puede reprimir sus celos e intenta ocultarla con un manto púrpura.
Venus se arropa y derrama una lágrima al comprender que ha nacido en ella una mujer. A pesar de sus sollozos, Botticelli esboza una sonrisa al contemplar desde la ventana su sueño lúbrico.

JUN14. RETT, de Isabel Pastor

Fueron treinta años muy largos. Convulsiones. Disfunciones respiratorias. Escoliosis. Atrofia muscular. Retraso mental severo. Ausencia de lenguaje. Perdida completa de capacidad motora… Y yo como una sombra inquieta e inútil. Cuidando con mimo una esperanza vana. Aguardando que un milagro ocurriese cualquier mañana, con la convicción de que lo más increíble de los milagros es que a veces ocurren.
He llamado a la asociación esta mañana. Me han dado el pésame por la pérdida de Blanca y me han pasado con la que ha sido su terapeuta durante tantos años. Sólo quería mostrarle mi agradecimiento por su labor.
Deberías esperar un poco a que se cure la pérdida, me ha dicho, la muerte es un vendaval imparable, pero termina amainando.
No puede impedirse el viento, le he contestado, pero pueden construirse molinos. Me gustaría ofrecerme voluntaria.

JUN13. ÁBREGO, de Jesús Alfonso Redondo Lavín

El viento “ábrego” pierde su humedad en Reinosa. Ligero, raudo, seco y salvaje baja por la sierra del Escudo, hacia la bahía santanderina.
Si llega muy cálido lo llamamos “abrilada”, si persiste por días decimos que sopló la “abriguna” y en genérico, lo llamamos “surada”.
Esos días la atmósfera pierde su habitual humedad cantábrica. La gente se acatarra y se secan el aire y los cerebros, produciendo dolores de cabeza y a los más débiles profundas depresiones.
La bahía se riza, parece que hierve y si toca “sizigia” puede inundar las riberas.
En1941 fue el responsable del pavoroso incendio que asoló la capital.
Mi prima Carmina dice que, por ignorancia, esos días solo cogen la lancha los que vienen de Castilla en el “tren playero”.
Uno de mis entretenimientos de sesentón es pasear la yema de mi dedo índice por el “Google Map” en el i-pad que me regalaron mis hijos la pasada Navidad. No sé qué busco pero siempre encuentro algo.
Entre Azores y Canarias hay un minúsculo archipiélago. Era desconocido para mí.
No se trata de la isla fantasma de San Borondón de quita y pon.
Son las islas Salvajes.
Dicen que el “ábrego” tiene allí su cuna.

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