Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
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Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

MAY90. EN LO MÁS ALTO DE LA MÁS ALTA TORRE, de Paz Alvar

Buenas noches, princesa, te susurro mientras acaricio tu pálida mejilla. He esperado a que se apague la luz de tu alcoba para dejar de ser tu padre y convertirme en el furtivo ladrón que te roba un beso cada noche. La luna ilumina una habitación que ya no reconozco, un reino que he perdido sin darme cuenta. O quizás, sí. Quizás hubo un instante, casi imperceptible, en el que dejaste escapar un gesto de fastidio para decirme sin hablar, que ya no querías honores reales, que debías construir esta torre tan alta sólo para ti.
Pero a veces, bajas la guardia y entonces me parece reconocer a la niña que un día fuiste, a la princesa que vestida de rosa tul, corría a mi encuentro cuando regresaba del trabajo. Yo te esperaba con los brazos abiertos y te lanzaba al aire una y otra vez hasta que me suplicabas que parara. Luego nos echábamos al suelo abrazados y mientras tú reías, yo guardaba ese momento de flores y fresas en mi corazón.
Por eso no pierdo la fe. Por eso sigo esperando que un día vuelvas a lanzar tu larga melena por la ventana para dejarme subir a rescatarte.

MAY89. SUEÑOS EN LIBERTAD, de Cris Novoa Presas

Todavía resonaba en su cabeza el eco de la porra de los guardias contra los barrotes. El olor pestilente de las camaradas de celda, sus alientos infectos. Su vista aún no se había acostumbrado a la luz del sol y a mirar a lo lejos sin que se interponga un muro de argamasa lo suficientemente alto para encadenar su cuerpo fusionado a sus sueños.
Entonces miró el reloj, examinó su rostro en el espejo cochambroso de la habitación de la vieja fonda de su amiga La Paca. Se pasó el carmín por los labios. Ya habían llegado, era la hora, volvía a prisión.
Ella sabía que una vez que la infección del presidio irrumpe en su vida, ya no iba a desaparecer hasta carcomerle las entrañas. El bucle al que accedía, no tenía fin. Esta vorágine la tenía aterrada…
Su pavor llegó a tal extremo que le dolía vivir.
Por la mañana el guardia preguntó:
– ¿Qué le pasa a la princesa?
Y la reclusa de la celda de al lado contestó:
-¡Se colgó!
Su cuerpo se quedó allí, encarcelado, ese era su destino, pero sus sueños eran libres para siempre.

MAY88. UN ÁNGEL ENTRE NUBES, de Karina Delprato

La princesa llora, está triste.
Acaba de perder la fe,
creía que existía alguien en el cielo,
se dio cuenta que así no es.
Un niño soñaba que Dios, con su magia,
el sufrimiento le haría desaparecer,
ella misma le creó la ilusión,
contándole cuentos de fantasía y color.
Un día, sus ojitos no se abrieron,
pero la luz de su alma
en el cielo, un arco iris formó,
reflejándose en el reinado,
dejando un paisaje multicolor.

http://resurgire.blogspot.com.es/2013/05/un-angel-entre-nubes.html

MAY87. EL HÉROE Y LA PRINCESA, de Héctor Hernández

Y él le dijo:
Yo también te amo, pero es necesario que parta esta misma noche para demostrar mi valía y, así, hacerme digno merecedor de tu amor.
Así que salió en busca de hazañas para acometer. Sus ojos se llenaron de días; resistió tempestades; sufrió fríos, hambres; derrocó tiranos; enfrentó dragones con solo su espada y su broquel. Y, finalmente, cuando hubo considerado que era digno del amor de su princesa, volvió.
Pero su amada ya no era la misma que dejó al marcharse, ahora no le reconocía: el tiempo y la ausencia habían causado estragos. Él se entristeció en gran manera, pero confiaba que pasada la noche, cuando despuntara el alba y estuvieran juntos para los ejercicios matutinos que les imponían en aquel geriátrico, lo vería ahora convertido en héroe y le amaría.

MAY86. HORMIGUEOS, de Sergi Cambrils

Lloraba con las películas americanas de serie B con las que antes se reía, se dormía conduciendo su antiguo Seat Panda y añoraba a su madre a todas horas. Tenía hormigueos en la boca y, espantada por si había hormigas de verdad, recorría con la lengua las cavidades cercanas al paladar para aplastarlas. Estaba angustiada desde que dejó de fumar y, abstraída en pensamientos extraños, encendía el cigarrillo eléctrico que se había comprado en la farmacia para calmar lo que le pasaba. No estaba bien y era evidente que le costaba dejarlo, pero se motivaba con la música eufórica de Rocky y se reía a carcajadas cuando, en un mismo día, se manifestaba el sol, la lluvia, el viento y la nieve; su personalidad inestable era como el clima donde vivía. «Lo que tú tienes le pasa a mucha gente» le decía su psicóloga animándola, pero de nada le servían sus palabras, porque cuando aquellos minúsculos insectos volvían a recorrer inquietos cualquier otra parte de su cuerpo entumecido, ella, presa del pánico, pensaba en introducir sus dedos en algún enchufe ya que presagiaba un futuro peor que el que estaba viviendo.

 www.sergicambrils.com

MAY85. ASESINO A SUELDO, de Iratxe León Ferreiro

Sé que no debo disculpar mi conducta bajo ningún concepto, pero trabajar como doble para las princesas de cuento va a acabar conmigo. Todo empezó con un inocente pinchacito de rueca por aquí, una manzana envenenada por allá… Sin embargo, esto se les está escapando de las manos. Ahora ya no son sólo escenas de riesgo, sino momentos vergonzosos como besar a un sapo en los labios o bajar unas escaleras corriendo con unos zapatitos de cristal. Vamos a ver, ¿no era suficiente con pasarme dormida décadas? No le quiero contar lo que supone estar veinte años recostada en la misma postura, y esperando a que venga el príncipe de turno en su corcel blanco. Sé que es un trabajo, pero además de mal pagado, exige dedicación completa. Si por lo menos fuese la princesa protagonista, aún. Por eso me he decidido a contratar sus servicios. No quiero nada ostentoso ni tradicional. Que sea algo creativo, nada de dragones que las acaben carbonizando. Entonces, ¿tenemos u
n trato?

MAY83. PERDIDA EN EL REINO DE LA MEMORIA, de Isabel Sánchez Puga (Penélope G.)

A pesar de su semblante triste, sigue siendo bella. Tan bonita como el día que posé mi mirada en sus largas trenzas doradas y sus ojos pardos.
Éramos solo unos chiquillos, pero en ese instante supe que la amaría toda mi vida y que nunca encontraría otra como ella.
Y ahora, sentada en la mecedora junto a la ventana, con la vista perdida en algún punto de su memoria y un gesto serio en el rostro, la miro con ternura y me pregunto ¿Qué le pasa a mi princesa?, y al no obtener respuesta que me alivie de esta pena, reprimo el deseo de abrazarla a sabiendas de que no seré correspondido, mientras una lágrima furtiva resbala por mi mejilla e intento consolarme pensando, que al menos una vez nos amamos.

MAY82. RELATO DEL ESCLAVO, de Ana Fúster

Me fascinó el relato del espejo. Contó que hubo un camellero llamado Hassan, cuya vida transcurría monótona conduciendo reatas entre las dunas. Un mediodía, un destello repentino hirió sus ojos, y al aproximarse descubrió sobre la arena un espejito de plata pulida. Sintiéndose bendecido con el regalo, Hassan lo envolvió en un turbante y lo guardó en una alforja. Ya en el oasis, mientras lo abrillantaba, le pareció que emanaba de él un murmullo de agua. Su asombro no tuvo límites cuando reflejado en su superficie vio el mar, que no conocía y del que tanto le habían hablado. Contempló sirenas, escualos, la silueta espectral de una trirreme hundida, ostras que exhibían perlas, medusas fosforescentes… Al día siguiente, una caravana de beduinos encontró el cuerpo de Hassan bajo las palmeras. Tenía las ropas cubiertas de algas y sal, y sus ojos se habían vuelto azules.
Cuando concluyó su relato, aún no había amanecido: esa vez había terminado la historia demasiado pronto. Sabedora de su destino, una lágrima desbordó el kohl que enmarcaba sus ojos. Pero ya nunca más habría de temer por su vida, pues el relato del espejo por fin enamoró a mi amo perdidamente de Scheherezade.

RELATO FUERA DE CONCURSO POR PERTENECER LA AUTOR AL JURADO DE MAYO

MAY81. CELDA 211, de Arantza Portabales Santomé

En la 207 está nuestra particular Bella Durmiente. Vicky se pasa el día colgada. Se mete toda la mierda que consigue en este antro. Si vas de ese palo, la de la 212 es tu chica. Nuestra Blancanieves tiene toda la pura ídem colombiana que te puedas permitir. La negra de la 209 es Tiana. Su príncipe le salió rana, como a todas. Y ella lo devolvió a la charca con dos puñaladas en el estómago que la han traído directa a este castillo. La de la 206 es Bella. Como nuestra Tiana, se casó con la Bestia. Sólo que no tuvo tantos huevos como ella. Está aquí por delito contra la salud púbica y le pide al abogado de oficio que no la saque. Sabe que la verdadera cárcel está fuera. Y luego estás tú. Una linda Cenicienta de ojos azules. ¿Rumana?. No entiendes ni papa, ¿verdad?. Mi querida y dulce Cenicienta. Después de media noche echarás de menos a tu hada madrina. Bienvenida a la celda 211. A mí me llaman Reina de Corazones.

http://unanubedehistorias.blogspot.com.es/

RELATO FUERA DE CONCURSO POR PERTENECER LA AUTOR AL JURADO DE MAYO

MAY80. MIRADA TARDÍA, de Carmen Calafat Peñas

Cuando mi cara cultivaba acné juvenil y ella empezaba a pintar canas con pasión, se empeñaba en contarme el final de las películas del día anterior. Yo me enfadaba; mis hormonas tenían asuntos más interesantes que discutir y mi encefalograma plano no distinguía lo esencial de lo intrascendente.
Hoy, hace diez años que mi madre dejó su trabajo a jornada completa de Cuentacuentos y yo daría cualquier cosa por oír de sus labios como me llamaba “princesa” y repasar con ella el final de una película más; cualquiera, excepto la del mal bicho que se instaló en su hígado y, en cosa de un mes, se la llevó.-

SIGUE EL LIBRO VIAJERO

Pues aunque el autor ya es repetidor, parece ser que el libro sigue viajando por los rincones más hermosos de este país… Pistas: el nombre del sitio suena a madera (aunque no se vean árboles) y el autor  leyó el cuento más corto en Cabezón de la Sal

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