Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

ANIMALES

Un relato con menos de 200 palabras inspirado en ANIMALES

Bienvenid@s a ENTC 2025 Comenzamos nuestro 15º AÑO de concurso. Este año hemos dejado que sean nuestros participantes los que nos ofrezcan los temas inspiradores, y el 5º de este año serán LOS ANIMALES. Y recuerda que el criterio no debe ser poner menos palabras sino no poner palabras de más. Bienvenid@
días
3
9
horas
1
7
minutos
0
2
Segundos
5
0
Esta convocatoria finalizará el próximo
15 de AGOSTO

Relatos

CUANDO DESPERTÓ… EL JURADO ESTABA ALLÍ…

Desde este mes los participantes del blog tomáis la palabra más alta… Hasta ahora organizadores y autores compartíamos en igualdad la responsabilidad de elegir los relatos; pero las normas de este año dan más importancia a los que participáis. Como es el primer mes de esta convocatoria  y no tenemos aún ganadores, hemos tenido que recurrir a nuestros flamantes ganadores del diciembre… y hemos decidido que como cierre de una etapa y comienzo de otra debíamos invitarles a todos. Muchas gracias a todos ellos por aceptar una vez más el incómodo papel de jurado y por el esfuerzo que supone durante los próximos 30 días.
Nuestro Jurado para este mes se amplía por tanto y estará compuesto por 
Miguelángel Flores, Felix Valiente, Ignacio Feito y Rafa Heredero 
por parte de los participantes, 
y por Mari Carmen Cobo y Juan Antonio Morán (JAMS) por los organizadores.
Pues nada más, a despertarse, que el jurado ya anda vigilante…

ENE64. NOCHE DE PERROS, de Nieves Torres Alonso de la Torre

Cuando abrí los ojos supe que no había sido una pesadilla. La hija de Nara seguía junto a mi cama, respirando débilmente, pero viva.
La de Nara, esa noche, había sido una muerte trágica: era muy joven y había muerto entre aullidos pariendo a unos cachorros que morían al nacer.
Papá preparaba la cena cuando el parto se adelantó varios días. Nosotras colaboramos en lo que pudimos: hervimos agua, preparamos paños, tratamos de reanimar a los cachorros y de aliviar a la madre, pero no sirvió de mucho. A medianoche, mi madre envolvió a Nara en una toalla y con el último cachorro cobijado en el escote de su blusa, se los llevó a la única clínica abierta a esas horas. Volvió de madrugada, derrotada, con el cachorro, una hembra diminuta con pocas probabilidades de sobrevivir.
Esa noche nos acostamos casi sin cenar y todos, hasta mi padre, lloramos antes de dormir.
Mi hermana, que quería ser atea, quiso entender la muerte de Nara como una prueba de que Dios no existe, le parecía impensable un dios tan poco oportuno. El resto nos centramos en criar a la pequeña. La llamamos Maisha, que en swahili significa “vida”.

 http://nieves-debajodemisombrero.blogspot.com.es/

ENE63. EL CUENTO MENGUANTE, de Miguel Pereira Rodrigo

Emulando a los pájaros, el conejo sobrevoló el arbusto e intentó, como en otras ocasiones, sumergirse en la familiar negrura sin tocar suelo, pero se dio de bruces con varias vallas amarillas.

– ¿Quién las habrá puesto ahí?- Preguntó indignado con su voz chillona.- Ahí debía estar el gran agujero.

Como no hubo respuestas empezó a apartarlas una a una, ante la atónita mirada de la niña. Tras el arduo trabajo, se encontró la superficie tapiada y un llamativo letrero en cirílico. Dado que sus fantasías eran superiores a las trabas lingüísticas acertó a leer:

“RECORTES EN CULTURA HAN IMPEDIDO MANTENER EL AGUJERO”.

Miró a la muchacha con resignación y encogió los hombros. Alicia apenada se despertó de repente y sobresaltada notó el frío filo de unas enormes tijeras que suavemente acariciaba su blanquecino cuello.

ENE61. ¡DECIDÍ SER FELIZ!, de Christine-kistila Cleret de Langavant

En 1963 pasé la nochebuena peor de mi vida… sabia que mi marido iba a cenar adonde sus padres pero eran las doce y seguía sin venir… desde mi cuarto del hospital podía oír el jolgorio en las otras habitaciones…
Con dificultades por los puntos conseguí sacar de la cunita mi primera hija recién nacida. Con ella en mi regazo, llorando, canturree todos los villancicos que cantábamos por las calles nevadas de nuestro barrio parisino al ir y volver de la misa del gallo y recordé con añoranza como, después de la misa, mi abuela abría el biombo que cerraba el bajo de la escalera adonde ella tenia su cama: encima, y colgados del revés de los peldaños, estaban los regalos hechos por ella misma…
El día 26 volví a nuestra casita campestre y cuando enseñe mi hija a la damisela de la veleta de hojalata (ver cuento anterior), con la impresión de haberme por fin despertado, musité esta frase de Prevert:
“¿Y si tratábamos de ser felices? No seria mas que para dar ejemplo”
Y siguiendo un consejo de Voltaire:
“Decidí ser feliz, es mejor para la salud”

ENE60. TIC-TAC, de Juan José Benítez Goya

 Escalofrío. Pánico. Un disparo, después otro. El latir de su reloj de pared, de época victoriana, le daba cobijo. Se levantó de la cama como un resorte buscando respuestas. Le detuvo aquel reloj que le hablaba con su tic-tac melancólico, deseoso de pasar otra hora, otro minuto e incluso, otro segundo. Salió de la habitación y cruzó el pasillo. Intentó abrir todas y cada una de las puertas que rodeaban aquel largo y doloroso corredor. Ninguna se abría. Lloró desconsolado, se arrodilló pidiendo misericordia, pero no hallaba ningún amparo. Únicamente el silencio, interrumpido de vez en cuando por su reloj victoriano, su único compañero de habitación y de vida. Estaba solo. Pasado un tiempo, en su mente empezó a atisbarse un halo de esperanza. Sonrió. Una puerta se entreabrió, dejando ver un minúsculo reflejo de luz. Fue hacia él. Abrió aquella puerta y se volvió a detener. Aquel habitáculo estaba vacío, arropado por cuatro paredes vetustas. Deambuló un buen rato, dando vueltas sin parar. ¿Qué ocurre? Se repetía una y otra vez. .. Era un sueño.
Cuando despertó, encontró las respuestas. Un disparo, después, otro. Su reloj victoriano seguía latiendo de manera melancólica. Pero él ya no lo oiría jamás.

ENE59. AIRE, de Rafa Newman ("Enmascarado" )

La imagen que ahora memorizo es difusa, pero recuerdo que todo comenzó al presenciar casualmente como un hombre, de aspecto rudo, asfixiaba a Carmen, mi vecina.
Mi situación ya era extrema, tras el forcejeo con Ángel perdí el conocimiento y al despertar me encontraba maniatada y encerrada dentro de algo que podría ser un ataúd.
¿Cómo imaginar que con las prisas para no ser vista olvidaría las cartas sobre el muro?
Tratando de no perder la calma, tanteándome, encontré un encendedor que el muy sádico había colocado. Estaba dispuesto a hacerme sufrir.
Durante todo el día el revuelo policial en casa de mis vecinos me tenía inquieta, pero más aún cuando comprobé que quien dirigía la operación era un tal Ángel Castro. Creo que nos reconocimos al mismo tiempo, él mi pánico y yo su mirada de satisfacción.
Con el encendedor pude ver lo delicada que era mi situación, hilos de arena se filtraban por las fisuras del cajón. Dentro de mi angustia iba notando cómo me quedaba sin aire.
Cuando más asfixiada estaba comencé a tomarle gusto a mi mordaza. Eran los labios de Ángel, mi marido, con sabor a rico y reanimante café.
Tan rudo para unas cosas…

TRES EN UNO… QUÉ BÁRBARA…

A eso se le llama comenzar bien el año…
Descubrimos que nuetra admirada
PALOMA HIDALGO
acaba de hacerse con uno de esos casos en los que los deportistas le llaman «la triple corona«
En estos pocos días de 2013 ha ganado el concurso de micros de la Ser de Castellon, le han dado el segundo premio de microficciones a partir de una imagen en Triple C y hoy mismo le han comunicado que es la primera ganadora del Wonderland del año.
Prolífica y exitosa Paloama… nuestra más sincera enhorabuena¡¡¡
Puedes leer alguno de estos éxitos en su BLOG

ENE58. SORDERA, de Teresa Elena Hernández Villagómez

Serían las tres a.m. cuando abrió los ojos interrumpiendo sus sueños con un vacío en el oído izquierdo, una molestia incrustada en el canal que provocaba un ruido interior, en su cabeza, algo se había alojado ahí.

Tratando de librarse de aquella invasión introdujo un hisopo, no funcionó, aquello se movía en el delicado conducto generando cada vez más incomodidad, y ese ruido que no era ruido, sordo y distante, intentó con un alambre y a medida que su desesperación crecía en esa angustia comenzaba una sordera de los sonidos circundantes, pero no de ese hueco rasgado por los movimientos del intruso….y más objetos cada vez más peligrosos entraban en ese oído.

Finalmente, el cansancio le venció, se tumbó a la cama entre el dolor y la angustia y sin más, de su costado, sintió salir un pequeño insecto, una diminuta araña que le cambió para siempre su audición por ese ruido ensordecedor….

EL DINOSAURIO … SE LLAMABA JOSÉ

Y Rafa Heredero nos descubre quién se encontraba, 
en realidad, detrás de la figura del dinosaurio
 en el cuento de Monterrosso…
Un político? …Un boxeador?  … Tal vez… un poeta?
Sal de dudas y clicka en este ENLACE

Nuestras publicaciones