100. Pantone 485
Billetes de tren sin usar, cartas vagabundas sin sello ni remite, besos transeúntes a la búsqueda de un trozo de piel donde adherirse y palabras que murieron en la obstinación del silencio. Todo ello conforma una basura inclasificable que comienza a ser preocupante.
El gabinete de crisis ha decidido tomar cartas en el asunto contratando a un grupo de expertos en materia de energías renovables para ver si son capaces de transformar tanto desánimo en combustible barato. De momento han instalado contenedores de color rojo en las ciudades que nadie sabe por qué, combustionan al contacto humano.
El político de turno ha buscado una rápida explicación: calentamiento global.
La cultura del reciclaje parece haber calado hondo, pero hay huellas de derrotas y frustraciones que no es posible almacenar ni destruir nunca del todo. Serían necesarias otro tipo de medidas para tratar el problema, individualizadas y llenas de sabia psicología, pero mucho me temo que no hay gobernante con sabiduría suficiente para ofrecer un servicio así.
Muy original, Raquel
Un abrazo y suerte
El calor humano lo puede todo. Qué pena que lo usemos tan poco.
Me gusta mucho Raquel. Suerte!?