42. PARA QUÉ OS QUIERO (Belén Sáenz)
Solté los prendedores del liguero, deslicé el nailon desde los muslos orillando las rodillas y descendí por las pantorrillas hasta detener la caricia en sus tobillos exquisitos. Tras ellos emergieron dos torpes piezas de carne, ogros de dedos sarmentosos que se espantaban recíprocamente. Tenían las uñas la palidez del gusano necrófago y su tono no permitía distinguirlas del mortecino empeine, lo que me provocó incluso más repulsión que el borde curvado y amarillento que las remataba.
Ella misma me rogó, con lágrimas en los ojos, que cercenara aquellos apéndices horrendos.
Por las mañanas se enfunda en escamas de sirena y sale al balcón a despedir a los marineros que se van a las Filipinas. Luego, en la bañera, chapotea blandamente bajo el agua tibia y jabonosa con sus patas palmeadas mientras le masajeo los hombros y la espalda. Pero yo la prefiero de noche, cuando se calza las almohadillas de gata y recorre mi cuerpo entero lentamente, las garras escondidas hasta el momento del éxtasis.
Somos muy felices. No podría explicar por qué oculto aún en el sótano un bote de cristal con aquellos pies conservados en formol. A veces, cuando noto que está dormida, me gusta bajar a contemplarlos.
Hola, Belén.
Pies para qué os quiero. Pues está claro que la ausencia de los mismos en el ser amado, le pone que no veas al protagonista y narrador. Como dicen que dijo Rafael El gallo, el torero: Si es que hay gente pa to. Pues eso. Un texto pormenorizadamente descriptivo, valga la redundancia, y con un acusado toque «eróstico» y tenebroso. Mira que despedir a los marineros rumbo a Filipinas. Lo cierto es que está la mar de bien escrito y merece mis más encendidos elogios. Si el que no tiene cabeza no tiene pies, pudiera ser que la que no tiene pies no tenga cabeza, pero me da que la tiene bien amueblada al hacerse talar los suyos tan horripilantes. Mi más muy mayor enhorabuena y un beso.
Muchos besos y gracias a ti, Eduardo, por tu comentario que es una obra literaria en sí, llena de sensibilidad y lecciones maravillosas e interesantes.
Un relato que mezcla el horror con la ilusión y la magia. Unos pies que nos sirven para caminar, y una cola de pez que nada en el interior de la bañera. Dicen que el pez que no conoce el mar no se apena de lo exiguo de su pecera. Él dice que son felices, pese a los pies ocultos, y ella esconde sus uñas hasta… bueno, es un micro con varias lecturas y yo diría que con varios finales.
Me ha gustado la ambigüedad que reflejas. Un saludo, Belén.
*quise decir: unos pies que No sirven para caminar.
Hola, Manoli. Me gusta esa mezcla que has visto de horror, ilusión y magia. Es una descripción preciosa. Muchas gracias por tu visita y comentario.
El objetivo principal de los seres humanos, reconocido o no, es ser feliz. Tu pareja protagonista parece haberlo logrado con una práctica que, desde fuera, es un tanto drástica y macabra, pero como esa mutilación ha sido consentida, no hacen daño a nadie y a ellos se les ve tan dichosos, nadie tiene nada que decir, ya lo dice todo el título, frase que condensa a la perfección el espiritu del relato.
Un abrazo grande, Belén. Suerte
Una felicidad que también esconde una fascinación morbosa. La belleza y su contrapartida de fealdad. Un abrazo y gracias siempre por tus lecciones e interés, amigo Ángel.
Hay apéndices que nos lastran la vida y hacemos bien en cortar. Y hay otros que, hagamos lo que hagamos, se vuelven un ancla que noa hunde.
Un relato que mezcla la fascinación y el morbo a partes iguales; muy a lo Frida Khalo.
Me gustó, BELÉN.
Cariños,
Mariángeles
Me alegra mucho que te haya gustado, Mariángeles. Gracias por visitarme desde tan lejos y tu comentario tan reflexivo. Besos.
Hola, Belén.
Guau, qué interesante historia y qué párrafo final tan delicioso (o espeluznante, según se mire). ‘Para qué os quiero’ es el mejor título posible para el micro.
Me encanta.
Besos
Hola, Towanda. Qué alivio, porque tenía mis dudas sobre el título. Temía que fuera un poco ordinariote y llevara a confusión. Gracias por tu vista y me encanta que te encante. Besos.
Precisamente has basado tu historia en esa parte que la foto esconde —comenzando con una prodigiosa descripción de los pies— y en el modo en que ello condiciona la relación de los personajes, morbosa, como ya habéis dicho, y como tal quizá condenada a complicarse (el último párrafo, en especial su última frase, podría apuntar algo en ese sentido).
Genial como siempre tus modo de hacer, Belén. Mucha suerte con este gran relato.
Enhorabuena y un abrazo.
Belém, un titulo necesario para tu relato, donde el rechazo de ella se contrapone a la fascinación de él.
muy buen relato. Mucha suerte.
Besos apretados.