71. Pequeño amor (Mª Asunción Buendía)
Ella esperaba a que bajaran las cabras del monte, entonces cogía el cántaro y se lo ponía en la cadera al grito de ¡Madre voy por agua! Sabía que él siempre la veía pasar cuando iba a la fuente. Ese día fue distinto. No había nadie en el camino. Lo descubrió un poco más adelante entre los chopos que rodeaban el caño grande, pero se había dejado la sonrisa y el anhelo. Ella empezó también a mudar el gesto. El cántaro lleno no le pesó tanto como las palabras que él dejó caer en un susurro demoledor. Dice mi madre que no podemos ser novios. Ella lo miró, la cara encendida, los ojos brillantes gritándole que ella jamás, jamás le había querido, de paso lo mandó a la mierda, a él, a su madre y a toda su familia.
– Luego volví a casa llorando, no sé ni cómo sobrevivió el cántaro. Antes de llegar tu abuelo me lo cogió, me secó las lágrimas y me acompañó en silencio. Nunca más nos separamos. Fue uno de los días más felices de mi vida.
Marcelina sonrió 80 años después contando a su nieta el principio de su pequeño gran amor.
A veces nos empeñamos en lo que no es, hasta que aparece una tormenta con crueles rayos y truenos para ponernos en nuestro sitio. Por suerte y, como dice el refrán, cuando se cierra una puerta se abre una ventana. El destino se sirve de extrañas curvas hasta que nos orienta hacia el sendero correcto.
La crónica de un amor que quizá surgió pequeño, como todo lo que nace, pero seguro y afianzado, el dilatado tiempo compartido es la prueba.
Un abrazo, Asun, suerte y que 2022 te traiga ilusión, paz y satisfacciones.
Hola Ángel, gracias por estar siempre ahí, comentando acertadamente. Feliz año 2022, que nos traiga salud y tranquilidad. Un beso extensivo a toda la familia.
Tato va el amor a la fuente, que al final se rompe. Un amor desilusionado que da paso a uno nuevo, incipiente, sereno, tierno y tranquilo. El abuelo estaba allí en el momento justo. Se dejó ver a pesar de que, en apariencia, empezó siendo pequeño y desde su menudencia hizo que creciera el amor. Maravilloso. Suerte, abrazos y feliz año, Asun.
Gracias por tu lectura y bonito resumen, muy acertado. La vida sueke ser así, un disgusto sueke ser antesala de algo mucho mejor. Un abrazo y Feliz año