7. ¿Pero qué me dices..? (Iñaki FERRERAS)
Mi amiga Serena era una ávida lectora de literatura policíaca y se había creído todos los capítulos que, durante varios meses, yo le había contado sobre un supuesto caso de vigilancia policial hacia mi persona, a raíz de dos desafortunadas y alcohólicas llamadas telefónicas a líneas eróticas. La segunda había sido interceptada y en ella yo hablaba de traficar con droga y, como consecuencia, mi vida era un puro estrés porque se había convertido en un Gran Hermano cuyo público eran la pasma.
Pobre Serena, había sido utilizada como conejillo de indias por mí, su mejor amigo. Pero cuando supo la verdad, solo me espetó “¡¿ Pero qué me dices..!?” Y desapareció…
Una mañana, sonó mi portero: Era la Policía. Por rastreo telefónico, habían interceptado nuestras conversaciones y me citaban a declarar. Estando declarando frente a un agente que todo inventiva para un libro, repentinamente oí el nombre de mi amiga en un televisor. ¡Había escrito su propia novela con mi historia y ganado un premio! En acto reflejo, juré al policía que sí era una historia real de un amigo mío. Necesitaba escribir mi propia novela y vengarme de mi amiga. Mi obra sería doblemente mejor que la suya…