Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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29. PRECIPITACIÓN (Rafa Olivares)

Sus riñones vuelan hacia Toronto; allí permitirán a su receptor prescindir de las dos sesiones semanales de diálisis y recuperar una vida normal. El corazón ya debe de estar llegando a Leipzig, donde una joven podrá, por fin, acompasar sus latidos a los de su novio. Su hígado, en viaje a Sidney, devolverá a su destinatario el color bronceado de su piel. Las córneas ya están en Toulouse, donde permitirán recuperar la vista a un chico de trece años. Y los pulmones, con destino a Denver, evitarán el ahogo y la sensación de asfixia de una profesora jubilada. Entretanto, Ireneo Ripalda, el donante, de vuelta de su letargo, se pregunta qué habrá ocurrido durante su último ataque de catalepsia.

26 Responses

  1. Rafa Heredero

    Menos mal que le dejaron el cerebro y, esperemos, su capacidad de asombro y toda la empatía que pueda atesorar por los demás. Y a ti, el sentido del humor.
    Un abrazo y suerte, tocayo.

  2. Ángel Saiz Mora

    No sería la primera vez que alguien despierta tras un óbito aparente. Hacerlo dentro de un ataúd y bajo tierra ha de ser terrible, pero más lo es despertar desmembrado, si ello fuera posible; en tu relato lo es, y supone un contrapunto que sorprende, en una historia en la que pasamos del sentimiento de generosidad que emana del personaje, al de perplejidad para él, y fino humor negro para el lector.
    Un abrazo y suerte, Rafa.

    1. Lo normal tras salir de un letargo es que te falte el reloj o la cartera, pero la vida se ha puesto tan difícil que hasta a los órganos hay que ponerles cadenas.
      Gracias, Ángel, por tus siempre amables comentarios.
      Un abrazo.

  3. Rosalía Guerrero

    Ay, pobre Ireneo, cuando se entere del despiece que le han hecho se vuelve a morir, pero para siempre. Muy divertido, ¡aunque Ireneo no debe pensar lo mismo!
    Un abrazo y suerte.

  4. Eduardo Iáñez

    Cómo me gusta el humor negro cuando está acompasado a una narración tan modélica como a la que nos tienes acostumbrados. Enhorabuena y gracias por hacernos disfrutar.

  5. Jajaja! Todo tan colocadito y con tan buenas intenciones, y al pobre protagonista lo han dejado compuesto y sin órganos. Muy bueno, Rafa, esa frase final del todo inesperada que vuelca la historia de amable a negra me encanta. Un abrazote, compi.

  6. Rosa Gómez Gómez

    Si puro humor negro, las prisas de los sanitarios en los trasplantes son ciertas, aunque no hasta este punto. De Ireneo solo queda la carcasa y el alma, si la tuviera.
    Afortunadamente nuestra sanidad pública tiene controles estrictos y podemos dormir la anestesia tranquilos, o eso espero.
    Divertido.

  7. Sara SH

    Buaaaaa, ¡me encanta! Super bien traído el tema, ese caos de órganos danzantes por el mundo, y narrado de una forma maravillosa. En mi opinión, un micro perfecto!! Muchas felicidades!

  8. Y yo que pensé que la precipitación tenía que ver con la lluvia… ¡Pobre tipo! Creo que a nadie le gustaría estar en el pellejo de Ireneo Ripalda… ¡Y menos a él! De consuelo, espero que al menos logre enterarse de todo el bien que van a hacer sus órganos…

    Muy bueno, Rafa, me gustó.

    Cariños,
    Mariángeles

  9. Miguel Ángel Cejudo

    Joer! qué chulada! jajajaja
    Y después dicen que los zombis buenos no existen!! 😉

    Me ha encantado!!

    SALUDOS!!

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