Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

137. PRECISIÓN

Las gradas del circo ofrecían un lleno espectacular. Payasos, malabaristas y saltimbanquis conseguían arrancar sonrisas de admiración en los espectadores. Aunque todos esperaban impacientes la salida a la arena de Sandor, el famoso lanzador de cuchillos venido de tierras lejanas. Cuando lo hizo, los aplausos retumbaron provocando que la carpa vibrara. Luego, contuvieron la respiración expectantes. Sandor enseguida les mostró una caja llena de cuchillos y les explicó que esta vez venía solo, no le acompañaría su pareja habitual. Quería dar un paso más para demostrar su precisión y ofreció un cuchillo a cada uno de los asistentes siendo él mismo quien los repartió. Entonces regresó a su posición inicial y les animó a que se los lanzaran. En segundos una tormenta de cuchillos se le vino encima y sorprendió su habilidad en esquivar cada uno de ellos.

 

12 Responses

  1. He contenido el aliento mientras leía. Menuda lluvia de cuchillos, me esperaba lo peor, pero claro es el circo y todo es posible.
    Me ha gustado mucho tu diferente visión de la tormenta.
    Te felicito.
    Saludos

  2. Toda una osadía por parte de nuestro lanzador de cuchillos, pero quién sabe si no, empujado por la crisis, haya tenido que prescindir de un sueldo y dar un nuevo giro a su espectáculo. Seguro que el público lo ha agradecido, hace poco estuve en una obra de teatro en la que se lanzaban muñecos de peluche a los actores y los espectadores disfrutábamos hasta el ensañamiento.
    Buen micro David. Un abrazo.

  3. Ana Fúster

    Me ha encantado la originalidad de tu tormenta, y la agilidad y confianza en sí mismo de tu protagonista. Dicen que cuando uno se convence sin fisuras de que puede hacer algo lo hace, se ve que es cierto 🙂 Saludos y suerte.

    1. Gracias Ana Fúster por comentar.
      Sandor al menos es un personaje que cree en sí mismo, valiente donde los haya, aunque a veces la osadía puede estar cercana a la temeridad ¿no?

      Un saludo indio
      Mitakuye oyasin

Leave a Reply