78. QUIEN MUCHO ABARCA
La diferencia entre ellos, era su actitud en la vida. El mayor envidioso, nunca tenía bastante y no podía entender que su hermano pequeño fuese tan feliz con lo justo.
Ambos tomaron su rumbo en la vida, pasaron años sin verse.
El menor, al enterarse de la visita, le embargo una enorme felicidad, saco parte de sus pocos ahorros para agasajar a su hermano.
Al verse se abrazaron, pasaron el día en su modesta casa.
El mayor pasó horas contándole sus éxitos, riquezas, hermosas mujeres, etc. Dándose cuenta de que solo hablaba él, pregunto a su hermano como le iba.
Éste le conto que se dedicaba a lo le gustaba, un pequeño negocio de madera y restauración, siendo feliz dando una nueva vida a cosas aparentemente inútiles.
Perplejo su hermano aseguraba que necesitaría algo más. Su hermano, cogiendo la mano de su esposa, le contestó que tenía razón, les faltaba algo, pero ya lo tenían resuelto, posando la otra mano sobre el vientre abultado de su mujer, ya venía de camino.
Se despidieron, el hermano pequeño se quedo con su gran fortuna, la felicidad, el mayor se marcho regresando a él, el mismo sentimiento de envidia de cuando eran pequeños.