25. RAZONES PODEROSAS
Se acercaba la noche y el frío empezaba a colarse por las ventanas y entre los cuerpos desarrapados.
Escondida tras unos barriles de cervezas, María asomaba su cabeza pelirroja cada vez que sentía abrir la puerta del local.
Sabía que allí corría peligro pero necesitaba contactar con él.
Después de un par de horas, que se le hicieron eternas, por fin vio asomar su figura desgarbada, llena de encanto.
Parecía alegre y un poco entonado. Pero conforme se acercaba se iba poniendo cada vez más nerviosa.
Y ella no sabía como plantearle su problema sin que la tomara por loca.
– Hola Jaime, ¡te veo bien! ¿Cómo os van las cosas por casa?
– Lucía, ¡qué haces aquí? ¡No sabes que te buscan por el atraco a la joyería!
Tratando no alzar la voz, contestó.
– Necesito que me deis refugio. ¡Me lo debéis!
– Si no lo haces por mí hazlo por tu hermano al que llevo dentro de mis entrañas.
Si que son poderosas las razones de esta mujer para, de forma desesperada, implorar que su propio hijo la esconda, movida por la desesperación por haber sido identificada tras un acto delictivo. Normalmente son los hijos los que se pueden descarriar, pero aquí parece lo contrario, que contra todo pronóstico la astilla ha salido mejor que el palo. La vida no siempre sigue una lógica y eso juega a favor de tu personaje en sus circunstancias, será más difícil que la atrapen cuando no hace lo que se esperaría de ella.
Un abrazo y suerte, Gloria, querida Entenciana de Honor.
Muchas gracias, querido Ángel. La vida a veces se vuelve muy complicada y quien menos uno se espera equivoca su camino. Un abrazo muy fuerte. Gloria
Muchas gracias, Pilar. Pues puede que no lo haya explicado muy bien, mi idea era jugar con la duda del lector, intentando que pareciera que el padre de la criatura en camino podía ser Jaime, pero que en realidad es el padre de Jaime el progenitor. Y que además toda la familia tiene algo que ver con el negociod de sucios de María. Un fuerte a razo, Pilar.
Gloria, una razón bien poderosa el vínculo sanguíneo y un buen giro final que fuera su hermano en lugar de su hijo, está genial, ya los imagino tras los barriles de cerveza negociando el escondite.
Abrazo
Ja, ja, Aurora. Si no estaría mal. Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo inmenso.
Sí, eso es lo que quería dar a entender, que en un principio era el padre de su hijo, pero que al final el niño fuera hijo de su padre, es decir, du hermanastro. Prro veo que otros han interpretadoe el niño
Hola Gloria
Un relato en donde la clave está en el párrafo final. En ocasiones es normal que el hijo llame a la madre por su nombre de pila. Es un buen recurso para dejar la sorpresa al final. ¿Y ese «me lo debéis»? es también muy intrigante —a no ser que piense que por el hecho de ser su madre, el hijo le debe mucho—. Hay mucho argumento detrás de tu relato.
Y como tu bien dices «quien menos uno se espera equivoca su camino» porque las apariencias engañan, a veces, claro…je, je…
Un abrazo Gloria
Muchas gracias, Pilar. Y esta parece una madre sufridora que ha aguantado mucho en una familia » fuera de la ley». Muchas gracias por comentar. Un abrazo muy fuerte.
Haz lo que yo digo, no lo que yo hago, dijo la madre, al parecer es una familia fuera de la ley pero familia al fin. Muy buen relato Gloria. Un abrazo y suerte.
Muchísimas gracias, El Moli. Sí, es una familia de las que ahora se llaman desestructuradas, llenas de problemas, pero hasta en este tipo de familias los vínculos familiares tiran mucho. Gracias por leer mi micro. Un abrazo