83 REENCARNACIÓN
Cuando aquel tipo perverso y mezquino exhaló el último aliento, sus méritos lo transformaron en una vulgar e inocente polilla. De inmediato, se sintió atraída por una luz que brillaba al final del túnel. Al llegar, el intenso calor la chamuscó en un instante, con un fugaz chisporroteo. Exhaló el último aliento para renacer como una vulgar e inocente polilla, atraída, de nuevo, por aquella luz que brillaba al final del túnel.
Hola, Jesús
Muy buena la reencarnación en polilla.
Un texto con mucho ingenio,me ha gustado mucho.
¡Mucha suerte!
Genial Jesús
Te felicito, me ha encantado
Un abrazo
¡Muchas gracias a los tres!