51. REENCUENTRO (Belén Sáenz)
Había imaginado la penumbra sosegada de una galería en cualquier palazzo. O una estancia señorial caldeada, rodeado de buenos libros. Me dijeron que se exponía en la sala principal de un museo, nada menos que el Louvre. Aquella misma madrugada, como a todos los que crean y los que sueñan, se me franquearon las puertas y se desvanecieron los muros. Me situé frente por frente del cuadro que había pintado algunos siglos antes y nos fuimos relatando nuestras divinas soledades. Yo podía recordar cómo había mezclado humo y sombra en cada pincelada mientras los ojos oliva del retrato tanteaban la familiaridad de mis rasgos. En la audioguía tropezaban una y otra vez. Mona Lisa había sido una de las meretrices más afamadas de Florencia. Gioconda no hacía referencia a un apellido, sino a mi propia travesura. Y… la sonrisa. Repliqué el gesto y, aprovechando el reflejo del vidrio que protegía la pintura, hice coincidir nuestros dos contornos que, a pesar del tiempo transcurrido, seguían encajando a la perfección. Somos una santísima dualidad, un individuo gemelar. La mujer y el varón. Y para que todo el orbe supiera, taché con mi mano izquierda el título de la obra y escribí OTARTERROTUA.
Belén, no sé si calificarlo de realismo mágico de pura fantasía. Lo que si me ha parecido de una belleza extraordinaria.
El final perfecto. Enhorabuena.
Leonardo ha vuelto a la vida, o en realidad nunca se marchó, porque en el mundo ha seguido su genialidad, la Mona Lisa o La Gioconda es solo parte de ella, aunque también la más célebre. Se han escrito ríos de tinta sobre la identidad de la persona retratada, hay muchas hipótesis y hasta otras Giocondas, pero tuvo que regresar el propio autor para aclarar su, como bien dices, «travesura», que ha fascinado al mundo con una ola de misterio durante siglos. A partir de ahora cuando vea su imagen trataré de compararla con la de Leonardo, bien mirado, sí puede que se parezcan, que sea un autorretrato encubierto, o será inevitable pensarlo tras leer tu relato.
Muy original, Belén. Un abrazo y suerte
Me encanta como vas desvelando la información hasta el desenlace sorprendente. Esto lo pilla Dan Brown y te hace un best seller. Eso sí, no estaría tan bien escrito.
Un abrazo y suerte.
Fantástico, enhorabuena. Por cómo está escrito, por lo original de la trama y por el desenlace. Me ha encantado!
Qué maravilla, Belén. Un relato bellísimo y original. De trazos delicados y chispeantes.¡Enhorabuena!
Qué bueno, Belén! Y esa palabra final, magistral, nos has puesto frente al retrato. Suerte.
Hola, Belén. Lo que más me gusta del micro es el momento donde los rasgos de Da Vinci y su autorretrato de la Gioconda coinciden a la perfección, dando cuerpo a ese autorretrato/otarterrotua que desde siempre se sospechó que era. Gracias por un micro maravilloso, que me retrotrajo a mis dieciocho años allá en París, mirando a la Mona Lisa.
Besos,
Mariángeles