136. Regreso a casa
«… maldita nevada…si al menos no me doliera tanto el brazo…
debería estar llegando al pueblo, faltaban pocos kilómetros cuando patinó el maldito coche y me incrusté contra el árbol…
no siento los pies, ni las piernas, espero que no se congelen los dedos… sin embargo el brazo me tortura a cada paso…
bueno, pero si ha dejado de nevar… y parece que ya no me sangra el brazo, de hecho, no siento la sangre pegada ¡y ya no duele tanto!, vamos, que no me duele, y lo puedo mover… ni me cuesta caminar, no me siento nada cansado, todo lo contrario… ¡eh! allí viene gente…»
Una forma entre divertida y trágica de contar ese temido paso al «otro lado»
Me ha gustado mucho, pues me quedo con la sonrisa en la boca.
Saludos.
Ya lo creo que vuelve, ya… Desde luego menuda sorpresa se va a llevar. Mucha suerte 🙂
Si, pensándolo bien, un poco negro…
Muchas gracias por vuestros comentarios.
Saludos