93. ROJO
Omar caminaba pensando en sus cosas, tenía problemas y buscaba la forma de solucionarlos.
El día era gris como su ánimo. De pronto sus ojos se llenaron de ese color rojo enorme producido por el fuego.
Escuchó los gritos de un niño, y sin pensarlo dos veces, comenzó a escalar el edificio agarrándose a terrazas y ventanas como buenamente pudo.
La gente empezó a arremolinarse, todas las miradas estaban puestas en él, que ascendía como podía, acercándose al niño.
Por fin sus manos consiguieron agarrarlo y cogiéndolo le situó en un recodo seguro.
Abajo empezaban a sonar las sirenas, los coches de bomberos se acercaban, todo parecía que empezaba a controlarse.
Omar sonrió y pensó en ese color rojo del cielo que iluminaba su rostro cuando fue rescatado de la patera con apenas un hilo de vida.
Una fábula moderna con final feliz. Suerte, Mila.