Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

Single Blog Title

This is a single blog caption

39. Rutas divergentes

Tendido en aquel potro de tortura decide leer la carta. Su hija le explica sin paliativos que necesita vivir, no aguanta más. Es por el bien de los dos. Ha contratado cuidadoras para que sea atendido del mismo modo que ella lo hacía. Saben que eso no es cierto, pero ya no importa. Piensa en su incapacidad para agradecer o para pedirle perdón por desplantes y malas caras.Tras diez años en la sombra de su cuarto, rebozado en dolor, él tampoco aguanta más. Sobre la mesita descansa una nota: me voy sin recibir tu último beso.


7 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    Una persona con un alto grado de dependencia no es la única que puede ver mermado gravemente su día a día. La persona que se encarga de su cuidado también pierde libertad. Es lógico que esta joven necesite respirar, como también que su padre sienta deseos de dejar de ser un problema para quien más quiere. Lástima que no haya encontrado otra manera de liberarse que la más drástica.
    Un relato duro para una realidad creíble e implacable.
    Un saludo y suerte, Rosa

  2. Rosa Gómez

    Por mi trabajo en el hospital he atendido situaciones parecidas, más frecuentemente de lo que me gustaría. Tiene mucho que ver con los nuevos tiempos: la liberación de la mujer, como efecto positivo. Aunque las personas dependientes están cada vez más solas.
    Es un problema que está aumentando de forma alarmante y nuestra sociedad debería atender.
    Por ley de vida casi todos llegaremos a esa situación.
    Gracias Angel por tu comentario.

  3. Duro relato que expone una cruda realidad que aún no sabemos cómo lo vamos solucionar, pero no vamos por buen camino, especialmente si el dependiente además sufe la sledad. Nos queda mu ho por hacer aquí como seres humaos y como sociedad en conjunto. Suerte Rosa

  4. Rosa Gómez Gómez

    Así es, son cada vez más las personas que viven esta situación y otras mucho peores.
    La sociedad, en busca de placeres sin límite, prefiere darles de lado.
    Gracias Manuel.

    1. Duro y necesario relato, Rosa. Ese dilema moral a todos nos afecta o nos afectará, y en función de cada situación es (será) complicado tomar las decisiones menos malas. Como bien dices, debemos ser más cuidadosos con las personas dependientes.
      Un micro que muestra un camino, pero que deja abiertas las puertas a diversas opiniones.
      Enhorabuena y suerte

  5. Gloria Arcos Lado

    Es una situación muy dura, que a veces no es por el ansia de libertad sino por situaciones críticas que impiden a los hijos atender a sus padres, a los que aman infinitamente, como quisieran.
    Y lo digo porque yo lo estoy sufriendo en este momento. Quisiera cuidar a mi madre, de 83 años, que vive en otra Comunidad, pero apenas tengo fuerzas para cuidar de mí y de los hijos que tengo en casa, debido a mi enfermedad terminal. Y eso te genera una sensación de impotencia terrible, especialmente cuando tu madre desconoce esa situación por la que estás pasando. Y no sabes como decirle que no puedes ir un mes a cuidarla a su casa porque supondría tu muerte inmediata al tener que suprimir el Estudio Clínico de Quimio e Inmunoterapia que te mantiene con vida. Y que a tus hermanas, tras pasar por un ictus y un infarto y otra una operacion de columna y varias de intestino, tampoco pueden hacerlo. Por eso hemos optado por pagarle una cuidadora, a la que humilla y llama estafadora continuamente. La verdad hay situaciones muy difíciles que te pone la vida en medio y que te sientes incapaz de resolverlas. Por eso sufres, al mismo tiempo que lo hace ella. Un abrazo inmenso. Gloria

  6. Rosa Gómez Gómez

    Gloria, me ha conmovido tu situación. Como hija y como Trabajadora social que soy en un hospital. Ante unas circunstancias como la tuya, donde no puedes hacer nada más, es aún peor por esa carga moral en la que nos educaron. Supongo que tu generación es similar a la mía.
    Solo te deseo que estes lo más apoyada posible de los tuyos, y que pienses que a veces, o quizá muchas veces, hacemos lo que podemos con lo que tenemos.
    Un beso.

Leave a Reply