33. Se fue tras la tormenta (Blanca Oteiza)
Las noches de tormenta me gusta salir a pasear por el camino del cementerio viejo. Dentro deambulo entre las lápidas que reposan en la hierba descuidada. Las flores marchitas de algún jarrón y las enredaderas que van ganando sitio a las piedras de los muros son los únicos adornos en el camposanto abandonado desde la construcción del nuevo.
El agua resbala como si fueran lágrimas por un epitafio cercano que me llama la atención, aunque nunca había reparado en él. Me sobresalto al escuchar el sonido de la verja cerrarse a mi espalda, imagino será el viento que arrecia con fuerza barriendo la lluvia. Al girarme una sombra negra desaparece tras la cortina de ramas del cercano roble. Mi corazón late tan fuerte que siento estallar mi sien. Me apresuro a salir, en el camino echo a correr hasta que una voz me detiene.
Ya no llueve, aunque tengo mi ropa empapada. Tiemblo, no sé si de frío o de miedo. Su rostro surcado de arrugas y sus ojos casi trasparentes me miran haciéndome estremecer. Me pide que le acompañe a su casa. Con la promesa de un té caliente me dejo guiar a las entrañas de la noche.
Jo qué intriga! Me da que no salió muy bien parada de aquel té.. Jeje
Suerte Blanca!!
Sandra 🙂
Gracias.
Yo creo que tampoco salió bien parada, jejeje.
Un abrazo
Hay llamadas que resulta difícil desatender aunque no nos gusten, aun a sabiendas deque pueden conducir a un camino sin retorno. Un viejo cementerio puede ser el lugar idóneo para recibir la visita de una sombra negra que ha de llevarnos al otro lado. Un texto en el que el ritmo inquietante progresa «in crescendo».
Un abrazo, Blanca. Suerte
Muchas gracias Ángel por tus palabras. Como bien dices, hay veces que no se puede evitar seguir una llamada a sabiendas del error o fatal desenlace.
Un abrazo
Muchas gracias Ana.
Me alegro que te haya gustado tanto. Creo que con los años voy mejorando como escritora, o eso espero, jejeje.
En serio, me hace mucha ilusión tus palabras que me has dedicado.
No sé, si será escogido por el jurado o no; aunque mientras siga sin aparecer en el libro, me ahorro el viaje a Santander.
Un beso
El relato nos mete de lleno en ese cementerio, nos transmite el miedo de la protagonista, nos lleva a leer esperando una salida a esa situación y nos hace gritarle al final «no vayas!»
Bien contado, Blanca.
Saludos.
Carme.
Gracias M.Carme.
Sí, al final me parece no va a terminar bien la chica… pobre!
Un saludo
La intriga está asegurada. Y el final, creo que ese té …. yo saldría corriendo porque no prevé nada bueno.
Mucha suerte.
Gracias Elena. Sí, yo creo que ese té no le va a sentar bien, si es que llega a tomarlo…
Un saludo
Ya desde el título lo dices todo, «Se fue»
Me encantó porque los dices con las palabras justas sin recurrir a términos academicistas.
Un abrazo y suerte.
Gracias Moli por tus palabras.
Intriga, temor y bellas descripciones, una mezcla que hace que te adentres en la historia y la vivas con tu protagonista. Un final supongo que aterrador, un principio con tan acertadas imagenes que parece que estés paseado por ese Campo Santo.
Buen relato Blanca.
Suerte. Besos
Muchas gracias Maria Belén por tus palabras. Me alegra que te haya gustado y que haya conseguido que te pasees por ese cementerio bajo la lluvia.
Un beso
Muy logrados el suspense y el miedo. A mí también me ha atrapado ese misterioso cementerio.
Gracias Edita, me alegro que te haya atrapado ese cementerio que en noches tormentosas debe dar miedo.
Un abrazo
Blanca, mantienes la intriga del lugar desde el comienzo y no dejas que decaiga en ningun momento. Suerte y saludos
Gracias Calamanda. Me alegro haber conseguido ese suspense hasta el final del relato.
Un abrazo
Muy buena la descripción del lugar y de lo que acontece y un gran ritmo que te empuja en la lectura. Me ha gustado como has ambientado esa llamada y la inquietud que rodea al relato. Mucha suerte 🙂
Muchas gracias Juan Antonio. Me alegro que te guste y que haya sabido crear ese ambiente e inquietud en el relato.
Un abrazo
¡Ayyy, se me heló la sangre! ¡A mí también me van a tener que convidar un té calentito para que me vuelva a circular por el cuerpo!
Hablando en serio, muy lograda la descripción de ese cementerio abandonado por todos, excepto por esas dos almas: la del visitante empapado de frío y de miedo, y la del alma de ojos transparentes que custodia el camposanto.
Muy buen micro, BLANCA; me gustó.
Cariños,
Mariángeles
Muchas gracias Mariángeles.
La verdad que es para ponerse a temblar si te aparece un tipo asi en mitad de la noche.
Un beso
Nos sumerges en una escenografía inquietante y nos llevas de la mano hacia un camino lleno de intriga y hacia ese final totalmente incierto. Muy bueno, Blanca. Abrazos.
Muchas gracias Salvador.
Desde luego es incierto el final que le espera a la chica, todo un misterio…
Un abrazo
Otro relato para la próxima noche de Halloween. Suerte, Blanca.
Gracias Lorenzo.
Cierto que es una historia que se puede contar en la noche de Halloween.
Un abrazo
A esa chica habría que decirle que las noches de tormenta es mejor estar en casita y no en un cementerio.
Claro que hay gusto «pa`to»
Un besazo. Ah! y un diez por lo menos,
Gracias Virtudes. Siempre es bienvenido tu comentario.
Sí, la verdad que hay gustos para todo, pero una noche de tormenta es mejor contemplarla tras los cristales de la ventana de casa.
Un beso
Me gusta el relato por el tono de misterio y algo de terror aunque no termina de convencerme el final, es cuestión de gustos, quizás bajar el nivel de tensión no sea un acierto, pero quién soy yo. Es solo una opinión.
Gracias Javier por tu opinión, que siempre son bienvenidas porque te enriquece al ver los distintos puntos de vista.
Un abrazo
Que frío me da todo: la noche, el lugar elegido para el paseo, la tensión de no saber a dónde nos vas a llevar, y lo que me hiela por completo es ese ofrecimiento de té caliente…brrrrrrrrrrrr.
Reve, son días de frío y lluvia.
Gracias por comentar y espero entres en calor en breve.
Un saludo
Blanca, esos ojos transparentes me perseguirán por días. Qué magnífica narración la tuya. Me ha encantado cómo describes ese cementerio. Lo he visto perfectamente y la humedad de su ambiente ha traspasado mi piel. Bárbaro. ¡Muchas Felicidades!
Muchas Gracias María,
Me encanta que haya llegado a plasmar esa sensación. Ahora toca tomarse un té humeante para entrar en calor.
Un abrazo
Por el día los cementerios suelen ser lugares tranquilos donde reina la paz; pero de noche y con tormenta es fácil imaginar el terror de la protagonista que describes tan bien.
No sé si vamos en busca de nuestro destino o es éste quien sale a nuestro encuentro. Buen relato. Saludos.
María, yo creo que todos tenemos un destino marcado y toda nuestra vida está marcada por él.
La verdad que un cementerio de noche y con tormenta tiene que ser terrorífico, o al menos a mi me lo parece.
Gracias por comentar.
¿La de la guadaña sabe preparar el te? Porque es ella ¿verdad? Qué miedo, Blanca. Un micro excelente; lleno de intriga y misterio.
Enhorabuena
Gracias Izaskun.
No sé si sabe preparar té o no, eso es el gancho para que le acompañe…
Un abrazo
Magnifica ambientación, misterio y algunas frases memorables, como esa lluvia resbalando por el epitafio. Muy buen trabajo, sí.
Felicidades
Gracias Anna, me alegran mucho tus palabras.
Un abrazo