02. Secretos maritales (DavidRubio)
—¿Su marido leía? —Preguntó el inspector al otro lado de la mesa.
—¿Leer? ¿A qué viene eso? Como mucho esos periódicos deportivos.
—¿Está segura? —El agente abrió el cajón y le mostró un libro— ¿Lo reconoce?
La viuda arqueó las cejas. Cogió el volumen y lo hojeó con premura.
—Sí… es una novela romántica… la leí hace mucho.
—La aferraba cuando encontramos su cuerpo. Es raro para alguien que no leía, ¿no le parece?
—Jamás lo hubiera imaginado… Parece que nunca conocemos del todo a las personas —comentó mientras jugueteaba con las páginas—. ¿Me lo puedo llevar?
—Por supuesto. El forense ya ha confirmado que la causa de la muerte ha sido un infarto. La investigación está cerrada.
El inspector se levantó y acompañó a la mujer hasta la puerta. Allí, a modo de despedida, le dijo:
—¿Son buenas? Las novelas de detectives ya me empiezan a aburrir.
—Hay de todo… disculpe, tengo prisa.
La mujer se marchó. El agente volvió a la mesa y extrajo unas fotos del cajón. Las observó tratando de reconocer en ellas la respetable esposa que se acababa de marchar.
“Es verdad, nunca sabemos lo que nos podemos encontrar en un libro”, se dijo.
Me gusta mucho como juegas con las pistas y los giros que toma la historia. El dialogo está muy logrado y la historia invita a seguir leyendo. Mucha suerte 🙂
Gracias por pasar Juan Antonio. Cada vez me gusta más usar el diálogo en estos micros tan cortos por lo que transmiten en poco espacio. Saludos
Anda que la viuda, tenía tela.
Personalmente no lo mató, pero ayudó.
Y el detective, un poquito pícaro. Se queda con las fotos. ¿pruebas?,¿de qué? si no hay crimen …
Mucha suerte.
Si que forman un curioso trío. El romántico clandestino, la esposa con gustos extravagantes y el policía voyeur. Gracias por tu comentario vitolosa
Sin decirlo, haces ver magistralmente el tipo de fotos que el detective, rijoso, por cierto, se guarda para sí, la sensibilidad de un marido realmente enamorado, a quien le interesaba algo más que leer el «Marca». Sin duda, su mujer lo descubrió tarde, puede que porque él tenido un mal entendido pudor en mostrarlo, quizá así ella no habría buscado otros lares.
Un texto que juega con las sutilezas escondidas en elipsis, que se acaban aclarando a medida que avanza la lectura.
Muy buen texto.
Suerte y un saludo.
Gracias Ángel por tu comentario tan completo y razonado. Un saludo
Muy bueno David. No, nunca se acaba de conocer a las personas. Y nunca se sabe lo que las páginas de un libro pueden esconder. Me ha gustado el enfoque y la narración. Un abrazo.
Un abrazo de vuelta Concha. Cada uno tenía sus vicios con los que pasar el vacío que se había creado en su vida de pareja.
David, cómo serían las fotos para ocasionarle un infarto, igual la esposa las ha puesto adrede (crimen perfecto). Muy original, me ha gustado. Abrazos y suerte.
Gracias Salvador. La verdad es que en un borrador me planteé tres situaciones. Al final me decidí dejar que su contenido se forme en la imaginación de cada lector. ¡Fuertes tenían que ser para provocar un infarto! Un abrazo
Gracias Ana. Tienes razón el poli descubre su voyeurismo y se regocija en la miseria de esa pareja. Un abrazo
David, he recordado algunas fotos que rescaté de la quema cuando me hice novio de mi mujer y realmente no se dónde las tengo. Algunas las puse en los libros de la facultad, porque se que ella no los hojearía, pero no las encuentro. Gran dilema, las ha visto o no?.
Buen relato.
Un abrazo
¿Quién sabe Epifisis? En todo caso mejor no preguntar je,je,je. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo
David, la situacion se las trae; en esos momentos encontrarte con un marido distinto del que imaginabas… sorprende al menos. Suerte y saludos
Lo mismo se puede decir de la mujer Calamanda. En todo caso cada uno buscaba llenar sus carencias matrimoniales. Un abrazo
Está claro que un libro puede ocultar mucho mas que lo que hay escrito en él.
Muy buenos diálogos que nos ponen en situación rápidamente.
Me ha gustado mucho.
Saludos
Gracias Asun, me siento muy feliz de que te haya gustado. Un abrazo
Mucha picardía y retintín en este relato. ¿O más bien sería un picardías? ¡a saber lo que se ponía la viuda cuando no estaba con el marido! ¡Pobre!
Abrazo.
Hola Aurora, de inicio pensé en dar pistas sobre el contenido de esas fotos. Al final preferí decantarme por la imaginación de cada lector. Un abrazo
Buen diálogo en el que la trama avanza. Llegar a la vejez sin fotos desnudas de la pareja cuando eran jóvenes es una pena. En fin, que tengas suerte.
Siempre nos quedará en nuestro recuerdo que seguro las idealizan. Muy agradecido por tu atención. Saludos
Buen relato de diálogos que van abriendo al igual que las páginas de un libro la imaginación de lector.
Felicidades.
Si he conseguido eso que mencionas me das la satisfacción del deber cumplido. Un abrazo María
Mucho más que unas fotos, entre las páginas de ese libro se encuentra toda una historia, que astutamente, nos dejas hilvanada para que la acebemos de coser.
Saludos
Eres muy amable Paloma. Gracias por comentar. Saludos
Me ha gustado mucho, David. Digno de formar parte del guión de una serie de televisión, o de una novela policíaca de las buenas. Aunque, personalmente, prefiero pensar que el infarto fue real, provocado por unas fotos que tan solo rezuman amor, aunque sea hacia otro. O sexo, sin más, que no hay por qué mezclar el amor en esto. Enhorabuena
Gracias Fernando por tu visita. Vete tu a saber que habría allí que hasta el policía quiso quedárselas como recuerdo morboso. Un abrazo
Me ha gustado ese giro final. Muy buen desenlace para una historia que parecía un «caso normal». Imagino las fotos de «infarto»: todo está ligado en la narración.
Un buen micro.
Saludos, David.
Gracias Amparo por tu amable comentario. ¿Te las imaginas? Humm, a saber que nos viene a la cabeza a cada uno. Un abrazo
Excelente historia, me gusta la sutileza del final, muy logrado.
Un abrazo.
Gracias El Moli por tu lectura y comentario. Un abrazo
Hola David,no hay duda de que eres un entendido en materia de historias policíacas con crimenes y en este caso el recurso de las fotos que provocan ese infarto es de diez.
Como dicen por ahí arriba es un buen comienzo para una novela policíaca,ánimo y a empezar.
Besos
Hola Puri,
No sé, me falta tiempo y talento para ello. ¡Pero te lo agradezco porque llevo un mes de estancamiento y de dudas. en fin, hay meses en los que no sale nada de mi neurona. ¡A ver si escampa!. Un abrazo
Está muy bien. Me gusta como juegas con escenas paralelas. Además es muy de aplaudir eso de que tu mujer, te pueda emocionar, pasados tantos años, hasta el punto de provocarte un infarto.
Saludos.
Gracias por tu lectura y amable comentario Jesús.
Relato dialogado, donde la trama avanza. Y qué cierto lo que dice la viuda y el poli. Me ha parecido muy divertido.
Suerte
Besitos
Besitos de vuelta. Agradecido por tus palabras, Elysa
Me has recordado una araña, tejiendo tu historia a partir de un dialogo en el que no se dice casi nada, pero se entiende todo. Magistral. Uno de mis favoritos.
Suerte y saludos
Gracias Anna. Magistral me parece una palabra muy grande pero te agradezco tu amabilidad. Un abrazo
Soy partidaria de las mínimas explicaciones para un relato, y tú lo haces genial. Por lo tanto mi voto tardío para tu historia.
Te felicito
Entonces compartimos gustos Mª Jesús. A veces una frase transmite mucho más que una excesiva descripción o explicación. El escritor siempre debe estar al servicio de la historia y no al revés. Un abrazo y gracias por tus palabras
Un relato negro que dejan al lector desconcertado. Muy buenas esas pistas que vas soltando, el personaje del detective aburrido y la viuda alegre. Vamos, que me ha gustado mucho David.
Un abrazo microlunático