SEP108. MARÍA, de Jesús Coronado Bevia
Cayó como la fruta madura. Sin apenas tiempo para pensar. Sin apenas tiempo para olvidar. Tres años eran demasiados para vivirlos en soledad, acompañado de recuerdos que solo conseguían transmitirle una sensación de falsa felicidad. Y allí, en la terraza donde contaban las estrellas y sus labios hablaban sin mediar palabra, la brisa del mar le acarició el rostro susurrándole con olor a salitre y espuma su nombre. María. Y pensó que era la hora ya. Y que antes de que los años y el bastón que le aferraba a su perdida juventud le impidieran hacerlo aspiró una vez más el aroma de la rosa que su mano derecha portaba, roja como a ella le gustaban, se encaramó a la barandilla… y cayó. Cayó como la fruta madura cae del árbol cuando alcanza el punto perfecto de madurez y dulzor. Sin miedo. Sabía que María le esperaba al final del recorrido y hoy, por primera vez en tres años, se sintió feliz.
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Jesús, el suicidio siempre es triste, aunque la historia te lleve a él.
Al final, hasta le comprendes.
Un abrazo.
A veces es peor vivir en soledad, pero en el fondo sólo es un relato. Yo no me suicidaría. Un abrazo.
Jesús, liberador y triste final para este romántico. Suerte.
Gracias Calamanda.
J.Coronado
No había leído este relato y es curioso porque esta tarde estaba escribiendo uno para un curso y tiene cierto paralelismo: suicidio, estrellas, anciano viudo… Cada uno impregna sus cuentos con su toque, es lo que los hace distintos, porque los temas sí son comunes. Me ha gustado, Jesús, yo pondría en la última línea «…se sentía feliz», no «sintió», en mi opinión lo deja más abierto.
Un abrazo.
Me alegro que te gustará Susana. Los temas pueden ser los mismos, pero cada uno le imprime su visión particular como bien dices. No obstante te invito a visitar mi blog y leer «El Aniversario». Creo que te gustará más. En cuanto a la correción, cierto. Pero ya es tarde, Jaja.
Un abrazo Susana.
Jesús Coronado
Un micro con mi nombre, que ilu!! hasta que me doy cuenta que mi tocaya esta muerta, pues vaya, hoy no es mi día…
En serio, soledad que nada puede mitigar y se llega al suicidio, que pena… El micro, yo le quitaría la 1º frase, ya que también se dice al final, por lo denás triste y bonito a la vez.