SEP141. CAPTURA, de Juan Luis Plaza Gómez
No, mi historia no empieza en un frondoso bosque en el que sus árboles están plenos de frutos, tampoco es otoño ni se respira un aire limpio que rejuvenece los pulmones.
El decorado de mi historia es otro: Una habitación, por llamarla de alguna manera, cerrada, sin ventanas, con una tenue luz que emana de una lámpara vieja, pequeña, un colchón no demasiado usado y un váter claramente instalado para la ocasión. El aire está viciado y en sus paredes retumba el miedo que invade mis pensamientos. Puntualmente recibo tres visitas espaciadas en períodos de tiempo que me sirven para dividir el día en tres etapas, mañana, cuando recibo un vaso de leche y cuatro galletas, mediodía donde el suculento bocado consiste o en una irreconocible mezcla de verduras con pollo hervido o arroz con otra parte del mismo pollo. Por la noche una clara e insípida sopa completa el menú, todo ello servido en vajilla de plástico para que no me autolesione. Pero es igual, perdí el apetito desde que comprendí que la solución a este encierro caerá como fruta madura. El gobierno no cederá y ellos ofrecerán mi sacrificio para deleite de sus adeptos.
Tremenda «fruta madura». Original ambientación, como señalas, para resaltar como «fruta madura» la negación a un diálogo, la resistencia a un acuerdo, la ruptura de una negociación.
Triste fruta que enriquece la diversidad de septiembre.
Un abrazo.
Amparo Martínez A.
Gracias por tu comentario Amparo. Empiezas a pensar sobre un tema, una frase, y la imaginación va y viene en busca de respuestas. Doloroso tema, más habitual de lo deseable en nuestro mundo, en nuestro tiempo.
Un abrazo y hasta pronto.
Este relato en primera persona, en forma de diario, es a la vez una crónica, que difícilmente nadie leerá. Es la mirada analítica y casi doméstica de alguien que sabe que no tiene salida y que ha sido escogido como pieza de ajedrez a la que le tocó ser comida a mayor gloria de la jugada.
Muy buena historia y bien llevada. Suerte.
Me encanta leer todo tipo de halagos sobre mis relatos, pero sobre todo me gusta que sean leídos.
Muchas gracias Antonia por haber hecho ambas cosas. Por mi parte prometo esmerarme para que en lo sucesivo pueda seguir escribiendo historias que merezcan ser leídas, aprovechando la oportunidad que nos brindan páginas de este tipo para echar a volar nuestra imaginación.
Un saludo y encantado.
Juan Luis excelente reflexión, sobre todo en estos momentos de tensiones en nuestra España.
Un abrazo
Gracias Epífisis, hay muchas cosas sobre las que reflexionar en la España de estos días esperemos que entre todos seamos capaces de salir de esta vía muerta en la que nos encontramos.
Un abrazo.
Muchas gracias, Ana, por tu lectura y por el piropo final. Poco más puedo decir ya que el análisis que haces sobre este tipo de lacra es sencillamente perfecto.
Tengo que reconocer que el tema es efectivamente triste, duro diría yo, pero he de decir en mi defensa qué el que en este tipo de concursos se abarquen todo tipo de estilos y de temas contribuye a su enriquecimiento. Modestamente espero contribuir a ello durante venideros meses, aún solo teniendo como recompensa en inmenso placer de participar.
Un saludo y hasta pronto.
Hola, Juancho. El inicio del relato en negativo me parece un recurso perfecto para lo que llega detrás, queda todo muy bien integrado. Lo de la «solución a este encierro» creo que, quizá si he entendio que se ha rendido,quedaría mejor «el desenlace» o similar, porque solución a mí me suena a algo positivo y no creo que esa fuera tu idea.
Un abrazo.
Muchas gracias Susana por leer el relato y desde luego por aportar ideas para que entre todos seamos capaces de mejorar. Cuando he leído tu idea sobre «la solución a este encierro» he pensado: «es verdad tenía que haber madurado más el micro», me he ido directamente a el diccionario de la RAE y entre las definiciones que más nos interesan una se refiere a resolver una duda o dificultad. Sin embargo también tiene una entrada como: en el drama, desenlace de la trama o asunto. Siendo entre estas dos entradas, la más popular la primera es muy posible que al leer solución se piense más en una resolución positiva de la trama, cuando en realidad es al contrario. Sin embargo es posible que esta «contrariedad» añada cierta incertidumbre y dramatismo al final.
Gracias por tu atenta lectura un abrazo y hasta pronto.