12. SERENDIPIA (A. BARCELÓ)
Nunca había vuelto a saber nada de los amigos que hice en aquel campamento de verano en Irlanda.
Hace mucho tiempo, pero recuerdo perfectamente esa tarde de lluvia. Erika propuso el juego y todos coincidieron en que la maestra de ceremonias debía ser yo. Mi alocada forma de ser y mi clásica baraja española, tan peculiar para ellos, me hacían la candidata perfecta.
El conejillo de indias fue Susan. Le hice dividir el mazo en dos montones y poner las últimas cartas boca arriba, salieron dos sotas: una de bastos y otra de oros. Me inventé que se enamoraría de un hombre que la haría sufrir, pero luego cambiaría para hacerla feliz. Cuando le tocó a Patrick, le propuse extraer tres cartas al azar, sacó un tres de bastos, un rey de copas y un as de oros y con ellas hice su predicción. No resultó difícil inventar un ritual y una historia distinta para cada uno.
Hoy, leyendo una revista, he podido reconocer la odisea de un rico empresario extranjero que, tras arruinarse tres veces y hacerse adicto al alcohol, ha podido rehacer su vida ayudado por su exmujer. No podía creerlo, el artículo hablaba de Patrick y Susan.
Hay quien asegura que conviene tener cuidado con lo que se imagina o sueña, porque puede convertirse en realidad. Otra posibilidad es que tu protagonista realmente tuviera unas dotes adivinatorias que desconocía. O tal vez, la sugestión haga que, de forma inconsciente, quienes reciben la predicción actúen de forma que se cumpla.
Un relato muy interesante con posibles respuestas para todos los gustos y el halo de misterio que puede acompañar a los naipes. Todo ello muy bien contado.
Un abrazo y suerte, tocayo.
Hola, Ángel.
Quizá no haya respetado mucho los cánones del microrrelato titulando el mío con esta palabra cuya sonoridad me encanta. Como no es un vocablo muy usado, espero que gran parte de quien lo lea tenga que buscar su significado en el diccionario y, solo entonces, logre encajar todas las piezas del texto.
Muchas gracias y un gran abrazo, admirado tocayo.
Eso sucedió porque aunque conscientemente no lo sabía, en su subconsciente esa historia se le había revelado de verdad. ¿Nunca has escuchado eso de que a lo mejor tú no, pero tu alma sí que sabe? Ahí está la respuesta.
Feria verano amigo Barceló, que estés feliz y refrescado.
Feliz verano. Perdón
Hola, Mercedes.
Gracias por regalarme ese pedacito de sabiduría popular que desconocía.
Feliz verano para ti también. En época estival voy a cambiar mi clásico «cálido saludo» por uno bien fresquito, pues eso, un refrescante saludo.
«Serendipia: hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual», reza el diccionario de la RAE. Y fue valiosísimo, pero nada casual en mi opinion, que esta chica leyera ese artículo y se diera cuenta de que esas predicciones que tan juguetonamente inventó con sus cartas españolas se les fueron cumpliendo a rajatabla a sus amigos ingleses… Eso de jugar a ser pitonisa y terminar siéndolo de verdad, involuntariamente, no es algo que se lea todos los días, y muestra lo poderosas que son las palabras que decimos y que nos dicen, porque pueden influirnos y afectarnos de un modo que nunca hubiéramos pensado… Como dije en un comentario en la propuesta anterior, todo lo bueno o malo que hacemos, de una u otra forma nos vuelve, y lo que cuenta el micro, a mi modo de ver, es prueba de ello…
Como siempre, un placer leerte, querido Barceló.
Besotes😘😘😇😇
Hola, mi estimada Mariángeles.
Muchas cosas importantes se descubren así, por pura casualidad. Yo mismo he descubierto esta palabra hace poco y fíjate, me ha servido de inspiración para escribir un microrrelato.
Cómo siempre, agradecer tus comentarios que animan a seguir intentando hacerse un hueco en el recopilatorio anual, cosa que cada vez está más complicada.
Te deseo mucha paz y te envío mucho cariño. Un gran abrazo, amiga.