Esta Noche Te Cuento. Concurso de relatos cortos

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76. SIEMPRE CON LUZ

Se retira cabizbajo y se sienta en su vieja mecedora a la puerta del cortijo. Dice casi en un susurro, que ya está viejo y que no sirve para nada. No sé cómo convencerle de que sigue siendo nuestro norte. Cree que es una carga y así lo manifiesta. Lo recuerdo siempre activo. Con ayuda de su navaja y un trozo de olivo, tallaba una imagen, un marco, una cama de muñecas o un camión. En otras ocasiones era la horquilla de un tirachinas, e incluso el mortero para los majados, la maza, el rodillo o el cazo de las aceitunas. Entonces se sentía vivo, ya que hacía las faenas del campo y en días de lluvia, era cuando sus manos se convertían en arte. Aprovechaba la luz que entraba por la puerta entre abierta, la del pajar o la candela. Siempre tenía algo entre sus dedos, mientras cantaba un fandanguillo o una cantiña. Al mismo tiempo la madera se transformaba, iluminaba y conducía nuestras vidas. Con la edad se está apagando y solo sonríe cuando los pequeños le abrazan.  ¡Maldita pandemia, ─dice!, mientras  le comentan que es la luz que alumbra sus caminos; pero, ¡ya no los cree!

2 Responses

  1. Ángel Saiz Mora

    La vejez, asociada a una inevitable pérdida de facultades, es sinónimo de un apagarse poco a poco. Es lógico que este anciano tan activo sienta la pesadumbre de no sentirse útil, como también (y eso les honra), resulta tan razonable como necesario que los suyos, a quienes tanto iluminó, no le abandonen en esos momentos difíciles para él.
    La luz que irradió durante muchos años no se apagará nunca, ni siquiera cuando ya no esté. Los objetos que elaboraba podrán ser sustituidos por otros construidos de forma industrial, pero nunca tendrán el mismo encanto ni la energía implícita de un artesano generoso, capaz de derrochar amor y dedicación.
    Un abrazo y suerte, Nani

    1. Ángel, como siempre sabes sacarle mucho más jugo a los relatos (a los míos por lo menos), que son en sí, un relato complementario que disfruto casi tanto como el propio relato, cuando lo hago. Me encanta leerte. Muchísimas gracias por tu generosidad y bien hacer.
      Besicos muchos.

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