76. Silbidos delgaditos de ausencias (María Rojas)
Pasarán volando las mariamulatas y yo te seguiré soñando. El viento herirá las hojas de los plataneros y tú no llegarás. El huracán revolcará la armonía de la arena, y yo ansiaré cada vez más tu sabor a madera de chonta.
Seguiré mi vida de ciudadana mutilada. Los días pésimos me pondré a parir boas constrictores de bocas negras que vivirán tan solitarias como yo. Los días pasables armaré figuritas adornadas con papelillos volantines y las lanzaré al aire. Los feriados me asomaré al balcón y te haré señas con telas ilustradas alusivas al regreso, y te silbaré dulce, tan dulce como los recuerdos que guardamos en el pueblo, de los que hace años echaron a correr muertos de miedo.
Hola, María. Me ha parecido muy exótico y colorista tu texto. Además, me has hecho disfrutar buscando el significado de unas cuantas palabras que, por desgracia, no había escuchado en la vida. Ah, y no me extraña que algunos se hayan largado dejando sus recuerdos atrás, con esas boas y esos fuertes vientos haciendo de las suyas. Ahora sin bromas, me ha gustado tu historia. Suerte y saludos.
Gracias Jesús, las marchas forzosas hacen que los que se quedan recurran todo tipo de fantasías para poder sobrevivir a las ausencias.
Tu relato tiene aires de Becquer y sus golondrinas, solo que con toques criollos y de emigración de un hombre para hacer las Américas, mientras ella aguarda en el pueblo, atrapada en el bucle de unos días mejores y otros peores. La frase final puede que haga alusión a que ese viaje para prosperar tal vez también haya sido una huida encubierta, que el inmigrante en cuestión es más un prófugo sin intención de regresar a una tierra que se le había quedado pequeña, por más que hiciera promesa de que volvería para reunirse de nuevo con quien se asoma al balcón y silba, por si viene, consumida en soledad.
Espero haberme acercado a la interpretación apropiada. Ya me dirás.
Un saludo, María
No este hombre no se fue a hacer las Américas, ni es ningún prófugo. Salió muerto de miedo por las amenazas de los gobernantes del país. los silbidos delgaditos de ausencias son metafóricos, así como los martirios y consuelos que se inventa la enamorada mutilada por el abandono obligado de su pareja.
Un abrazo, mal lo he contado.
La soledad del que espera, tal vez un sueño, contado con un acento tan especial que atrapa. Muy bello. Un abrazo, María y suerte.
Espera, a ver si vuelve el ausente forzado. Un beso y gracias por comentar.
María, un relato de ricos matices. He disfrutado buscando el significado de palabras desconocidas, que al volverse conocidas dan mucho más sentido a la historia. Me gustan los relatos que invitan a imaginar mentalmente las situaciones y éste lo consigue. Un cálido saludo y mucha suerte.
Hola, María.
Un texto breve pero, para empezar, te digo que me subyuga al máximo el título. Es muy hechicero. Del partido que sacas a la foto ni te cuento. Qué bien escribes. Esa sirena imaginaria, a la que llamas «ciudadana mutilada» es , sin paliativos, una genialidad. La triste nostalgia, el mito de Penélope. En qué entretenerse mientras se aguarda. Elansia por el regreso de quien se fue, acaso se perdió y se quiere. Un texto donde lucen y fulguran las palabras y donde las metáforas anidan en los oídos tras su olear embellecido y sabroso a poesía de la mayor, más cimera. Es prosa con honda motivación poética, si lo prefieres. Un texto, en suma, más que sobresaliente que me merece mi más muy mayor enhorabuena.
Otro beso de agua poética.
María, Enhorabuena!! Me ha encantado tu relato. Aportas un punto de vista hermoso, una forma de narrar sublime y un léxico poco habitual. Leyendo tu relato pensé que estaba en otro mundo y la literatura debe ser un poco eso. De verdad, me ha encantado. ¡Suerte!
Hola, María.
Un relato rebosante de lirismo. Ya desde el título nos sumerges en palabras hermosas y el resto lo siembras de metáforas tremendamente visuales.
Te felicito, guapa.
Un beso grandísimo y suerte.
Gracias queridos: Towwanda, Barceló, Eduardo y Salvador por los ricos comentarios que dan ganas de seguir en la lucha con las palabras.
Un abrazo de mar.
Exotismo y magia, María. Relato corto y bello. Enhorabuena. Un abrazo.
(Dudo: ¿no será boas constrictoras?)
Efectivamente Iñigo en Español es boas constrictoras de constrictor. Me alegra que te agrade.
Abrazos y mil gracias. Ni idea como puedo cambiarlo.
Un micro que rezuma todos los estadios de la melancolía.
Precioso, MARÍA; me encantó.
Un beso,
Mariángeles
Tu relato transporta a otro mundo, a otra época incluso. Se perciben los colores y olores de la tierra lejana y, aunque el motivo del viaje no está del todo claro, la ausencia se palpa en cada línea. Melancólico.
Suerte y abrazo,