11. Silencios de agua (Carmen Cano)
Un grupo de pescadores se arremolinó en la bahía. El poder liso del agua había entregado el cuerpo de una mujer vestida de novia.
En el pueblo aún recordaban su desaparición unos años atrás, en la víspera de la boda. Y la desesperación de Andrés. Y el luto estéril de las hermanas.
El tiempo se había detenido para la hermosa ahogada. Del otro mundo traía una pulsera en el tobillo que nadie reconoció.
El sacerdote temblaba durante el oficio fúnebre. Un silencio de espanto alcanzaba las bóvedas del templo, donde se congregaron los vecinos para arropar a las hermanas.
Pálido como la espuma, Andrés procuraba borrar de su pensamiento la estela nocturna del barco al que la vio subir. Su maleta, en la mano del capitán. Dejó que la buscaran y calló por vergüenza, pero permaneció unido a la familia.
Días después del sepelio, su hijo echó el primer anzuelo:
-¿Quién era esa señora que vino preguntando por padre? Se te parecía tanto…
Hola, Carmen. Nos dejas -ya desde el título- un bello y sugerente texto revestido de un precioso tono de leyenda. Algunos detalles de tu historia me recuerdan a La dama del alba. Como curiosidad, aunque ya había leído previamente la obra, no hace ni un par de semanas que la vi, en Youtube, en una versión magnífica (o así me lo pareció), protagonizada por Concha Velasco; se trataba de una grabación de uno de aquellos míticos Estudio 1, que, por edad o por falta de interés, no había seguido en su momento. Lástima. Volviendo a tu relato, a pesar de haberlo leído varias veces no «comprendo» (si es que hiciese falta hacerlo, claro) bien la última frase: ¿de quién es hijo el chaval?, ¿a quién lanza esa pregunta?… Pues nada, que me ha gustado. Saludos y suerte.
Hola, Jesús. Me gusta que en el aire de leyenda del relato hayas encontrado similitudes con la gran obra de Alejandro Casona. Quizá el haberla leído y comentado en clase en más de una ocasión haya influido en parte de la trama: la desaparecida que regresa ahogada. Aunque faltarían elementos dramáticos esenciales, como la muerte, el abuelo o el reloj. No he pretendido emular la obra ni podría llegar tan lejos.
En cuanto al desenlace, que dejo abierto -el porqué de la muerte en el mar-,veo que la elipsis es un tanto abrupta. El niño es hijo de Andrés y le pregunta a su madre por aquella señora que lo buscaba. ¿A quién se le parecía tanto? Recuerda que la ahogada tenía hermanas. Y hasta aquí puedo contar. El resto lo dejo a la imaginación del lector.
Muchas gracias por tu comentario. Un gran abrazo.
Pues me ha pasado como a Jesús, Carmen. Tu texto es precioso y desgarrador, con imágenes impresionantes. Me gusta sobre todo la escena del templo, pero no acabo de entender esa pregunta final tal y como está formulada: «Quién era esa señora que vino preguntando por padre? Se te parecía tanto…» (¿A quién se parece?)
En cualquier caso, es un texto bellísimo. Esa novia del agua se queda en la retina del lector.
Un abrazo.
Gracias, Manoli, por haber destacado imágenes que te han gustado especialmente. Y veo que, al igual que me ha ocurrido con Jesús, la historia no ha quedado clara. Que conste que me gustan el misterio y los finales abiertos, pero no los textos deliberadamente oscuros.
El hijo de Andrés encuentra parecido entre aquella señora que preguntó por su padre y la persona a la que se dirige en ese momento. Recordemos que esta mujer tenía hermanas. No sé si así respondo a tu pregunta o si doy demasiadas pistas.
Besos.
Una mujer desaparecida, convertida casi en leyenda, cuyo cuerpo aparece un día, años después. Se la da por muerta, pero un halo de intriga y de falta de certezas la acompaña. Solo un habitante del pueblo sabe que se fue en un barco, con su maleta, y que un día vino a buscarlo, algo que calló por algún motivo, que se nos antoja inconfesable. Esa mujer, además, se le parecía. Todo un misterio con una trama en la que pueden haber sucedido muchas cosas, la imaginación del lector atará hilos y avanzará hipótesis. Lo que está claro es que ese silencio, seguramente culpable, a raíz de la declaración inocente de un niño, empieza a quedar roto, empieza a desvelarse lo que el hombre que todo lo sabía mantuvo en secreto.
Un misterio inquietante, con el mar de por medio, como elemento casi mágico, capaz de ocultar razones y sucesos, pero nunca para siempre.
Un abrazo grande, Carmen. Suerte
Andrés conocía muy bien el cómo y el cuándo de la desaparición de su novia la víspera de la boda. Siempre lo ocultó. Pero el misterio del cuerpo ahogado le sobrepasa. Es el anzuelo que lanza su hijo y, a partir de ahí, tendrá que morder alguno más. Quizá no me he expresado con suficiente claridad. El niño se dirige a su madre en la frase final «se te parecía tanto…» Y las hermanas siguen viviendo en el pueblo, asisten al funeral. ¿Qué ocurrió en aquella visita? Aquí sí dejo abierta a la interpretación del lector el posible diálogo y sus consecuencias.
Muchas gracias, Àngel, por tu estupendo comentario. Un gran abrazo.
A mí también me ha encantado como el texto acaricia las emociones. También me ha costado entender el final, pero tengo una hipótesis: Andrés, una vez abandonado por su novia, se lió con una de sus hermanas, con la que tuvo un hijo. La mujer que vino a preguntar por su padre (la muerta antes de morirse por “accidente”, exnovia de Andrés) era su tía, por eso se parecería a su madre, con quien estaba hablando el muchacho al final.
Ya me dirás si he alucinado mucho.
Hola, Edita. Si tú alucinas con esta interpretación, es que hemos tomado las dos la misma pócima. La mujer que pregunta por su padre es la antigua novia, hermana de su actual esposa. Él lo ocultó todo, pero se mantuvo unido a la familia, Por su hijo descubre que ella estuvo allí con vida. También la hermana ha guardado silencio desde la aparición del cuerpo en la bahía y quizá pensaba callarlo para siempre, pero los niños lanzan preguntas incómodas a los adultos.
Muchas gracias por tu comentario. Besos.
Hola, Carmen, preciosa. Muy bello el texto, como cada uno de los que nos regalas. Una historia que deja ese final abierto, para que la mente del lector la remate de la manera que mejor le acomode, según criterio particularl. A mi, personalmente, me gusta quedarme con el misterio e ir leyendo de vez en cuando para ir atando cabos hacia un posible desenlace. Es bueno no dar los finales masticados. Así trabaja nuestra faceta detectivesca.
Me ha gustado mucho. Enhorabuena y toda la suerte del mundo.
¡Besitos!
Hola, María José. Muchas gracias por tus palabras.
En los finales abiertos es donde el texto pertenece más a los lectores que a la persona que los escribió, de modo que toda interpretación es bienvenida.
¡Besos!
Hola, CARMEN. Eso mismo que le explicas a Edita es lo que yo entendí: la novia ahogada es hermana de la mujer con la que Andrés finalmente se casa (se me hace que se «ahoga» cuando él se casa con la otra) , de ahí que Andrés permanezca «unido a la familia» y esta última no diga nada; finalmente es el hijo de ambos quien da la pista para que el lector complete la historia.
Hay silencios de agua que ahogan no solamente a los muertos, sino también a los vivos que quedan.
Una historia trágica, triste, pero no menos bellamente contada.
Cariños,
Mariángeles
Andrés ha permanecido unido a la familia, tanto que se casó con una de las hermanas. Es lo que descubre la desaparecida a su regreso años más tarde. Hay muchos silencios que ahogan a los personajes. Andrés oculta cómo fue la desaparición, la esposa-hermana oculta el regreso y el lector ha de imaginar lo ocurrido entre esa entrevista entre las hermanas y la aparición del cuerpo ahogado. El niño, con su pregunta, hará que esos silencios estallen en la casa.
Si expongo ahora mi visión es porque, tanto la de Edita como la tuya, coinciden con la que he pretendido contar, con mayor o menor acierto.
Me gusta tu interpretación de esos silencios de agua que ahogan «también a los vivos que quedan». Me dejas un hermoso comentario, Mariángeles. Muchas gracias por ello.
Besos.
Carmen, un precioso relato, lleno de misterios. Pero, que una lectura detenida del mismo nos los va desvelando poco a poco. Esa misteriosa desaparición, ese secreto que guarda Andrés conocedor de la verdadera desaparición de la ahogada. Esas hermanas, que una de ellas se casa con Andrés, como nos desvela el niño con su. pregunta. Un relato, que como titulas, está lleno de silencios, pero que con la llegada del cadáver a la playa se van apagando poco a poco. Con tus letras logras que el lector se involucre en la historia.
Muy bueno, Carmen. Te deseo mucha suerte.
Mucho besos.
El relato encierra un misterio acerca de la protagonista y varios silencios que se van desvelando. Algún misterio queda por resolver en la imaginación del lector.
Me alegra que te hayas adentrado en su atmósfera, Javier.
Muchas gracias por tus generosas palabras.
Besos.
Gracias, Carmen, por este relato pintado de sombras y misterio, aunque te confieso que también me ha pasado lo que ya te han comentado, no acababa de entender el final. Dicho esto y una vez leída la aclaración, me ha parecido un relato muy interesante y sugerente que consigue crear un clima muy especial. Besos.
Gracias, Carmen, por este relato pintado de sombras y misterio, aunque te confieso que también me ha pasado lo que ya te han comentado, no acababa de entender el final. Dicho esto y una vez leída la aclaración, me ha parecido un relato muy interesante y sugerente que consigue crear un clima muy especial. Besos.
Misterio y sombras. Quizá demasiados silencios, también, en un final con muchos interrogantes.
Celebro que, a pesar de las elipsis, te haya resultado sugerente, Jesús.
Muchas gracias y besos (dobles, como tu comentario ;-))
Carmen, hay silencios de agua que gritan para ser desvelados. Un relato lleno de amores y traiciones, de oscuros secretos familiares que gracias a que el niño empieza a preguntar, parece que van a ir desvelándose.
Nos dejas algunas claves haciendo alusión a la elipsis que los lectores hemos de descubrir.
Enhorabuena por tan buen texto. Te deseo mucha suerte.
Besos muy apretados, amiga.
Esta familia se ahoga en silencios ocultos. Andrés calla la huida de la protagonista, a la que dieron por ahogada y desaparecida. Su cuerpo en la bahía, años después, despierta temores sobrenaturales en los vecinos. El niño, con su pregunta, hará que más silencios se rompan.
Muchas gracias por tu comentario, Pilar. Besos y suerte también para ti.
Hola, Carmen.
Misterioso e inquietante.
Un título precioso y un desarrollo impecable. Los silencios, las elipsis y lo que en las relecturas entiendo mejor.
Suertísima, compañera.
Un abrazo jolgorioso.
Qué honor tu síntesis, Towanda: misterio, silencios y elipsis. Con ellos he intentado construir esta historia trágica.
Muchísimas gracias por tus palabras y cálidos abrazos para ti.
Un relato muy cuidado con los silencios que deben guardar los textos buenos.
Un abrazo cálido.
Muchas gracias, María, por leer en esos silencios.
Un abrazo fresquito de verano.